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Economía

CEDLA: El modelo del MAS consolidó un capitalismo para pocos, salarios estancados y ganancias récord para empresarios

La banca privada también resultó particularmente beneficiada. Las utilidades de los bancos comerciales se duplicaron en participación dentro del conjunto de empresas privadas, pasando del 3% en 2005 a más del 10% desde 2017.
30 de abril, 2025 - 13:49
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Imagen ilustrativa.
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La Paz, 30 de abril de 2025 (ANF).- Un reciente análisis publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA)concluye que el modelo económico impulsado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) durante sus gestiones de gobierno no sólo mantuvo, sino que consolidó una estructura de acumulación capitalista que favoreció a los grandes grupos empresariales, mientras los ingresos de los trabajadores permanecieron prácticamente estancados.

El documento, titulado “La herencia del fracaso del MAS: ¿una reedición del ajuste neoliberal?” y publicado en la revista Alerta Laboral N° 93, sostiene que el modelo económico del MAS presenta escasas diferencias con los regímenes neoliberales previos. Según el informe, pese a un discurso inicial de ruptura con el pasado, la realidad mostró una continuidad en la orientación pro empresarial de las políticas públicas.

Durante el periodo 2006-2022, las utilidades de las empresas privadas crecieron sostenidamente, alcanzando cifras récord como los 5.605 millones de dólares en 2015. Incluso en los años de menor desempeño, las ganancias se mantuvieron por encima de los 3.000 millones anuales desde 2012, con una tasa promedio anual de crecimiento del 8,18%, detalla el CEDLA.

La banca privada también resultó particularmente beneficiada. Las utilidades de los bancos comerciales se duplicaron en participación dentro del conjunto de empresas privadas, pasando del 3% en 2005 a más del 10% desde 2017. La tasa anual promedio de crecimiento fue del 13,6%, cifra significativamente superior al crecimiento de los ingresos laborales en el mismo período.

En contraposición, el informe revela que las remuneraciones reales de los trabajadores asalariados del sector privado apenas crecieron un 0,98% anual en promedio. El poder adquisitivo pasó de 2.040 a 2.385 bolivianos entre 2006 y 2022, reflejando un virtual estancamiento. El crecimiento salarial de los obreros, aunque más elevado que el de los profesionales y empleados, fue insuficiente frente al incremento de las ganancias empresariales.

El CEDLA advierte que este desequilibrio entre capital y trabajo se dio a pesar del aumento del salario mínimo, la congelación de precios de productos básicos y la implementación del segundo aguinaldo —que solo fue pagado en cinco de los diez años desde su aprobación en 2013—, medidas que no lograron revertir la precariedad laboral ni mejorar sustancialmente el nivel de vida de los trabajadores.

El estudio señala que el MAS promovió un tipo de capitalismo denominado inicialmente “capitalismo andino-amazónico” y más tarde difundido como “socialismo comunitario”. Esta fórmula buscaba el ascenso de una nueva “burguesía popular” a través de la apropiación de rentas estatales, recursos naturales y concesiones, con apoyo del aparato estatal.

Sin embargo, según el análisis del CEDLA, esta “burguesía emergente” no desplazó a los sectores tradicionales del poder económico, sino que se sumó a ellos. Las principales actividades rentables, como la producción de hidrocarburos, minería aurífera y el negocio inmobiliario, continuaron bajo el control de capitales transnacionales o de grupos nacionales aliados a intereses privados.

La llamada “nacionalización” de los hidrocarburos, por ejemplo, no modificó sustancialmente la estructura del sector, pues las empresas extranjeras conservaron el control operativo y estratégico de la producción. Lo mismo ocurrió con las concesiones auríferas, gestionadas por cooperativas asociadas a empresas extranjeras.

En el ámbito urbano y rural, el documento denuncia un complejo sistema de apropiación de tierras y recursos por parte de organizaciones ficticias en colusión con autoridades estatales, lo cual permitió transferencias ilegales de propiedad que beneficiaron a inversionistas privados.

Desde sectores de derecha, según el CEDLA, se ha tratado de atribuir al MAS un supuesto exceso en la redistribución del ingreso, calificando sus políticas como “populistas” o “socialistas”. Sin embargo, los datos económicos muestran que los verdaderos beneficiarios del crecimiento durante el ciclo masista fueron los grandes grupos empresariales.

El informe advierte que el modelo masista reprodujo, con otros nombres, la lógica neoliberal inaugurada en Bolivia en 1985 con el Decreto Supremo 21060. Las consecuencias fueron similares: precarización laboral, debilitamiento de derechos laborales y profundización de la desigualdad.

En ese sentido, el CEDLA considera que la crisis actual no es resultado de políticas de izquierda radical, sino de un experimento reformista que combinó elementos de redistribución selectiva con una matriz extractivista y clientelar, que terminó reforzando las formas más atrasadas del capitalismo nacional.

El estudio cierra estableciendo paralelismos históricos: así como en los años 80 la población aceptó un ajuste draconiano a cambio de estabilidad, en los años 2000 se apostó por un modelo rentista que desaprovechó el mayor boom fiscal de la historia boliviana. Para el CEDLA, esta es la verdadera herencia del MAS: una economía concentrada, dependiente y profundamente desigual.

/ANF/
 

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