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Cultura y farándula

Magali Acha: ''La escenografía es concepto espacial, no decoración, es diseño de espacio dramático, de espacio de acción''

Magali Acha, escenógrafa argentina, habló con ANF sobre su trabajo en "Tamayo. Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol. III".
25 de mayo, 2015 - 12:28
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Tamayo Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol. III. Foto. Magali Acha
Tamayo Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol. III. Foto. Magali Acha
La Paz, 25 de mayo (ANF).- “El planteamiento es muy del paisaje de La Paz. Hay muchos edificios con ventanas espejadas para reflejar la belleza de las montañas que rodean la ciudad, esas ventanas tienen espejos de colores, verdes y azules. Creo que el reflejo del paisaje es una necesidad de los habitantes de La Paz de reflejarse en su cultura, de mostrar su identidad y de valorarla, de no olvidar quienes son ni a donde van. Y me parece que esos espejos en la escenografía son un poco esa idea, la idea de que todos nos reflejamos en el otro, todos somos Tamayo”, señaló la escenógrafa argentina Magali Acha quien se encargó de montar todo el escenario de la obra de teatro Tamayo. Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol. III.

En sus ocho años de carrera, Acha ha participado en más de 100 obras de teatro argentinas. Egresó como Licenciada en Artes del Teatro (Universidad del Salvador) y estudió con Jean Guy Lecat (Francia), Bert Noimman (Alemania), Gastón Breyer, Gonzalo Córdova, Jorge Pastorino y Rubén Szuchmacher (puesta en escena). 

“La transparencias surgieron por acción, la idea era que pudieran esconderse pero no tanto, verse de a momentos, ver capas, diferentes planos de acción. Se montaron sobre unas estructuras que dan la idea de montañas y del mar. Me llamó la atención que el día que llegó la escenografía, aun sin espejos y sin transparencias, los actores dijeron este es el mar que perdimos… y ahí me dije a mi misma: genial, entendí algo de esta cultura”, comenta Acha sobre la reacción que tuvieron los cuatro actores principales de la obra a partir de su trabajo en escenografía.

La argentina estuvo en Bolivia en dos ocasiones para poder registrar el lugar donde se desarrollaría la obra y para el estreno nacional de la misma.  ANF conversó con ella en exclusiva sobre su participación en la última parte de la trilogía del grupo "Textos que migran", dirigida por Percy Jimenez

ANF. ¿Cuál es tu búsqueda como escenógrafa y como parte de la escena teatral de Argentina? ¿Cuáles son tus curiosidades profesionales?

M.A. En principio mi búsqueda personal es trabajar, buscar que esta profesión, como tal, crezca y sea conocida, valorizada y profesionalizada, me encanta trabajar y me gusta cuando el trabajo está bien hecho y es eso “profesional”. Luego desde lo artístico, no soy buena decoradora, pero si soy buena diseñando espacios, la escenografía para mí es un acompañamiento espacial y dramático de la acción si es meramente decorativa no funciona y no me llena.

Me inclino siempre por pensar espacios de acción, espacios donde pueda transcurrir, donde se pueda habitar, y sobre todo donde el espectador no sepa donde está exactamente, es decir, trabajar en teatros que uno pueda transformar con la escenografía, que luego el espectador diga: “¿este teatro era así? yo me lo acuerdo de otra manera, o mira ¿qué alto era este lugar?”. Me gusta que sea un descubriendo arquitectónico para el espectador, y para mi claro.

ANF. ¿Cómo fue tu acercamiento con Percy Jiménez?

M.A. Con Percy nos puso en contacto Hartmut Becher a travez del Goethe Institut. El vivió en Argentina pero yo solo lo conocía de nombre o de verlo actuar, pero nunca nos habían presentado, y cuando me llamo me encantó la idea. 

Me sume al proyecto sin dudarlo, sin preguntar mucho, me gusta la idea de que haya movilidad, de poder trabajar en otras ciudades, en otros países, con otras culturas y como dije aprender de cada lugar, de cada persona, de cada equipo. Percy es una increíble persona y me permite trabajar con libertad. Me escucha y acepta mis propuestas, aunque sean enormes.

