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Economía

La Paz vive consecuencias "perversas" del extractivismo que rezaga su crecimiento económico

Santa Cruz no solo ocupa el primer lugar en crecimiento económico, sino crece a mayor ritmo a diferencia de La Paz que ya dejó de ser el departamento más poblado de Bolivia.
26 de Octubre, 2022
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El foro departamental denominado La Paz, más allá del extractivismo, Foto: ANF

La Paz, 26 de octubre de 2022 (ANF). – La economía de La Paz atraviesa una situación delicada. El año 1997 perdió el liderazgo económico y Santa Cruz pasó a ocupar el primer lugar con la expansión del modelo extractivistas. De acuerdo al investigador de Fundación TIERRA Gonzalo Colque la brecha entre ambas regiones se agrandó en los últimos cinco años debido a los altos precios internaciones de materias primas agrícolas, como la soya, regalías hidrocarburíferas que favorecieron a la economía cruceña; mientras que la sede de gobierno poco se beneficia de la renta extractiva.

Santa Cruz no solo ocupa el primer lugar en crecimiento económico, sino crece a mayor ritmo a diferencia de La Paz que ya dejó de ser el departamento más poblado de Bolivia. Colque asegura que la gente de la urbe paceña y El Alto buscan mejores oportunidades  económicas y de vida en otros departamentos.

“La Paz está en esta situación delicada porque es una región que se beneficia poco de la renta extractiva, no tiene regalías hidrocarburíferas, no tiene aparato agroindustrial y eso se refleja en indicadores importantes como la cantidad de dinero que maneja la Gobernación paceña que tiene un presupuesto anual de 100 millones de dólares a diferencia de Santa Cruz que maneja 200 millones de dólares, la mayor parte es por regalías (…) En los últimos 10 años, ha dejado de ser el departamento con más crecimiento poblacional. La gente está migrando de La Paz y El Alto a otros departamentos y esa situación arrastramos hace 10 años”, afirma a la ANF.

El investigador que participó en el foro departamental denominado La Paz, más allá del extractivismo agrega que la agricultura mecanizada, la explotación de hidrocarburos y la minería no solo tienen consecuencias devastadoras en el medioambiente, sino también “perversas” para la economía de una región como el desempleo y el rezago económico.

“Tiene un efecto concreto el hecho de participar o no de la economía extractiva, y también consecuencias perversas porque los sectores más extractivos como el  minero, por ejemplo lucran a corto plazo y a largo plazo no hay una reflexión ni aparato productivo diversificado y eso crea un problema como el desempleo. Creo que La Paz está a tiempo de visualizar y plantearse nuevas alternativas”, afirma a tiempo de aclarar que el problema del modelo extractivo es  que no está vinculado a la cadena productiva, “no es una riqueza que proviene del valor agregado y no genera empleo, hay crecimiento desigual”.


De acuerdo a Fundación Tierra, en la actualidad el aporte de La Paz al Producto Interno Bruto (PIB) nacional ronda entre el 28% y 30%, sin embargo, existen muchas señales de alerta sobre una persistente tendencia departamental hacia el estancamiento económico.  Las diferencias con respecto a Santa Cruz serían mayores sin el reciente boom del oro que incrementó la participación paceña en las exportaciones de los últimos años, aunque con elevados costos en términos sociales y ambientales, como la contaminación de acuíferos, afectación de áreas protegidas, amenazas a la existencia de comunidades campesinas y territorios indígenas.

“Cada vez la brecha se amplía con Santa Cruz, el último con el PIB está por encima de mil millones de dólares y eso significa que algo está pasando. La economía (de La Paz) está creciendo, pero lento a diferencia del departamento cruceño”, advierte.

Los sectores extractivos aportan menos que otros rubros

Sobre el tema impositivo en minería, Colque considera hace cinco o 10 años, el sector no era tan importante para el desarrollo económico y las autoridades no se preocuparon por establecer un modelo de tributación ni regalías  para fortalecer el crecimiento en La Paz.

“Los sectores extractivos por lo regular aportan mucho menos que una empresa que paga impuesto al valor agregado. Hace cinco o 10 años, no era tan importante esté sector (minero) y por tanto las autoridades no se han preocupado por establecer un modelo de tributación ni la regalías para este sector y que puedan ir aportar a obras públicas”, dice.

De acuerdo a datos del el Grupo Interinstitucional de Trabajo en Oro Responsable, el número de cooperativas mineras auríferas, que en su mayoría se encuentran en el departamento de La Paz, se incrementó a cerca de unas 1.500 cooperativas, en relación directa a los precios internacionales del oro en los últimos 14 años.

En la actualidad, el oro es el principal producto de exportación de Bolivia, y las cifras oficiales de 2019 muestran que las ventas en volumen alcanzaron 42 toneladas, con un valor de 2.000 millones de dólares, pero para las regiones apenas llega a 100 millones.

Para recuperar el oro, las mineras utilizan de manera general el método de amalgamación con mercurio. Según la Organización Mundial de la Salud, el mercurio es un metal pesado altamente tóxico para las personas, la biodiversidad y los ecosistemas del mundo.

Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios de La Paz, Jaime Ascarrunz, afirma que se debe encarar los desafíos del desarrollo sostenible con crecimiento económico y reflexionar sobre el rol productivo del departamento paceño con relación a la economía extractiva predominante a nivel nacional.

“Tenemos que analizar los múltiples actores de la economía departamental, los nuevos escenarios para los diferentes sectores productivos y las posibilidades de encarar el crecimiento”, agrega.

Afirma que los empresarios ven con preocupación que la ciudad de La Paz, como sede de Gobierno, se haya convertido en una plaza donde no existen condiciones que tanto anhelaban los fundadores.

“Cada día la ciudad es el epicentro de conflictos políticos y sociales principalmente, donde reina la convulsión el desorden, el irrespeto con la ciudadanía, y afecta el normal desarrollo de la actividad económica y por ende a su desarrollo”, remarca.

Ascarrunz resalta la importancia de la realización del censo para el segundo semestre de 2023, pues es importante contar con datos estadísticos actualizados para planificar las políticas públicas y otorgar recursos a las regiones de mayor crecimiento.

“Sabemos que el Censo de Población y Vivienda es necesario realizarlo lo antes posible para lograr información técnica y confiable, que permita una adecuada distribución de los recursos y presupuestos, probablemente también la asignación de espacios en el parlamento, así como la generación de acciones que permitan el desarrollo equitativo y armónico de los diferentes departamentos”, remarca el empresario.

/MLA/

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    Extractivismo,La Paz,Desarrollo