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Opinión

Soberanía no rima con Cancillería

27 de Julio, 2019
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FRANCESCO ZARATTI
Los conflictos por ríos y aguas internacionales siguen jugando un papel protagónico y avivando sentimientos encontrados en las relaciones internacionales con Chile. De hecho, sin necesidad de remover el doloroso tema del río Lauca, ni de referirse a la demanda en curso en la Corte de La Haya sobre las “aguas del Silala”, he conocido otra disputa que involucra a nuestro país sin que aparentemente el Gobierno esté enterado.

Manuel José Ossandón es un senador chileno del partido conservador Renovación Nacional, un personaje mediático y polémico por sus posturas. Hace pocos días, alertado por un reclamo de los pobladores de la punta chilena inserta entre Perú y Bolivia, el senador hizo una denuncia que encontró cierto eco en la prensa de su país y que me llamó la atención en cuanto incluye también a Bolivia en un reclamo de Chile a Perú sobre desvío de aguas internacionales.

Según la noticia reportada por El Mercurio (edición de Antofagasta), el senador Ossandón acusa a Perú de haber desviado unilateralmente las aguas del Uchusuma, un río de trazado sinuoso que nace en Perú y cruza territorio chileno, con el fin de alimentar un canal que lleva esas aguas a la región peruana de Tacna para fines de riego.

Estuve leyendo en El Mercurio los comentarios de los lectores a la noticia (un género que nuestros periódicos digitales aún no han desarrollado a plenitud) y, después de ojear unos 50 comentarios y descartar loas e insultos al senador, llegué a ciertas conclusiones.

En primer lugar, el desvío de marras ocurrió hace treinta años aproximadamente, de modo que la denuncia del senador es, cuanto menos, extemporánea. Pero, para el arraigado nacionalismo chileno nunca es tarde para denunciar una irregularidad y exigir a su Cancillería actuar en consecuencia. Curiosamente, no ha habido reacciones oficiales, de ambos lados.

Sin embargo, algún lector informado, con base en un conocido trabajo científico del ingeniero y arqueólogo chileno Hans Walther Rafael Niemeyer Fernández (fallecido el año 2005) sobre la hidrografía de esa región, comentó e hizo notar que en el Tratado de Lima del 1929 Chile cedió al Perú los derechos de aprovechamiento del río Uchusuma. Textualmente el art. 2 del Tratado dice, en la parte pertinente: “…Chile cede a perpetuidad a favor del Perú, todos sus derechos sobre los canales de Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos que queden en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo...”

Por tanto, como los tratados se respetan (un “leitmotiv” de la Cancillería chilena), muchos lectores hicieron hincapié en la artificiosidad de la denuncia y sugirieron al senador de marras dedicarse a causas más nobles.

Ahora bien, en el texto de Niemeyer se lee que el río Uchusuma corre 40 km en territorio peruano, 8 km en Chile y los últimos 30 km en territorio boliviano, hasta confluir en el río Mauri, un afluente del río Desaguadero, el cual finalmente muere en el lago Uru Uru al sur de Oruro. Pero resulta que desde hace 30 años el lecho del Uchusuma es seco en los 8 km chilenos y en los 30 bolivianos.

Consecuentemente, si bien Chile no tiene motivos para reclamarle a Perú, en virtud del Tratado de 1929, Bolivia sí conserva derechos sobre las aguas del río Uchusuma, debido a que no firmó el Tratado de marras.

La pregunta que se hará usted, estimado lector, y que transmito a nuestra Cancillería, es: ¿conoce el ministro este asunto? Y, si lo conoce, ¿qué acciones ha desplegado la Cancillería en los últimos 30 años para defender los intereses y la soberanía de Bolivia sobre las aguas del río Uchusuma? 

Francesco Zaratti es físico
Twitter: @fzaratti

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