Tamayo Apolíticas consideraciones sobre el nacionalismo Vol. III. Foto. Magali Acha
La Paz, 25 de mayo (ANF).- “El
planteamiento es muy del paisaje de La Paz. Hay muchos edificios con
ventanas espejadas para reflejar la belleza de las montañas que rodean
la ciudad, esas ventanas tienen espejos de colores, verdes y azules.
Creo que el reflejo del paisaje es una necesidad de los habitantes de La
Paz de reflejarse en su cultura, de mostrar su identidad y de
valorarla, de no olvidar quienes son ni a donde van. Y me parece que
esos espejos en la escenografía son un poco esa idea, la idea de que
todos nos reflejamos en el otro, todos somos Tamayo”, señaló la
escenógrafa argentina Magali Acha quien se encargó de montar todo el
escenario de la obra de teatro Tamayo. Apolíticas consideraciones sobre
el nacionalismo Vol. III.
En sus ocho años de carrera, Acha ha participado
en más de 100 obras de teatro argentinas. Egresó como Licenciada en
Artes del Teatro (Universidad del Salvador) y estudió con Jean Guy Lecat
(Francia), Bert Noimman (Alemania), Gastón Breyer, Gonzalo Córdova,
Jorge Pastorino y Rubén Szuchmacher (puesta en escena).
“La transparencias surgieron por acción, la idea
era que pudieran esconderse pero no tanto, verse de a momentos, ver
capas, diferentes planos de acción. Se montaron sobre unas estructuras
que dan la idea de montañas y del mar. Me llamó la atención que el día
que llegó la escenografía, aun sin espejos y sin transparencias, los
actores dijeron este es el mar que perdimos… y ahí me dije a mi misma:
genial, entendí algo de esta cultura”, comenta Acha sobre la reacción
que tuvieron los cuatro actores principales de la obra a partir de su
trabajo en escenografía.
La argentina estuvo en Bolivia en dos ocasiones
para poder registrar el lugar donde se desarrollaría la obra y para el
estreno nacional de la misma. ANF conversó con ella en exclusiva sobre
su participación en la última parte de la trilogía del grupo "Textos que
migran", dirigida por Percy Jimenez
ANF. ¿Cuál es tu búsqueda como escenógrafa y
como parte de la escena teatral de Argentina? ¿Cuáles son tus
curiosidades profesionales?
M.A. En principio mi búsqueda personal es trabajar,
buscar que esta profesión, como tal, crezca y sea conocida, valorizada y
profesionalizada, me encanta trabajar y me gusta cuando el trabajo está
bien hecho y es eso “profesional”. Luego desde lo artístico, no soy
buena decoradora, pero si soy buena diseñando espacios, la escenografía
para mí es un acompañamiento espacial y dramático de la acción si es
meramente decorativa no funciona y no me llena.
Me inclino siempre por pensar espacios de acción,
espacios donde pueda transcurrir, donde se pueda habitar, y sobre todo
donde el espectador no sepa donde está exactamente, es decir, trabajar
en teatros que uno pueda transformar con la escenografía, que luego el
espectador diga: “¿este teatro era así? yo me lo acuerdo de otra manera,
o mira ¿qué alto era este lugar?”. Me gusta que sea un descubriendo
arquitectónico para el espectador, y para mi claro.
ANF. ¿Cómo fue tu acercamiento con Percy Jiménez?
M.A. Con Percy nos puso en contacto Hartmut Becher a
travez del Goethe Institut. El vivió en Argentina pero yo solo lo
conocía de nombre o de verlo actuar, pero nunca nos habían presentado, y
cuando me llamo me encantó la idea.
Me sume al proyecto sin dudarlo, sin preguntar
mucho, me gusta la idea de que haya movilidad, de poder trabajar en
otras ciudades, en otros países, con otras culturas y como dije aprender
de cada lugar, de cada persona, de cada equipo. Percy es una increíble
persona y me permite trabajar con libertad. Me escucha y acepta mis
propuestas, aunque sean enormes.
ANF. ¿Cómo ha sido tu relación en el proceso de montaje de la obra?