ANF. ¿Cómo ha sido tu relación en el proceso de montaje de la obra?

M.A. Primero comenzamos con charlas vía Skype, yo no tenía idea de quién era Tamayo, tampoco había estado nunca en Bolivia. Y ahí me puse a investigar, me enviaron datos, bibliografía sobre él y comencé a buscar en internet información. Aún no estaba el texto y me costaba tener una idea de escenografía. 

Luego vine a Bolivia a conocer el lugar, a buscar espacios y a ver algunos ensayos. Ahí surgió la primera idea. Cuando llegó el texto mi idea no cambió.

ANF. ¿Qué referencias tienes sobre Bolivia? ¿Alguna idea sobre teatro, arte o cultura boliviana?

M.A. Me encanta la cultura boliviana, creo que me sorprendió mucho y para bien. Casi que quiero ser boliviana. Me parece muy curioso el valor que le dan a sus raíces, no haber perdido el origen, su sangre nativa, a diferencia de Argentina que siempre mira hacia afuera, Bolivia mira hacia adentro y se reinventa. 

Con respecto al teatro, sé que no hay mucho, pero creo que tienen artistas geniales, las cosas que ví tanto acá como en festivales en Argentina y hasta en un festival de teatro en Estonia, han sido muy buenas. Creo que hay una búsqueda de identidad teatral que hay que acompañar, también creo que hay una fuerza artística muy grande.

ANF. ¿Cuál es la importancia de la escenografía en una obra de teatro?

M.A. ¡Toda! No hay teatro sin escenografía, aunque en el escenario haya una mesa y una silla o el escenario este desnudo, hay escenografía. La escenografía es concepto espacial, no decoración, es diseño de espacio dramático, de espacio de acción. 

Muchas producciones olvidan la importancia de lo visual en el teatro y eso hace que al verlo falte algo, puede tener a los mejores actores del planeta, el mejor texto, pero sin un buen diseño y uso del espacio la obra se cae.

El teatro es espacio de acción. No hay cultura de escenografía en Latinoamérica, claro que tampoco tenemos presupuesto… pero muchas veces se puede pensar algo simple y económico que sea funcional a la acción dramática y no dejarlo librado al azar. 

Es ideal cuando uno diseña un espacio antes de que comiencen los ensayos, entonces toda acción va a ir de la mano de ese primer diseño, sino lo que comienza a ocurrir es que uno pone cosas porque el actor ensayo con eso y no terminan siendo funcionales dramáticamente. Entonces creo que la escenografía, la luz, el vestuario, son tan importantes como el actor o el director, o el texto. El teatro es un arte colectivo, necesitamos de todas las áreas para que llegue a buen puerto.

ANF. ¿Cuáles han sido los trabajos que más te han marcado en tu carrera profesional y en tu persona en los últimos años?, ¿Por qué?

M.A. De todos he aprendido y mucho. No podría decirte cuales específicamente han marcado mi carrera, creo que todos han sido un paso para mi hoy, y serán un paso para mi mañana. Cada experiencia ha sido única.

Desde el punto de vista técnico, trabajar en la Dirección Técnica del Festival internacional de teatro me ha marcado mucho, luego trabaje en Berlin en la Schaubühne y eso hizo que cambiara mi forma de trabajo, de presentar proyectos, antes hacía bocetos 3d o virtuales y ahora hago maquetas. Previo a esa experiencia pensaba que las maquetas eran una pérdida de tiempo y dinero y ahora entiendo que la maqueta hace que uno pueda ver el espacio y trabajar sobre el. 

También cada director con los que trabajo marca un momento, hay directores con los que puedo ser más libre que otros y eso me ha enseñado a imponerme o no en cada caso.

Hace un par de años hice una escenografía en el Teatro del Abasto en Buenos Aires, la obra se llamaba "Esa no fue la Intención 2”, la escenografía era enorme. Ese trabajo me hizo ver que podría hacer cosas grandes y que no se caía el mundo por eso. He aprendido y descubierto que me gusta cuando la gente va al teatro y dice: esta escenografía es de Magali. 

(MJF)



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