
Una nueva polémica divide las opiniones de los bolivianos, esta vez es la nueva imagen institucional del Gobierno de Luis Arce. Una cruz andina con representaciones de naciones indígenas del país es el diseño que recibió el “visto bueno” de las actuales autoridades y la crítica de una parte de la población.
No es lo mismo un símbolo patrio, la imagen institucional de un Gobierno, la marca país o un logotipo de un determinado ministerio. Vi, con mucha preocupación, que los conceptos no son adecuadamente asimilados por políticos, autoridades de Gobierno, presentadores de televisión, ni usuarios de redes sociales. Aquí algunas precisiones para aportar a este debate que nos distrae a los bolivianos en tiempos de pandemia.
La imagen institucional de Gobierno o marca gobierno es usada por la mayoría de los gobiernos para que sus principales instituciones, ministerios en nuestro caso, tengan una misma imagen y un uso de fuentes tipográficas iguales.
La marca país tiene que ver con la identidad visual de un país para fines de promoción turística, habitualmente es un logotipo, donde resalta una tipografía con el nombre del país.
Los símbolos patrios, en cambio, están establecidos en la Constitución Política del Estado son inalterables y reglamentados por normativas. Desde la reforma constitucional de 2009 se incluyó a la whipala y la flor de patujú, sin retirar a ninguno de los que históricamente formaron parte de la nación: la bandera tricolor, el escudo de armas, la escarapela y la flor de la kantuta
La oposición política y detractores del Gobierno, con base en algunas normas, acusan a Arce de pretender suplantar el escudo de armas y por otro lado tratar de imponer una visión andino-centrista.
Se tiene como antecedente que el gobierno de Jeanine Áñez uniformó los logotipos de los ministerios e instauró una imagen institucional, después de muchos años de un carnaval de logotipos ministeriales. La propuesta de la anterior gestión fue recuperar un símbolo patrio, el escudo de armas, en un diseño de línea monocromática, es decir en blanco y negro.
El actual gobierno, por obvias diferencias políticas busca diferenciarse del anterior, crea una nueva y legítima imagen institucional, persiste en el concepto de homogeneidad para sus ministerios pero con un nuevo diseño significativamente más complejo. Explican, las autoridades y funcionarios, que la imagen institucional muestra lo diverso y plurinacional del país.
Existen ejemplos de gobiernos de países vecinos que hace varios años ya aplican esta imagen institucional, que algunos la llaman marca gobierno. Según su criterio estético y comunicativo insertan elementos como sus escudos o los colores de sus banderas. Hallo que hay un principio común y muy conocido en el ámbito del diseño gráfico; simplificar elementos para que sean fácilmente identificados por el receptor.
La imagen institucional o marca gobierno de Arce no reemplaza a los símbolos patrios, pero presenta un diseño complejo en lo visual y conceptual. Por ejemplo, desde el punto de vista de usos y representaciones el textil andino no podría estar en una misma categoría que una máscara chiquitana. El excesivo uso de colores y la tipografía en mayúsculas no son de mi agrado, pero la estética es subjetiva.
En todo caso, el cambio de imagen es buena noticia para imprentas, empresas de gigantografías y otros que podrán beneficiarse de las contrataciones estatales relativas a papelería y material gráfico. El material de la gestión de Áñez deberá ser desechado o reciclado, no obstants, habrá habido un desperdicio de recursos públicos.
Lo verdaderamente objetivo es que Bolivia debe definir normas claras respecto al uso de símbolos patrios, marca país e imagen institucional. Debe ser una política de Estado, que implique no cambiar material gráfico tan a menudo y eso ayudaría a generar un ahorro. Una marca país que perdure varios años ayudaría a que alguno de los 7.000 millones de habitantes del planeta nos pueda diferenciar de entre casi 200 naciones.
José Luis Columba Fernández es periodista boliviano.