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Economía

Plan Bicentenario propone un “ajuste profundo” con despidos de más de 19.000 empleados públicos

Otro punto clave es la focalización de la Renta Dignidad. El beneficio, actualmente universal para todos los adultos mayores, pasará a otorgarse únicamente a quienes se encuentren en los segmentos de ingresos medio y bajo.
23 de mayo, 2025 - 14:34
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Funcionarios marchando en apoyo al presidente. Foto: RRSS
Funcionarios marchando en apoyo al presidente. Foto: RRSS

La Paz, 23 de mayo de 2025 (ANF).- La Fundación Milenio presentó el pasado 20 de mayo el “Plan Bicentenario: Para vencer la crisis y construir el futuro”, una ambiciosa propuesta de reestructuración económica que incluye un “ajuste profundo” en el aparato estatal. El plan contempla el despido de al menos 19.125 funcionarios públicos como parte de una estrategia de racionalización del gasto para superar el déficit fiscal que aqueja a Bolivia desde hace más de una década.

La medida forma parte del “Programa de Estabilización Económica”, descrito en el capítulo II del documento, que busca enfrentar lo que los autores califican como una “crisis de balanza de pagos de primera generación”, con un déficit fiscal superior al 10% del PIB y reservas internacionales que han caído a niveles críticos. Solo 46,8 millones de dólares están disponibles como divisas líquidas, según el informe.

El gasto en salarios del sector público, que alcanzó los 6.500 millones de dólares en 2023 (15% del PIB), es uno de los principales objetivos del recorte. La Fundación Jubileo sostiene que este gasto ha crecido por razones de clientelismo político más que por eficiencia en la provisión de servicios, lo que ha llevado a un sobredimensionamiento del aparato estatal.

La reestructuración contempla una reducción del número de ministerios de 17 a 11, el cierre o fusión de empresas estatales deficitarias y la eliminación de entidades descentralizadas que no cumplen funciones esenciales. Estas acciones, según el Plan Bicentenario, permitirían un ahorro fiscal de al menos 1.685 millones de bolivianos anuales, equivalentes al 0,5% del PIB.

A esto se suma la eliminación gradual del subsidio a los combustibles, una de las medidas más controvertidas del plan. El subsidio actual, que alcanza los 1.788 millones de dólares anuales, será reemplazado por una compensación directa a las familias más vulnerables. El documento propone subir progresivamente el precio de los combustibles hasta equipararlos con el valor internacional en un plazo de dos años.

Otro punto clave es la focalización de la Renta Dignidad. El beneficio, actualmente universal para todos los adultos mayores, pasará a otorgarse únicamente a quienes se encuentren en los segmentos de ingresos medio y bajo. Esta medida permitiría un ahorro adicional de 162 millones de dólares anuales y garantizaría la sostenibilidad del programa para 1,19 millones de beneficiarios.

El plan proyecta reducir el déficit fiscal del 10,9% actual al 3,7% en un período de entre tres y cinco años, dependiendo del apoyo financiero externo. Se estima que con estas medidas se lograría estabilizar la economía y generar condiciones para una “revolución exportadora” que dinamice el crecimiento.

Sin embargo, los autores del plan —entre ellos los economistas Henry Oporto, Luis Carlos Jemio y Mauricio Medinaceli— reconocen que las medidas conllevan “austeridad y sacrificio”. En su diagnóstico, la única alternativa al ajuste es una crisis aún más profunda, con consecuencias económicas y sociales devastadoras.

La Fundación Jubileo enfatiza que los recortes deben ir acompañados de una reforma institucional que recupere la independencia del Banco Central y cree un marco de gobernabilidad democrática. Sin un entorno de estabilidad política y consenso social, advierte el documento, el ajuste económico será inviable.

El plan propone además la creación de una regla fiscal y un sistema de presupuesto por resultados que permita medir el impacto de cada gasto público. La meta es pasar de un Estado sobredimensionado y poco eficiente a uno más pequeño, focalizado y orientado al desarrollo sostenible.

Aunque el documento no especifica el cronograma exacto para los despidos, sí remarca la urgencia de iniciar el ajuste cuanto antes, argumentando que “la falta de decisiones correctivas solo puede agudizar los problemas”.

El “Plan Bicentenario”, elaborado por la Fundación Jubileo con apoyo de expertos independientes, no cuenta aún con respaldo oficial, pero pretende ser una hoja de ruta para el próximo gobierno. “No anuncia milagros”, aclaran sus autores, “pero sí delinea un rumbo nítido: disciplina hoy para crecer mañana”.

/ANF/
 

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