La Paz, 31 de julio (ANF).-Según el reporte anual de Global Witness, publicado el 29 de julio, durante el periodo de 2019 se registró el mayor número de personas defensoras de la tierra y el medioambiente asesinadas en un solo año. En total, esta organización no gubernamental documentó la cifra récord de 212 homicidios.
Global
Witness indica que más de la mitad de los asesinatos reportados el año pasado
ocurrieron en Colombia (con 64 asesinatos) y Filipinas (43
asesinatos). En promedio, cuatro personas defensoras fueron asesinadas cada
semana desde la adopción del acuerdo climático de París en diciembre de 2015,
remarca el informe. Asimismo, existiría un
incontable número de personas silenciadas mediante ataques violentos, arrestos,
amenazas de muerte o demandas judiciales.
“Sorprendentemente, más de la mitad de los asesinatos reportados el año pasado ocurrieron en solamente dos países: Colombia y Filipinas. Informes muestran que el asesinato de líderes comunitarios y sociales en Colombia ha aumentado dramáticamente en los últimos años, 64 activistas asesinados, estando en mayor riesgo aquellos que protegen la tierra y el medio ambiente. Filipinas, un país constantemente señalado como uno de los peores en Asia para ser atacado, experimentó un aumento de 30 asesinatos en 2018, a 43 el año pasado”, indica Global Witness.
Indígenas
El reporte enmarca a los pueblos indígenas en un estado de mayor riesgo de sufrir represalias. En 2019, el 40% de las víctimas pertenecía a comunidades indígenas, y entre 2015 y 2019 más de un tercio de los ataques letales fueron en contra de personas indígenas.
“A pesar de representar solo el 5% de la población mundial, son de las comunidades en mayor riesgo en todo el mundo”, indica el informe.
La organización también destaca la tendencia desproporcionada de comunidades indígenas atacadas por defender sus derechos y territorios. Además, junto a la afectación de pueblos y comunidades indígenas por el colapso climático, las cifras de 2019 exponen que más de una de cada 10 personas defensoras asesinadas en 2019 eran mujeres.
“Las defensoras enfrentan amenazas específicas, incluidas campañas de desprestigio centradas a menudo en su vida privada, con contenido sexista o sexual explícito. La violencia sexual también se usa como una táctica para silenciar a las defensoras y normalmente no se denuncia”, señala el reporte.
Entre estas muertes, se encuentra la del líder indígena Manobo, Datu Kaylo Bontolan, , asesinado en Filipinas por oponerse a la minería ilegal en la zona, luchó por defender su derecho a la autodeterminación y proteger sus tierras ancestrales de quienes buscan explotar sus recursos naturales.
Minería y agronegocio
Global
Witness señala que la minería fue el sector más letal a nivel mundial con
50 personas defensoras asesinadas en 2019, y que la agroindustria continúa
siendo una amenaza, particularmente en Asia, donde el 80% de los ataques producidos
estuvieron relacionados con este sector.
“La agroindustria y el petróleo, el gas y la minería aparecen como los principales detonantes de los ataques contra personas defensoras de la tierra y el medio ambiente. Al mismo tiempo, son las industrias que propician el cambio climático a través de la deforestación y el aumento de las emisiones de carbono”, expresó al respecto Rachel Cox, encargada de campañas de Global Witness.
Entre las y los activistas que aún sostienen su lucha y están bajo amenaza se encuentra Angélica Ortiz, prominente defensora Wayuu de La Guajira, quien durante años se ha opuesto a la mina de carbón más grande de América Latina, como parte de los esfuerzos para proteger el derecho al agua de las comunidades que viven en una de las regiones más pobres de Colombia. A lo largo de esta labor, ha sido amenazada y hostigada.
Por otro lado el reporte puntualiza cómo, bajo una mayor represión y vigilancia durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19, la protección de las y los activistas resulta aún más crítica para la reconstrucción de un planeta más seguro y más verde.
Finalmente, la organización indica que es posible que a nivel mundial, el número real de homicidios haya sido mucho mayor porque en general los casos no son documentados. Esta ausencia de informes, de impunidad generalizada y corrupción, dificultarían la identificación de responsables; sin embargo, Global Witness pudo vincular 37 de los asesinatos a las fuerzas estatales y sospecha el involucramiento de actores privados como sicarios, bandas criminales y guardias de seguridad privada.
A continuación el número toral de asesinatos por país, Bolivia figura con un caso:
Número total de asesinatos por país.
Colombia | 64 |
Filipinas | 43 |
Brasil | 24 |
México | 18 |
Honduras | 14 |
Guatemala | 12 |
Venezuela | 8 |
India | 6 |
Nicaragua | 5 |
Indonesia | 3 |
RDC | 2 |
Burkina Faso | 2 |
Rumania | 2 |
Kazajstán | 2 |
Uganda | 1 |
Perú | 1 |
Camboya | 1 |
Bolivia | 1 |
Ghana | 1 |
Kenia | 1 |
Costa Rica | 1 |
(Fuente Global Witness)
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