La Paz, 7 agosto (ANF).- El Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) a través de su investigador, Pablo Villegas afirmó que los tratados internacionales de inversiones extranjeras firmados por Bolivia, en los hechos sometieron al país a estrategias geopolíticas de dominación.
Durante el ciclo del foro debates: “Informe sobre la situación del país de la minería: situación y perspectivas” organizado por la Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz de la UMSA, el experto observó que a pesar que la nueva Constitución Política del Estado (CPE) planteaba la renegociación de los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección de Inversiones (TBI), a la fecha no se conoce de alguna readecuación.
“El año 1962 con las Naciones Unidas se da lugar a una resolución que reconoce el derecho de los países pobres sobre sus recursos naturales y obliga al capital transnacional a someterse a las leyes y objetivos de los países donde invierte, y aquí viene el problema actual; nace el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial y los tratados de protección mutua de inversiones que Bolivia suscribe entre 1994 y 2002”, señaló.
Dijo que desde entonces, Bolivia firmó más de una veintena de tratados de protección de inversiones “que prácticamente someten al país en términos serios y no demagógicos a un orden imperialista”.
Villegas advirtió que los tratados tienen un periodo inicial que va entre 10 a 20 años y que una vez rotos, sus efectos continúan.
“Había una necesidad estratégica de romper estos tratados cuanto antes, y debes esperar hasta 20 años. El país continúa sometido a estos tratados y pueden salir más que Quiborax”, dijo en alusión al pago de $us 42,6 millones.
Precisó que hasta la fecha, el Estado boliviano pagó por indemnizaciones $us 785 millones, sin contar la demanda de Glencore, que exige un pago de $us 675,7 millones por la expropiación del complejo metalúrgico Vinto, la planta de antimonio, la mina Colquiri y la apropiación de 161 toneladas de concentrados de estaño.
Dijo que lo mutuo en los tratados de protección mutua de inversiones queda es eufemismo porque Bolivia no tiene inversiones que proteger en el exterior y por tanto, al firmar estos tratados, solo contrae obligaciones.
“¿Cómo se definen las inversiones?, más allá del sentido común del gasto, implica límites abiertos, concesiones de recursos naturales que se les entregan, desde que se reconocen como inversión de la empresa adquiere un carácter geopolítico de primer orden porque cede territorio que siempre ha sido patrimonio nacional, es expropiatorio y no tengo ninguna duda de llamarlo colonial”, afirmó.
Desde la Segunda Guerra Mundial dijo que hubo una lucha de tendencias entre los países productores y los consumidores de minerales, que dio lugar a la lista de minerales estratégicos elaborados por Inglaterra y Estados Unidos (EEUU), lo que originó un plan geopolítico mundial para garantizar el flujo de minerales.
”Para poner en marcha este plan era necesario un orden político, y Bolivia estaba en estas listas con estaño, wolfram y caucho, vienen los tiene golpes de Estado con países aliados”, mencionó.
Las listas de minerales desaparecieron después de la “guerra fría” (1947-1953), según Villegas, pero después se reactivaron las que contenían no solo información de minerales estratégicos, sino también de materiales críticos que incluyen un plan geopolítico muy grande que incluye financiamiento.
Además de Villegas, participaron del ciclo de foros sobre la situación y perspectivas de la minería, los investigadores, Ilse Beltrán, Dionisio Garzón, Pablo Poveda, Justo Zapata, Paola Cortez, Ricardo Calla, Alfredo Zaconeta, Héctor Córdoba y la periodista Jimena Mercado de la Agencia de Noticias Fides.
El ciclo de foros fue organizado por la UMSA a través de la Cátedral Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz y el Rectorado, además de Erbol, Fundación Jubileo y el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
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