La Paz, 14 de febrero de 2024 (ANF).- El vicepresidente de la Confederación Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Ricardo Centellas, manifestó que los magistrados prorrogados no deben repostularse al Órgano Judicial ni al Tribunal Constitucional; y abogó por la selección de autoridades “imparciales”.
“Por supuesto que no (deben repostularse), respondió Centellas a la consulta sobre si los magistrados prorrogados deberían volver a postularse en el proceso de elecciones judiciales. “Creo que cuando uno acaba un tiempo de servicio público legalmente establecido ahí concluye, y creo que hay que dar oportunidad a otros”, afirmó.
El 31 de diciembre de 2023 se cumplió el mandato de seis años de los altos cargos del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Tribunal Constitucional y Consejo de la Magistratura, pero por una Declaración del TCP autoprorroragon el tiempo de sus funciones.
Pese a la ola de críticas, los magistrados prorrogados han salido en defensa de su ampliación de mandato, al que ni siquiera pusieron un límite de tiempo, sino hasta que se realicen las elecciones judiciales, un proceso que sigue estancado. Es más, voceros del Ejecutivo han defendido la prórroga de funciones.
Si bien ya existe una Ley Transitoria para las Elecciones Judiciales promulgada la pasada semana, hasta la fecha el Legislativo no ha aprobado el reglamento y convocatoria para ese proceso judicial que terminará con la elección de las máximas autoridades judiciales y constitucionales.
Centellas abogó para que ese proceso sea transparente y para que se seleccione a autoridades “totalmente imparciales, sin ningún tipo de acercamiento o que respondan a líneas políticas”, sostuvo la autoridad de la CEB, según radio Fides.
Asimismo, depositó su esperanzan para que las próximas autoridades seleccionadas “realmente administren justicia con imparcialidad y con rapidez, porque es increíble cómo tardan los procesos judiciales en nuestro país”, afirmó.
Monseñor hizo estas declaraciones después de celebrar la misa de Miércoles de Ceniza en la catedral metropolitana de la ciudad de Sucre.
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