
La Paz, 8 de mayo de 2025 (ANF).- La vida de los pacientes renales en Bolivia está en riesgo, no solo por la gravedad de su enfermedad, sino por la falta de medicamentos esenciales en los hospitales. Así lo reveló la Defensoría del Pueblo en un reciente informe, tras una verificación realizada entre el 11 y 14 de abril de 2025 en 20 establecimientos de salud públicos y de la seguridad social a nivel nacional.
De los 15 hospitales que brindan atención a pacientes con enfermedad renal, incluida hemodiálisis, siete (el 47%) reportaron faltantes de medicamentos. La situación es particularmente grave en el sector público, donde cinco de los siete hospitales visitados (71%) carecían de los insumos necesarios para tratar a este grupo vulnerable.
Entre los centros públicos afectados figuran el Hospital Boliviano Japonés de Cobija, que no dispone de heparina sódica, eritropoyetina ni vitamina C, esenciales para el tratamiento renal; y el Hospital Municipal Boliviano Holandés de El Alto, donde falta el complejo B en comprimidos, un suplemento fundamental para pacientes con diálisis.
La situación no es mejor en otros departamentos. En Santa Cruz, el Hospital Japonés no cuenta con soluciones ácidas y básicas, filtros para hemodiálisis ni catéteres especiales. En Potosí, el Hospital Daniel Bracamonte registra carencia de atorbastatina y agujas para hemodiálisis, mientras que en Tarija, el Hospital Regional San Juan de Dios carece de solución glucosa, albúmina y calcio carbonatado.
En el caso de la Caja Nacional de Salud (CNS), los hospitales Obrero N° 9 de Cobija y Obrero N° 2 de Cochabamba también presentaron faltantes. El primero no cuenta con vitamina C en ampollas ni heparina sódica, y el segundo, con calcio, aunque se informó que llegaría en los próximos días.
La Defensoría del Pueblo señala que esta escasez no es un hecho aislado, sino parte de un patrón estructural que vulnera el derecho a la salud de los pacientes renales, quienes requieren tratamientos continuos y sin interrupciones. La falta de estos medicamentos puede derivar en complicaciones graves, hospitalizaciones recurrentes o incluso la muerte.
Ante esta situación, la Defensoría ha solicitado a los Gobiernos Autónomos Departamentales de Potosí, Santa Cruz y Tarija, y a los Municipios de Cobija y El Alto, asumir medidas urgentes para garantizar el abastecimiento en los hospitales bajo su jurisdicción. A su vez, se exhorta a la Gerencia General y las Administraciones Regionales de la CNS de Cobija y Cochabamba a hacer lo propio.
En el marco de sus recomendaciones, la institución defensora del pueblo también propone remitir los resultados de la verificación al Ministerio de Salud y Deportes, a la Gerencia General de la CNS y a la ASUSS, para que activen mecanismos de solución y fiscalización.
Asimismo, se plantea que las Delegaciones Defensoriales Departamentales y la Unidad de Coordinación Regional de El Alto hagan seguimiento a las respuestas institucionales y promuevan acciones de incidencia local, a fin de que se restablezca la provisión de medicamentos esenciales.
El informe destaca que entre las causas estructurales de esta crisis están el incremento de precios de medicamentos y la falta de proponentes en las licitaciones públicas, lo que ha generado un quiebre en la cadena de suministro hospitalario, afectando a miles de pacientes.
Mientras las autoridades no actúen con urgencia, los enfermos renales seguirán librando una doble batalla: contra su enfermedad y contra un sistema de salud que no garantiza los insumos básicos para vivir.
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