mie 27 de Septiembre, 2018
Altas autoridades de los 12 Estados que ratificaron el Acuerdo de Escazú. Foto: Prensa Latina
La Paz, 27 septiembre (ANF).- Durante la
sesión 73 de la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU), 12 países, entre
los que no figura Bolivia, firmaron el Acuerdo de Escazú.
El Acuerdo materializa
los principios de la Declaración de Rio de 1992, relacionados con los derechos
de acceso a la información, a la participación y a la justicia en asuntos
ambientales, en obligaciones para los Estados, consagrándolos como derechos
humanos.
Entre los Estados firmantes figura Antigua
y Barbuda, Santa Lucía, Guyana, México, Panamá, Argentina, Uruguay, Perú,
Brasil, Ecuador y Guatemala, junto a Costa Rica son las primeras 12 naciones
firmantes, sin embargo Bolivia, a pesar
de haber sido parte del proceso de elaboración del Acuerdo y embanderar la
defensa de la Madre Tierra a nivel internacional, no firmó dicho compromiso.
Desde la cancillería se explicó que, ni
el presidente Evo Morales, ni el canciller Diego Pari pudieron participar de la
ceremonia de la firma del Acuerdo este jueves, pero que a partir de la fecha se
abre un periodo de cuatro años para el Estado boliviano y otros que aún no lo
hicieron se adhieran al compromiso, situación que fue interpretada como una
mala señal de parte de algunos defensores del medioambiente en el país.
La ONU destaca que el Acuerdo de Escazú
resulta siendo un instrumento de segunda generación, que vincula explícitamente
la protección del ambiente y los derechos humanos, y es uno de los documentos
más importantes en las últimas décadas, como lo han reconocido expertos y
actores clave.
Su texto incorpora
también medidas para fortalecer la cooperación entre países y las capacidades
nacionales, a partir de la creación de un estándar común y ambicioso.
Al intervenir en la ceremonia de firma del Acuerdo de Escazú,
la primera vicepresidenta y canciller Epsy Campbell exaltó el sitio donde
negociaron y aprobaron el texto de ese documento.
'Recordando aquel lugar que nuestros indígenas huetares
llamaron Itskatzú y en el que empezamos a construir la historia de una de las
empresas más ambiciosas de democracia ambiental, no me queda más que celebrar
con gratitud esta firma como un paso de gigantes, para que el Acuerdo de Escazú
sea más pronto que tarde una realidad en nuestra región', afirmó Campbell.
Destacó que una gobernanza funcional a la protección del
medio ambiente y al bienestar humano requiere de capacidades institucionales,
pero igualmente de diálogo, de concertación y sinergias entre múltiples
actores, incluyendo aquellos que se ven directamente afectados o beneficiados
por la acción ambiental y el cambio climático.
Desde Bolivia, algunos defensores del medioambiente cuestionaron al Gobierno boliviano por no asumir una posición clara frente al Acuerdo de Escazú. La investigadora Georgina Jiménez a través de las redes sociales escribió: "Que Bolivia estando allá no lo firme, ni se pronuncie diciendo que lo hará solo se interpreta como falta de voluntad para garantizar el acceso a derechos de información, participación y justicia ambiental a los bolivianos".
/ANF/