Joan Pons, el enfermero voluntario de la vacuna de Oxford. Foto. RRSS
La Paz, 26 de julio (ANF).- El mudo ha superado los 16 millones de contagios por coronavirus y suma hasta hoy 646 mil decesos. Frente a esto, los estados, empresas y científicos aceleran la investigación para una vacuna y regiones como Bolivia aspiran a ellas en cuanto sean aprobadas.
Uno de los mayores avances en la cura de la Covid-19 viene de la mano de la Universidad de Oxford, que hasta la fecha ha obtenido buenos resultados y de acuerdo a los científicos generó respuestas inmunes sólidas contra el virus SARS-CoV-2 en todos los participantes evaluados.
En mayo y junio, Oxford, en Reino Unido, avanzó hacia las fases 2 y 3 con 10.260 voluntarios adultos y niños. En el ensayo, realizado en colaboración con la farmacéutica británica AstraZeneca, participaron varias instituciones asociadas de todo su país.
El enfermero Joan Pons, es el único español que ha probado la vacuna de Oxford. En entrevista con el programa español “Sexta Noche” aseguró que “hay mucha esperanza en la vacuna porque, de momento, es segura y tiene doble protección”.
Vive más de 20 años en el Reino Unido y fueron muchos los riesgos que enfrentó al decidir ser voluntario para una vacuna que de ser exitosa hará historia en el mundo.
“Soy una de las personas que no me gusta esperar sentado a que alguien encuentre la solución. Hago gestión de Enfermería, así que me gano el pan de cada día intentando buscar soluciones, intentando modificar cosas para hacer el sistema sanitario mejor. Y cuando me dieron esta oportunidad de formar parte de la solución y de la historia, y de poder acabar de una vez por todas con el virus, pues no lo dudé”, asegura.
Fue una decisión difícil, pero las circunstancias de haber visto a tantos pacientes morir y sufrir por este virus lo llevaron a enfrentar este nuevo reto.
“Pero sí que es verdad que la noche antes de que me inoculasen el virus no pude dormir mucho porque se me repetía una frase en la cabeza que estaba en el consentimiento y que firmé. Exactamente decía: ‘En casos muy excepcionales puede producir un shock anafiláctico y la muerte’. Claro, al principio, como enfermero, lo pongo todo en perspectiva. Si alguien va a la farmacia y compra una aspirina y lee el prospecto tampoco se lo tomaría. Al principio mi odio al virus y mi amor a la vida fueron mucho más que lo que a mí me pudiera pasar. Pero esa noche sí tuve miedo", reconoce.
“La noche del miedo”
Esa noche, para el inicio de todo este proceso se la pasó reflexionando. “Pensé que era lo que se tenía que hacer porque hay más de medio millón de personas muertas por el coronavirus y yo no quiero que en 2021 continúe dominando nuestras vidas. Quiero tomar el control. Como padre y como hijo y enfermero no estoy dispuesto a que el 2021 sea como el 2020: quiero que sea el año de los abrazos yque todo el mundo pueda salir a la calle sin temor a ser el siguiente contagiado, o, como yo, a viajar a España con mis padres, que hace siete meses que no les veo. Ahora mismo el 2021 está en pausa, y no podemos seguir así: el virus nos está robando un tiempo que nadie nos va a devolver”.
Y llegó llegó el 5 de junio y le pusieron la vacuna. “En ese tiempo te pasa todo por la cabeza, incluso pensé que igual el voluntario que había entrado antes que yo le había reaccionado mal o que de repente los resultados de la vacuna eran malos y a la gente le estaba pasando muchas cosas. En ese momento estábamos cuatro o cinco voluntarios en la sala. Nadie se miraba, nadie habló, era todo en silencio. Pero al final me la pusieron. Y aquí estoy al cabo de un mes, vivito y coleando y sin ningún problema”.
Posibilidad de tener la vacuna hasta octubre
Desde la vacuna, ha cumplido estrictos protocolos de control y ahora le deben volver a ver el 2 de septiembre para ver cómo está evolucionando. “A principios de septiembre dicen que ya tendrán suficientes datos que presentar a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si esta lo cree conveniente, entonces pasará a la fase IV, la de la comercialización”, asegura.
“Y si todo va bien, explican que ya en octubre podría estar la vacuna en Europa; en noviembre y diciembre en el resto del mundo. Eso sería el mejor regalo de Reyes, que cada uno de nosotros ponga el zapato en el balcón y se encuentre vacuna en ellos. Es lo único que pido para esta Navidad, una vacuna en todas las casas", concluye el enfermero.
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