La Paz, 20 de noviembre (ANF).- Las
“Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl” que atienden el centro “Misión
Estar En Frontera”, ubicado en la zona fronteriza de Pisiga, informaron que en los últimos
meses se ha multiplicado el tránsito de ciudadanos cubanos que tienen como
destino la república de Chile. Asimismo denunciaron una serie de atropellos contra ellos.
“Este mes llegamos ya a 100 y en octubre pasaron los 160 cubanos. Lo que dicen es que no se puede vivir (en Cuba) porque no cuentan con trabajo, alguno comentó que con (Fidel) Castro estaban mejor pero ahora están muy mal, y ellos han visto que en Latinoamérica el país que está más tranquilo y donde hay trabajo es Chile”, explicó María José Pascual, religiosa de la casa de acogida en Pisiga.
“Los cubanos empezaron a pasar en marzo, pero muy pocos, entre tres a cinco (al mes), porque generalmente vienen en familias y venden todas sus cosas, entonces ya no pueden volver. En estos meses es que se incrementó la cantidad de cubanos. El mes pasado en un día tuvimos 65 personas cubanas y la casa tiene capacidad para 20. Y en cinco días llegamos a 130”, agregó.
La religiosa explicó que los ciudadanos cubanos al salir de la isla se dirigen a Guyana, después van a Brasil y luego ingresan a territorio boliviano por Guayaramerín hasta llegar a Pisiga, para después pasar a Chile como destino final. En ese tránsito señalan que sufren varias vulneraciones, entre ellas robos, extorsión, malos tratos y otras situaciones adversas. “Les roban en el camino, porque vienen ilegales”, mencionó.
Pascual señaló que hace una semana se emitió un instructivo por parte del Gobierno, “para que no dejen pasar a los cubanos, pero ellos vienen en plan de refugiados”, observó la religiosa.
Señaló que a partir del instructivo es que se registran más problemas para ellos. “Los cubanos como no tienen visa, porque antes les ponía visa el cónsul en Guayaramerín y con esa visa no pagaban multa ni nada, ahora con el instructivo al llegar a la frontera, donde esta migración boliviana, les piden una multa”, dijo.
“Les roban desde que salen de Cuba, están robándoles en todos los lugares y vienen con mucho miedo, ven policías y se desesperan, nos piden que les acompañemos hasta la frontera”, comentó que son engañados y extorsionados en muchos lugares, debido a su condición de indocumentados.
El trabajo de la casa de acogida es vital en estos momentos, ya que son las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl quienes les brindan techo y comida, además del acompañamiento a la hora de cruzar la frontera.
/MAMP/FC/
