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Nacional Sociedad

A un mes del paro médico, partes en conflicto no ceden y el diálogo sigue en suspenso

El arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, llamó a la paz.
23 de Diciembre, 2017
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La masiva marcha del viernes en el centro de La Paz. Foto: ANF
La masiva marcha del viernes en el centro de La Paz. Foto: ANF
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La Paz, 23 de diciembre (ANF).- Los médicos de Bolivia cumplieron este sábado un mes de paro indefinido y lejos de intentar solucionar el conflicto, el Gobierno y la dirigencia de los movilizados decidieron aferrarse a la condición que pusieron para instalar una mesa del diálogo.

En las últimas horas, las partes en conflicto nuevamente se mandaron cartas, pero nadie cedió hasta el momento. El Gobierno ratificó su invitación a un encuentro, pero exige que antes los galenos suspendan sus medidas de presión.

“Levanten cualquier paro o movilización (y habrá) diálogo con los ministros, con el Vicepresidente o Presidente, no tenemos ningún problema”, dijo el viernes el presidente Evo Morales en una conferencia de prensa.

Horas después, el ministro de la Presidencia, René Martínez, mediante una carta enviada al Colegio Médico de Bolivia, ratificó que el Gobierno está con la “voluntad indeclinable de instalar una mesa de diálogo al más alto nivel y a la brevedad posible”. Pero “exhortamos reponer inmediatamente la atención médica a los miles de pacientes perjudicados”.

Hoy, el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Aníbal Cruz, respondió a ambas autoridades, mediante otra nota escrita, y reiteró que no irán al diálogo suspendiendo sus protestas.

“Las bases han determinado no levantar sus medidas mientras no se derogue el artículo 205 del Código del Sistema Penal y se abrogue el Decreto Supremo 3385, nosotros (solo) obedecemos el mandato de nuestras bases”, justificó Cruz. 

Luego Morales volvió a responder de manera pública y aseguró que no puede reunirse con gente que hizo mucho daño a la salud.

“Quiero decirles, no podemos reunirnos con la gente que está haciendo mucho daño a la vida y a la salud, ya se hicieron la burla de la ministra (de Salud, Ariana Campero), entonces, si quieren el diálogo levanten el paro, el diálogo está abierto (y ahora) está en manos de ellos” la decisión, aseveró Morales, a la conclusión del gabinete ampliado en Villa Tunari.

Entre tanto, los pacientes de los hospitales siguen sufriendo las consecuencias porque la atención médica sólo se da en las unidades de emergencia y en algunos otros servicios que no pueden suspender sus actividades.

El conflicto inició el pasado 23 de noviembre porque los manifestantes creen que se quiere “criminalizar” su profesión a través del artículo 205 del Código de Sistema Penal, que legisla la mala práctica profesional. Tampoco están de acuerdo con el Decreto Supremo que creó la Autoridad de Fiscalización de todo el sistema de salud.

Las autoridades del Gobierno afirmaron en reiteradas ocasiones que el artículo 205 no sólo protege a los pacientes sino también a los médicos y consideraron que la dirigencia está desinformando a sus bases o que incluso alguno de los líderes de las protestas (como el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea) estaría usando el conflicto con fines políticos.

En las primeras semanas del paro, los representantes de los médicos y el Ministerio de Salud, además de las presidencias del legislativo, se reunieron varias veces y ninguno de esos encuentros tuvo los resultados esperados.

El conflicto continuó en medio de acusaciones de ambas partes y a las protestas en las calles, se sumaron piquetes de huelga de hambre y anuncios de renuncia masiva de los galenos.

Aunque en este punto, algunos de los médicos, que sí cumplieron con su advertencia, solamente renunciaron a sus cargos y no a sus ítems.

Sin embargo, esta última semana, el conflicto se agravó porque las marchas callejeras de los médicos y los estudiantes de medicina se tornaron muy violentas.

Inicialmente el pasado martes se registró un enfrentamiento entre manifestantes y policías en inmediaciones de la plaza Murillo de La Paz en el momento en que los marchistas quisieron sorprender a los uniformados para tratar de ingresar por la fuerza al centro político del país.

El jueves y viernes también fueron jornadas violentas en la sede de Gobierno, pero esta vez por enfrentamientos entre ambos bandos en inmediaciones del edificio del Ministerio de Salud. 

Los enfrentamientos dejaron varios heridos y arrestados. Y la noticia de esta crítica situación se hizo internacional y los médicos bolivianos empezaron a recibir el apoyo de sus similares de otros países mediante diferentes plataformas de expresión.

A pocas horas de Navidad y a sólo días de Año Nuevo, los médicos reiteraron que mantendrán sus protestas hasta conseguir su objetivo y el arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, llamó a la paz.

“La Navidad es la fiesta de la luz y de la alegría, pero también es tiempo de la paz y es algo que en este tiempo necesitamos en Bolivia. (Hay que) dejar actitudes demasiado enfrentadas y buscar lo que nos une y no lo que nos divide”, apuntó el monseñor Gualberti.

/ELCA/

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  • Paro médico indefinido