La Paz, 28 mayo (ANF).- El Gobierno manifestó el martes su disposición de liberar la exportación de la soya, siempre y cuando haya consenso previo con la cadena productiva que depende del grano y la torta de la oleaginosa, y sin afectar el consumo interno.
Durante una conferencia de prensa, el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico reconoció la preocupación en el Ejecutivo, por la brusca caída de los precios de la soya en el mercado internacional año pasado que golpea al sector agroindustrial a pesar que en la última campaña agrícola registró una mayor producción en términos de volumen, de 2.8 millones a 3 millones de toneladas.
“El presidente Evo ha anunciado la liberalización de la exportación asegurando el mercado interno, que consume el 30% del grano que se produce anualmente, de los derivados de soya se alimenta el ganado porcino, el ganado bovino y los pollos a nivel nacional, y estarían afectado si liberamos absolutamente la exportación (…). Habrá liberación asegurando los márgenes de seguridad del consumo interno”, dijo.
Cocarico hizo una relación de precios en relación al año pasado que durante el mes de mayo la tonelada de soya estaba cotizada en cerca de 450 dólares, cuando en abril de este año cayó a 340 dólares la tonelada en el mercado de Rosario, Argentina.
“Hemos bajado 100 dólares en relación al año pasado; en el mercado nacional como tenemos referencia la bolsa de Rosario, a la bolsa de Chicago se pagaban en Bolivia un poco mejor, y por tanto el año pasado se pagaban por 370 dólares la tonelada de soya, este año como en el mercado internacional ha bajado significativamente en Bolivia se está pagando bajo”, dijo.
Señaló que, con los precios actuales, los productores no recuperarían ni siquiera el costo de la producción pues en el mercado interno, la industria del aceite y otros derivados de la soya y oleaginosas ofrece pagar 220 dólares la tonelada.
El titular de Desarrollo Rural explicó la difícil coyuntura actual por varios factores, entre los que destacó una sobreproducción de soya en Argentina, el hecho de que China atraviese un periodo de contingencia por efecto de la fiebre porcina que afectó a gran parte de su ganado. “No hay crianza de porcinos, no hay demanda de la soya que se exporta desde Estados Unidos, la soya que estaba destinada a China está inundando al mercado latinoamericano”, afirmó.
Ante el plazo que dio la Asociación Nacional de Oleaginosas (Anapo) al Gobierno de 72 horas para la liberación irrestricta de la exportación de soya, bajo la advertencia de iniciar bloqueo de caminos, Cocarico dijo que cada organización tiene sus propios mecanismos (de protesta), pero que se debe considerar el tema desde una visión integral.
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