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Nacional Sociedad

Abandono, violencia y alcohol inquietan a los jóvenes de El Alto

Hay estudiantes que ven como algo "normal" que sus papás se emborrachen todos los fines de semana.
18 de Julio, 2018
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Un grupo de jóvenes en el taller del programa. Foto: SJM
Un grupo de jóvenes en el taller del programa. Foto: SJM
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La Paz, 18 de julio (ANF).- La violencia, alcohol y el abandono son los temas que más preocupan a los estudiantes de El Alto, según el responsable del Programa Jóvenes Rompiendo Fronteras del Servicio Jesuitas Migrante (SJM),  José Adolfo Sánchez.

Dijo que en muchos casos los jóvenes ven estos factores como algo “normal” o no reconocen los maltratos que reciben de parte de sus progenitores, amigos, compañeros u otras personas cercanas.

“Nos dimos cuenta que el tema de la violencia, el alcohol y el autoestima para ellos es grave, sobre todo los casos (de agresión) que ven en sus casas o el bullying que reciben. A veces ellos no reconocen el maltrato, hay insultos, golpes, malas palabras que no reconocen como violencia, pero que influyen en su autoestima”, dijo a ANF.

Por su parte, la facilitadora del Programa Jóvenes Rompiendo Fronteras, Zulma Candelari, relató que en los diferentes talleres que brindó el SJM, a alrededor de 220 jóvenes entre 14 a 17 años de diferentes grados de escolaridad, se observó que un gran número cree que es normal que sus padres se emborrachen los fines de semana y que esa situación derive en casos de violencia.

“No creíamos que estaba tan normalizada la violencia y el alcohol. Es casi normal, según relatos (historias de vida de los estudiantes), que un papá golpee a la mamá delante de los hijos o que ellos tengan que ir a recogerlos todos los fines de semanas de los locales porque creen que es normal que sus papás anden borrachos”, indicó.

Candelari enfatizó que esa situación pone en riesgo la autoestima y seguridad de los estudiantes, ya que ir por sus papás a altas horas de la noche para llevarlos a sus casas significa exponerse a riesgos como el asalto, trata y tráfico, entre otros.

“Los recogen (a  sus papás) de donde toman, los llevan borrachos y se exponen a múltiples peligros. Aparte tienen que ingeniárselas para que sus papás no se peleen, es complicado, el tema del alcohol es muy grave en El Alto”, afirmó.

Ese dato es confirmado por María (nombre convencional) de 14 años, que contó que desde muy niña tuvo que soportar las peleas y borracheras de sus padres.

“Mi papá tomaba mucho, mi mamá sufría violencia. Era difícil, yo tenía cinco años”, relató, aunque también confesó que al mismo tiempo era víctima de acosos escolar en su colegio. “Me querían golpear, arrancaban la tarea de mi cuaderno, me tiraban agua”, reveló.

En esa línea, Sánchez afirmó que otra de las inquietudes de este sector es el abandono de sus progenitores, muchos dejan solos a sus hijos para ir a trabajar o migrar en busca de mejores oportunidades.

Como el caso de Juan de Dios (nombre convencional) de 17 años, contó que desde sus cinco años vivía solo en Achocalla, La Paz, luego de que sus padres oriundos de la provincia Pacajes decidieran que él estudie mientras ellos se dedicaban a sus negocios en su pueblo.

“A mi cinco años me tuve que venir Achocalla por el estudio. Mis padres son de escasos recursos y ellos hacían estuco y yo me vine con cinco años, vivía solo (…). He aprendido a cocinar, me levantaba en la mañana, me hacía desayuno, cocinaba”, relató.

Juan de Dios recuerda que sus padres le decían que todo ese sacrificio era para que sea mejor que ellos, pero admite que ese tiempo fue doloroso por la ausencia de sus familiares, sobre todo de su mamá.

“Que mi mamá no esté, que me lleve al colegio, era diferente. Me sentían mal, solo”, relató.

Espacios de debate

Ante esa problemática, el programa organiza espacios de debates para que los jóvenes puedan expresarse y “desahogarse” y a partir de ello se realizan talleres de prevención.

“Hemos creado espacios y grupos debate donde los jóvenes puedan expresarse libremente porque en sus casas no pueden hablar. Ahora, estamos replanteando nuestra metodología de trabajo para profundizar el tema de la violencia, pandillas, alcohol, y otros”, dijo el responsable del Programa Jóvenes Rompiendo Fronteras, José Adolfo Sánchez.

Sánchez indicó que este año se decidió replantear su metodología de trabajo, ya que su programa trataba sobre la migración e interculturalidad, pero que en los talleres tanto de la gestión pasada y este año salieron a flote temas de violencia, alcohol y abandono que decidieron profundizar junto con especialistas para ayudar a los jóvenes.

Los talleres se realizan cada 15 días y en horario escolar. Esas capacitaciones tienen el objetivo de que los jóvenes se expresen sin miedo y sepan reconocer y diferenciar todo tipo de violencia.

“Se busca que hablen libremente y sean escuchados por los adultos sin ser criticados. Queremos que se sientan valorados y que estén seguros de que no se los va a juzgar, por eso se aplica diferentes dinámicas en los talleres”, indicó Candelari.

A fines de este mes anunciaron que saldrá un estudio con el tema de los jóvenes de El Alto y sus inquietudes sobre ese tema.

/MLA/FC/

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    Jóvenes Rompiendo Fronteras,Alcohol,violencia,Abandono