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Nacional Sociedad

29 estudiantes pasan clases en aulas precarias en la escuela René Arteaga, no hay agua ni pizarras

La unidad educativa se encuentra en la frontera con Paraguay y los profesores que dictan clases deben dormir y cocinar en carpas instaladas en las mismas aulas.
13 de Septiembre, 2021
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Estudiantes del colegio René Arteaga pasan clases en una aula improvisada. Foto: Marian Vargas
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La Paz,  13 de septiembre (ANF).- Todos los días 29 estudiantes entre niños y adolescentes, de primaria y secundaria, acuden a diario a la unidad educativa René Arteaga, ubicada en la comunidad Cuatro Vientos del municipio de Macharetí, en el departamento de Chuquisaca cerca a la frontera con Paraguay, para aprender. Los menores no solo caminan largas distancias para ir a la “escuelita”, sino también se enfrentan a una precaria infraestructura, no cuentan con luz ni agua y no hay las pizarras suficientes.

Una de las profesoras de la escuela, Andrea N., que dicta la materia de Química, cuenta a la ANF que las necesidades “son grandes” y que tanto docentes como estudiantes soportan las inclemencias del tiempo, calor, frío y lluvia ´porque la pequeña infraestructura educativa que acoge a 29 alumnos está construida de adobe y maderas que tienen grandes huecos.

Dice que no cuentan con mobiliario, los niños pasan clases sentados en adobe, ladrillo o maderas, tampoco cuenta con las pizarras suficientes para que los docentes puedan explicar sus materias. Andrea tuvo que ingeniársela y utilizar un nylon plástico para poder desarrollar sus temas  y que la enseñanza sea “más optima” para sus alumnos.


La pizarra de nailon que utiliza la profesora Andrea.

Recalca que la enseñanza es multigrado, es decir que en un aula Andrea debe atender a alumnos de diversos grados.

“No contamos con pizarrones grandes acrílicos y para un ejercicio de química y física se necesita mucho espacio”, lamenta la maestra que llegó al establecimiento el 2017. Desde hace dos años viaja desde Oruro, de donde es oriunda, a Macharetí junto a su pequeño hijo.

Admite que desde la pandemia del coronavirus (Covid-19) viaja con miedo a contraer la enfermedad o peor que su bebé se contagie. Sin embargo, dice que el amor por su profesión y sus estudiantes su temor se desvanece. Destaca orgullosa que este año se graduará la segunda promoción del colegio.

“Pese a todas las carencias, pese a que nuestras aulas con bien precarias, este año se va a graduar la segunda promoción”, comenta a tiempo de señalar que de los 29 estudiantes, 10 son de secundaria y 19 primaria y nivel inicial.

A la fecha hay cuatro docentes de planta, dos de secundaria y otros dos para primaria. Pero, hay  ocho profesores que son modulares, es decir rotan por bimestres por varios colegios, incluyendo el René Arteaga.


Un profesor dicta clases en una de las aulas precarias.

Otra de las preocupaciones que tiene Andrea es el espacio donde deben convivir los profesores que por la distancia se quedan semanas en el colegio y como no cuenta con la infraestructura adecuada se vieron obligados a instalar carpas de camping en las aulas, ahí duermen, se asean, incluso cocinan.

“Yo he tenido que poner una carpa, es decir vivo, cocino, duermo y enseño en el mismo lugar. Como estoy con mi hijito y a veces llora, una de mis colegas que se queda también no puede descansar bien por los llantos, es bien complicado”, afirma con tristeza.

La falta de luz y agua agrava la situación crítica de estudiantes y docentes en este tiempo de pandemia.

La maestra, en sus cuatro años en el colegio, señala que las autoridades visitan el lugar, pero solo para “verificar los límites”. Pide ayuda a las autoridades para mejorar las condiciones del centro educativo, ya que revela que incluso hay niños que se quedan por semanas enteras en el colegio porque sus viviendas quedan a kilómetros de distancia.

“Cuando hace calor es terrible estar aquí, se acaba el agua, no hay un refrigerador o cuando llueve entra el agua, necesitamos la intervención de las autoridades, por favor”, implora.

Marian Vargas, que conoció de cerca la realidad de la escuela porque una de sus sobrinas asiste a la unidad educativa como oyente también pide a las autoridades mejorar las condiciones de estudio.

“Hay que mejorar las condiciones de estudio y vida de esos niños y maestros”, afirma a la ANF.

Vargas lanzó una campaña para las mejoras y lamenta que los niños, adolescentes y docentes atraviesen una “triste realidad”.

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    Aulas precarias