Sucre, 27 Feb. (ANF).- El Fiscal General del Estado, Ramiro José Guerrero informó este jueves que la justicia determinó condenar a 30 años de presidio sin derecho a indulto en el penal de Chonchocoro de La Paz a Jaime Martínez Jiménez principal responsable del asesinato de Fannie Marcelline Blancho y Jeremie Bellanger, hecho ocurrido el 29 de agosto del 2010 en la ciudad de Guayaramerín del Departamento del Beni.
El Ministerio Público dio por resuelta la investigación iniciada hace más de tres años. Guerrero agradeció a la fiscal de Distrito del Beni por el trabajo realizado hasta dar con los responsables de este hecho criminal.
“Fiscal Departamental del Beni, Willma Blazz trabajó junto con la comisión de fiscales a cargo del caso, quienes demostraron con pruebas fehacientes ante el tribunal que el principal acusado es el autor de la muerte de la pareja de franceses y en consecuencia el tribunal emitió sentencia condenatoria e hizo justicia para los familiares de la víctima”, manifestó Guerrero.
Desde el 17 de febrero de este año se inició el juicio por parte del Tribunal de Sentencia de Santa Ana del Yacuma del Beni, instancia que después de escuchar la presentación de las pruebas testificales y documentales de las partes, dio curso a la acusación formal presentada por la Fiscalía donde se solicitó sentencia condenatoria para los cuatro acusados por los delitos de Violación Agravada y Asesinato.
En el caso de los otros acusados, la instancia judicial decidió la absolución al no hallar, presuntamente, responsabilidad en el crimen cometido, este hecho será apelada por el Ministerio Público.
La pareja francesa desapareció entre la noche del 28 y la madrugada del 29 de agosto de 2010, cuando estaba en una hacienda de Guayaramerín, invitados por su propietario, Jaime Martínez Jiménez, a quien conocieron en una discoteca de esa población.
Ambos cuerpos no aparecen hasta la fecha. Tres de los acusados, entre ellos el dueño de la estancia, Martínez, están con detención preventiva, y uno, con arresto domiciliario.
Los familiares de Jérémie y Fannie, que llegaron a Bolivia para el proceso, exigieron durante estos más de tres años se haga justicia en contra los acusados.
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