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Nacional Sociedad

Complejo hidroeléctrico del Bala pone en riesgo patrimonio arqueológico de hasta 4.000 años de antigüedad

Una de las piedras halladas, de 3,1 de alto por 2,1 metros de ancho, está ubicada en un lugar denominado “sitio 1 Chepete” y que habría cumplido “una función importante para la orientación de los navegantes provenientes del sector occidental del río Chepete”.
17 de Agosto, 2016
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Esquematización del arte rupestre de la zona.
Esquematización del arte rupestre de la zona.
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La Paz, 17 de agosto (ANF).- La construcción del complejo hidroeléctrico del Bala pondría en riesgo el patrimonio arqueológico de la zona, que tiene una antigüedad de 4.000 años, admiten los documentos sobre impacto ambiental realizados por la empresa italiana Geodata y que obtuvieron de manera primicial ANF y la Fundación Solón.

“En base a los cuatro sitios arqueológicos registrados se podría definir que la afectación al patrimonio arqueológico es alta, escala 3, justificado todo en base a las presencia sitios con petroglifos medianamente conservados”, asegura el informe. La construcción de las represas ocasionará inundaciones, que afectarían la flora y fauna, además de la riqueza arqueológica.

El reporte agrega que “la mayoría de los sitios incluidos en esta alternativa fueron objeto de estudios arqueológicos sistemáticos; en especial en el registro del arte rupestre. Por lo cual aún se desconoce posibles evidencias en sectores no registrados de las áreas de influencia directa e indirecta” del proyecto hidroeléctrico.

El proyecto busca construir la hidroeléctrica Chepete, para producir 3.251 megavatios, y El Bala, para generar 425, a un costo de 6.000 millones de dólares, ambas sobre el río Beni. Ello generaría, según el Gobierno, más de mil millones de dólares en ingreso anual si esa energía fuera exportada. Se cree que las represas estarían listas en un plazo de cinco años desde su inicio.

Expertos han señalado, sin embargo, que no está garantizada la venta de electricidad a Brasil u otro país vecino, para generar los ingresos mencionados por el Gobierno y que los costos ambientales son enormes y pondrían en riesgo el equilibrio ecológico de la zona.

El documento de Geodata añade que “en relación al patrimonio arqueológico de la zona el área en cuestión se dispone sobre un espacio geográfico ampliamente ocupado y explotado por diferentes grupos culturales, ya sean locales o foráneos. Estos procesos de asentamiento se remontan aproximadamente al segundo milenio antes de nuestra era y se extiende, en lo que concierne al periodo prehispánico, hasta 1536 con la irrupción de la colonia española”. 

El estudio contabilizó 54 sitios arqueológicos “en la cuenca media del río Beni, serranías de Ixiamas y las áreas naturales protegidas del Madidi y de Pilón Lajas”. Estos sitios arqueológicos son de variada y aún no determinada data cronológica y asociación cultural y textualmente Geodata afirma que “con este cabal entendimiento del panorama arqueológico de la zona se pudo determinar que la misma es de alta sensibilidad arqueológica.”

Una de las piedras halladas, de 3,1 de alto por 2,1 metros de ancho, está ubicada en un lugar denominado “sitio 1 Chepete” y que habría cumplido “una función importante para la orientación de los navegantes provenientes del sector occidental del río Chepete”.
 
En el “sitio 2 Sama 1”, que se encuentra a 300 metros de la desembocadura de un pequeño arroyo denominado Sama, se encuentran otros grabados en piedra, uno de los cuales tiene cuatro metros de altura. Según el documento “el arroyo Sama es un cauce de agua permanente que ofrece recursos de pesca y es un paradero de caza. Esto explicaría las representaciones de fauna del sitio. La casi exclusividad de representaciones de espirales de una roca lleva a pensar que las espirales son una representación ligada cercanamente al agua, la navegación o la pesca.”

En el “sitio 3 Sama 2” se encuentra una roca arenisca de gran tamaño, grabada con un motivo geométrico lineal, que podría estar acompañado por otros grabados, pero que estaban cubiertos por la corriente en el momento de registro; en el “sitio 4” existe un “petroglifo cubierto por el agua, el cual ha decir de los guías locales muestra una representación zoomorfa poco conservada”.

/RPU/