La Paz, 25 de agosto (ANF).- El Papa Francisco expresó este domingo su preocupación por los incendios que devastan la Amazonía y pidió oración para que en los próximos días pueda controlarse el avance del fuego con la ayuda de todos.
“Estamos todos preocupados por los grandes incendios que se han desarrollado en el Amazonas. Recemos para que, con el compromiso de todos, puedan ser domados lo antes posible. Ese pulmón de bosques es vital para nuestro planeta”, dijo el Sumo Pontífice tras el rezo mariano.
A la fecha, el voraz incendio ha devastado millones de hectáreas en la Amazonía sudamericana y la Iglesia Católica en América Latina emitió distintos pronunciamientos por este desastre ecológico que ha convertido los bosques en ceniza.
El Consejo Episcopal Latinoamericano pidió recientemente a los gobiernos de los países amazónicos, especialmente de Brasil y Bolivia, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional “tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo”.
“Lo que le pasa al Amazonas no es un asunto solo local sino de alcance global”, cita el pronunciamiento de la organización.
Obispos de Brasil instaron al gobierno de Jair Bolsonaro a “adoptar medidas serias para salvar una región que es crucial para el equilibrio ecológico del planeta: la Amazonía”. Asimismo, solicitaron a las autoridades no dejarse llevar por los juicios y discursos.
Las autoridades eclesiales de México no estuvieron exentas de esta situación y pidieron “unir esfuerzos” para hacerle frente a este problema que pone en peligro a los que ya se ha denominado “la casa común” de la humanidad.
“Es urgente que en el consenso de las naciones se tomen decisiones que corrijan las actitudes egoístas y destructivas emergidas del modelo económico tecnocrático, pero que también cada uno de los habitantes de esta Casa Común asumamos con seriedad compromisos y prácticas que protejan el Medio Ambiente”, señala su pronunciamiento.
Asimismo, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) solicitó al Gobierno de Evo Morales declarar a la zona de la Chiquitanía como “zona de desastre nacional y que no se excluya incluso el acudir a la ayuda internacional”.
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