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Opinión

Una buena noticia de la Fiscalía

10 de Noviembre, 2018
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AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ

El que el Fiscal Lanchipa haya desestimado la contraacusación de la Fiscalía contra el doctor Jiehry Fernandez, es no solo una buena noticia para este, sino para el país en su conjunto. Aunque las cosas no se están dando con la celeridad que el caso amerita, lo que podemos ver, es que muy pronto el doctor Fernández recuperará su libertad, (aclaremos que todavía está con un injusto e ignominioso arresto domiciliario). Esperemos que en un futuro próximo él pueda comenzar a rearmar su vida profesional, y por supuesto su vida personal, como el hombre de bien que él es.

Los cuatro años que le han sido robados por un grupo de canallas inescrupulosos no los recuperará jamás, aunque es obvio que el Estado tiene la obligación de procesar las compensaciones económicas que un caso así amerita. El doctor Fernandez merece ser indemnizado no solo a partir de los sueldos que dejó de percibir, o de los gastos en los que él y su familia incurrieron en su defensa, sino que en el daño y el dolor causados por un Estado injusto y una sociedad indolente. Si señores, no solo el Estado boliviano está en deuda con Fernández, sino todos los bolivianos, porque buena parte de su padecer fue causado indirectamente por nuestra indiferencia, o peor por el espíritu morboso de nuestra colectividad, de ahí que aparte de que los directos responsables deberán pagar con sus propios bienes ese terrible daño,  y por supuesto responder ante la justicia, no me parece equivocado que salga de nuestros impuestos, o de nuestras rentas como Estado, una indemnización importante para la persona que ha sido acusada de uno de los crímenes más atroces que alguien se pueda imaginar.

A Jiehry Fernandez, le deseo una vida fecunda, y feliz, le deseo que este largo episodio se convierta con el tiempo en solo eso, y que encuentre el camino para perdonar a los que tanto daño le han hecho, no por ellos, sino por si mismo, mientras tanto son el Estado y la sociedad, los que tiene que ocuparse de castigar a los responsables directos.

La exjueza Pacajes, que ya está en la cárcel, es tal vez de todos, la menos detestable, siquiera en su borrachera mostró un mínimo de vergüenza por su accionar, los demás jueces, fiscales, y técnicos, tienen que causar más indignación.

Podemos alegrarnos, de que aunque tardíamente, el Defensor del Pueblo haya reaccionado en este caso, pudo haberlo hecho mucho antes, de la misma manera como pudieron hacerlo las personas poderosas de este país, a las que acudieron la víctima y sus familiares.

Esta buena noticia, nos puede alegrar y aliviar enormemente, pero debe quedar claro, que una golondrina no hace la primavera, y lo que debe tomarse en cuenta, es que aunque el caso del doctor Fernandez mostró el extremo de la bajeza del sistema judicial boliviano, hay cientos o miles de casos donde está campeando la no justicia.

Bolivia tiene que enfrentarse a este monstruo que ha sido creado no hace 12 años, sino que no se sabe cuando, pero que ciertamente ha sido groseramente alimentado en los últimos tiempos.

En estos tiempos en que se preparan las propuestas electorales, los candidatos deberán pensar muy seriamente en hacer una propuesta que incluya una lucha frontal contra la corrupción de cualquier tipo en la justicia, y contra la injerencia de otros poderes en la misma, algo que por cierto, el partido gobernante no podrá capitalizar, en parte porque no hizo nada al respecto en estos años salvo empeorar la situación, y en parte porque si se consolidan las pretensiones ilegales del  presidente y el vicepresidente de ser reelegidos, no tendrán la más mínima credibilidad por doble partida. 

Agustin Echalar es operador de turismo

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