
La Paz, 26 oct (ANF).- La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) expresa su hondo pesar por el tránsito a la Casa del Padre de Ana María Romero de Campero, primera Defensora del Pueblo, Director del matutino católico Presencia y laica comprometida.
Los pastores episcopales señalan que ratifican junto a “su familia y la sociedad boliviana la firme convicción de la esperanza en la resurrección”. “La fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que no es un Dios de muertos, sino de vivos”, señala el comunicado de la Secretaría General de la CEB.
La primera Defensora del Pueblo fue una laica comprometida, y como tal participó en el Sínodo de Laicos en Roma, fue delegada en la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano y Caribeño (CELAM) en Santo Domingo, recuerda el comunicado.
Elegida como la primera Defensora del Pueblo “trabajó por la justicia y la pacificación del país”, señala el comunicado al recordar que Anamar como se la conocía o doña Anita como se la llamaba, “demostró una capacidad de empatía y apertura de diálogo en los momentos más conflictivos por los que atravesaba Bolivia, denotando gran comprensión y compromiso con su pueblo, defendiendo siempre a los más necesitados, siguiendo la voz Evangelio”.
Los Obispos señalan: “Nos unimos con nuestras oraciones a su familia en estos momentos y rogamos al Señor de la Vida para que la acoja en sus brazos, otorgándole la paz y el descanso eterno”.
Ana María Romero de Campero falleció a las 22:10 del lunes 25 de octubre, sus restos son velados en el templo de Los Carmelitas, parroquia a la que pertenecía.
Fue periodista, invirtiendo su vida por más de tres décadas en el “mejor oficio del mundo”, fue reportera de varios medios de comunicación social, pasando por El Diario en sus inicios, fue colaboradora del padre José Gramunt en la Agencia de Noticias Fides (ANF), como ella misma lo recordó en una entrevista realizada años atrás, cuando todavía dirigía el matutino católico Presencia.
Corresponsal de la Agencia alemana DPA, ejerció el periodismo en Estados Unidos y a su retorno al país la Conferencia Episcopal Boliviana la tentó para dirigir Presencia, tarea que cumplió por varios años.
Como la primera Defensora del Pueblo ejerció el cargo entre 1998 y 2003, defendiendo a quienes acudían a las oficinas que ella misma logró instalar. Luego dirigió la organización UNIR, también de salvaguardia y de investigación sobre los medios de comunicación. El 2009, ingresó a la palestra política con el Movimiento Al Socialismo como primera senadora, y en enero del 2010, elegida Presidenta de la Cámara Alta, función que ejerció por contados días, la enfermedad le hizo dejar el cargo.
La Agencia de Noticias Fides (ANF) se adhiere al dolor de la familia y expresa sus condolencias por la pérdida, de una amiga y ex colaboradora de este medio de comunicación social. //JTI//