
La Paz, 22 de junio (ANF). - El ministro de Gobierno, Carlos Romero, pidió este viernes dejar de afectar su honor, después de que en las últimas semanas fue objeto de una serie de acusaciones y críticas.
“No dañen mi honor, yo solo les pido eso. Yo trabajo hace años y soy el único ministro de la historia de Bolivia que se ha metido directamente a desarticular organizaciones criminales”, manifestó la autoridad en contacto con los medios.
Romero sumó mayores críticas por la muerte del estudiante Jonathan Quispe en una protesta de la Universidad Pública de El Alto (UPEA). En un primer momento, la autoridad acusó a los manifestantes de ser autores del deceso y cuando se confirmó que la policía provocó el hecho, pidió disculpas.
Las muertes del joven Franz Álvarez Flores, en un operativo antidrogas en San Matías, y del reo Víctor Hugo Escobar Orellana, alias “Oti”, en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro también provocaron cuestionamientos contra el Ministro.
Incluso Óscar Peña, cuñado del recluso fallecido, acusó a Romero de estar detrás de la muerte del reo.
La autoridad dijo que “los medios tienen derecho a dar palestra a delincuentes, tienen la libertad de hacerlo”, pero solicitó no ponerlo a debatir “con maleantes, a quienes me dedico a perseguir”.
“Si hacen eso me estarían anulando, es decir que yo ya no podría trabajar desarticulando bandas criminales por el riesgo que me los echen encima en un video o en una red social”, afirmó.
Enfatizó que dedica todo su esfuerzo para el esclarecimiento de los casos y no permitirá que lo difamen.
“No voy a caer en el juego de algunos politiqueros de quinta que tratan de embarrar mi imagen con organizaciones criminales”, apuntó.
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