La Paz, 13 de junio (ANF).- El jefe de Unidad Nacional en el Senado, Arturo Murillo, justificó las reuniones que sostuvo con la tía de Gabriela Zapata, Pilar Guzmán, señalando que lo que en realidad buscaba era advertirle que dijera toda la verdad o “se iban a podrir en la cárcel”.
“Les he recomendado, digan toda la verdad, porque si no se van a podrir en la cárcel”, dijo Murillo, tras ratificar que sostuvo dos reuniones con Pilar Guzmán y otros allegados de Zapata, entre ellos Ximena Fortún.
Es más, dijo que alguien se inventa la existencia de un niño tiene que estar loco.
Gabriela Zapata es la expareja del presidente Evo Morales y fue gerente comercial de la empresa china Camc. Ella sostuvo que tuvo un hijo con Evo Morales, quien creía que el bebé había fallecido. Para demostrar que el niño estaba vivo, Zapata y sus allegados presentaron ante una juez a un pequeño para hacerlo pasar como hijo del Mandatario, lo que era falso.
Por ese motivo, están siendo procesados los abogados y los familiares de Zapata.
En ese contexto, ex exnovia de Morales involucró a dirigentes de Unidad Nacional, entre ellos Murillo y Jaime Navarro, de quien dijo que pagó los honorarios de uno de sus abogados.
Ahora Murillo admite haber sostenido dos reuniones, pero en su afán de buscar la verdad puesto que, en su condición de legislador, tiene entre sus atribuciones la investigación de hechos que involucren al Estado.
“No tengo nada que ocultar, por qué me reuní, porque la señora tomó contacto conmigo. Nosotros estábamos investigando, y tenemos los temas necesarios para la investigación”, dijo Murillo, porque, según dijo, no se trata de indagar la vida privada del Presidente, sino que “estamos hablando que están en juego 500 millones de dólares en influencias”.
En alusión a Zapata y sus allegados, Murillo dijo que “tienes que estar loco, estar demente para inventarte un niño”.
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