M.A. Primero comenzamos con charlas vía Skype, yo
no tenía idea de quién era Tamayo, tampoco había estado nunca en
Bolivia. Y ahí me puse a investigar, me enviaron datos, bibliografía
sobre él y comencé a buscar en internet información. Aún no estaba el
texto y me costaba tener una idea de escenografía.
Luego vine a Bolivia a conocer el lugar, a buscar
espacios y a ver algunos ensayos. Ahí surgió la primera idea. Cuando
llegó el texto mi idea no cambió.
ANF. ¿Qué referencias tienes sobre Bolivia? ¿Alguna idea sobre teatro, arte o cultura boliviana?
M.A. Me encanta la cultura boliviana, creo que me
sorprendió mucho y para bien. Casi que quiero ser boliviana. Me parece
muy curioso el valor que le dan a sus raíces, no haber perdido el
origen, su sangre nativa, a diferencia de Argentina que siempre mira
hacia afuera, Bolivia mira hacia adentro y se reinventa.
Con respecto al teatro, sé que no hay mucho, pero
creo que tienen artistas geniales, las cosas que ví tanto acá como en
festivales en Argentina y hasta en un festival de teatro en Estonia, han
sido muy buenas. Creo que hay una búsqueda de identidad teatral que hay
que acompañar, también creo que hay una fuerza artística muy grande.
ANF. ¿Cuál es la importancia de la escenografía en una obra de teatro?
M.A. ¡Toda! No hay teatro sin escenografía, aunque
en el escenario haya una mesa y una silla o el escenario este desnudo,
hay escenografía. La escenografía es concepto espacial, no decoración,
es diseño de espacio dramático, de espacio de acción.
Muchas producciones olvidan la importancia de lo
visual en el teatro y eso hace que al verlo falte algo, puede tener a
los mejores actores del planeta, el mejor texto, pero sin un buen diseño
y uso del espacio la obra se cae.
El teatro es espacio de acción. No hay cultura de
escenografía en Latinoamérica, claro que tampoco tenemos presupuesto…
pero muchas veces se puede pensar algo simple y económico que sea
funcional a la acción dramática y no dejarlo librado al azar.
Es ideal cuando uno diseña un espacio antes de que
comiencen los ensayos, entonces toda acción va a ir de la mano de ese
primer diseño, sino lo que comienza a ocurrir es que uno pone cosas
porque el actor ensayo con eso y no terminan siendo funcionales
dramáticamente. Entonces creo que la escenografía, la luz, el vestuario,
son tan importantes como el actor o el director, o el texto. El teatro
es un arte colectivo, necesitamos de todas las áreas para que llegue a
buen puerto.
ANF. ¿Cuáles han sido los trabajos que más te han marcado en tu carrera profesional y en tu persona en los últimos años?, ¿Por qué?
M.A. De todos he aprendido y mucho. No podría
decirte cuales específicamente han marcado mi carrera, creo que todos
han sido un paso para mi hoy, y serán un paso para mi mañana. Cada
experiencia ha sido única.
Desde el punto de vista técnico, trabajar en la
Dirección Técnica del Festival internacional de teatro me ha marcado
mucho, luego trabaje en Berlin en la Schaubühne y eso hizo que cambiara
mi forma de trabajo, de presentar proyectos, antes hacía bocetos 3d o
virtuales y ahora hago maquetas. Previo a esa experiencia pensaba que
las maquetas eran una pérdida de tiempo y dinero y ahora entiendo que la
maqueta hace que uno pueda ver el espacio y trabajar sobre el.
También cada director con los que trabajo marca un
momento, hay directores con los que puedo ser más libre que otros y eso
me ha enseñado a imponerme o no en cada caso.
Hace un par de años hice una escenografía en el
Teatro del Abasto en Buenos Aires, la obra se llamaba "Esa no fue la
Intención 2”, la escenografía era enorme. Ese trabajo me hizo ver que
podría hacer cosas grandes y que no se caía el mundo por eso. He
aprendido y descubierto que me gusta cuando la gente va al teatro y
dice: esta escenografía es de Magali.
(MJF)