La droga secuestrada fue presentada en predios de la Anapol. Foto archivo: FELCN
La Paz, 18 de noviembre de 2022 (ANF).- La región del altiplano boliviano se ha convertido en la principal zona productora de droga al menudeo con fábricas móviles, señaló el coronel Jorge Santistevan, quien fue jefe nacional de Inteligencia y responsable de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis. Indicó que este ilícito aumenta por la complicidad de las autoridades de las poblaciones rurales que prácticamente impiden el ingreso de efectivos antidroga a esas regiones.
“En la zona del altiplano boliviano estamos hablando de la frontera La Paz, Oruro y El Alto, hay una gran cantidad de microtráfico y de fábricas pequeñas ambulantes del narcotráfico, de producción de la droga”, dijo el también abogado en entrevista con ANF.
Esas fábricas de cocaína, refirió Santistevan, no son controladas debido a que las comunidades son las que cierran el cerco a las fuerzas militares que realizan el control aduanero y a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) “que no tiene capacidad para hacerlo porque precisamente todos son funcionarios del gobierno o tienen por lo menos alianzas con el gobierno”.
De acuerdo a datos de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), en la gestión 2021 en el departamento de La Paz se realizó la mayor cantidad de operativos antinarcóticos con un total de 2.047, seguido de Cochabamba, la región de mayor producción de droga, con 1.689 y Santa Cruz con 1.480 operativos.
La Paz es el cuarto departamento con más secuestro de cocaína después de Santa Cruz, Cochabamba y Beni, y es el segundo con mayor incautación de marihuana después de Cochabamba.
En 2021, en La Paz fueron aprehendidas 405 personas, mientras que en Cochabamba fue 722 y en Santa Cruz 763, la mayor cantidad.
El gran flujo de materia prima, insumos químicos y precursores de forma ilegal, facilita la existencia de fábricas pequeñas ambulantes en el altiplano y el departamento de La Paz, que por la gran cantidad de población “hay menos control de cualquier tipo de autoridad, porque el control normalmente la ejercen las autoridades originarias en las provincias y en El Alto ni que se diga”.
El especialista explicó que una parte de la materia prima para la producción de droga, como es la coca, ingresa del Perú por el lado de Apolo, y otra parte viene de los Yungas de La Paz y todo se distribuye directamente a El Alto, “donde sabemos que ha proliferado grandes cantidades de fábricas ambulantes de droga y que han saturado esa área y requieren todos aquellos elementos químicos, que llegan de forma ilegal principalmente del Perú, que solamente son trasladados por tierra”.
“Todo esto hace que crezcan las fábricas ambulantes porque tienen las materias primas y no hay control gubernamental, entonces es evidente que se han incrementado todas las fábricas de droga y que la FELCN no se abastece para controlar y hacer el seguimiento efectivo”, apuntó.
Santistevan explicó que existe una región específica del altiplano boliviano que se ha convertido en un enclave, al estilo del Chapare, donde nadie puede ingresar a ser de que tenga autorización, y es donde ocurre la mayor producción de cocaína.
“Es casi un enclave muy similar al del Chapare, así que las autoridades encargadas de la interdicción y lucha contra el narcotráfico están muy limitadas para hacer su trabajo porque ellos arriesgan su vida en un lugar así, donde existen alarmas por parte de la gente, contactos de gente muy influyente en las comunidades, dirigentes importantes”, señaló.
Un factor para que algunas comunidades se vean involucradas en el narcotráfico es el abandono de parte del Estado, regiones donde existe pobreza y falta de oportunidades, donde los productores viven si la naturaleza provee con lluvias y muchos proyectos gubernamentales ya no funcionan por la falta de agua.
“Por la pobreza en las provincias del altiplano sobre todo en las fronteras hace que algunos pobladores se ven obligados a meterse a negociar con productos (con el contrabando)”, dijo a ANF el secretario Ejecutivo de la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de las 20 provincias del departamento de La Paz “Tupac Katari”, Luciano Marca.
“Algunos hermanos se van a negociar con productos, otros se van a otros países o a otros departamentos al no haber oportunidades”, señaló.
Marca dijo que, en las provincias, si bien se logró mejorías, hay pobreza y muchos de los productores solo viven del agro y de la ganadería pequeña que depende de las lluvias, y ahora que no llueve temen una dura sequía que empujará a más pobladores a otros rubros y regiones. “Como federación departamental estamos muy preocupados”, dijo.
Indicó que el propósito es organizar a las comunidades para trabajar de forma conjunta y evitar que se vean obligadas a sumirse más en la pobreza y salir del país. “Nosotros nos estamos organizando para ver cómo podríamos contrarrestar esta situación”, remarcó.
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