
El decano sindicado por su exsecretaria de haberse embolsillado Bs394.500 de una treintena de egresados de la Carrera de Comunicación Social, Edgar Pomar Crespo, solía escudarse en la autonomía para evitar la mirada pública. El 23 de abril de 2024, día de la segunda vuelta de las elecciones de rector y vicerrector, difundió un mensaje por WhatsApp que decía que votar por María Eugenia García, actual Rectora de la UMSA, significaba permitir la injerencia de María Galindo en la Universidad debido a que la activista había expresado su apoyo a la entonces candidata Mauge.
En éstos últimos días, dos escándalos de corrupción sacudieron a la UMSA: el primero, el hurto de Bs394.500 de la carrera de Comunicación Social y el segundo, la falsificación de firmas en Ciencias Políticas. Tras un análisis de las opiniones en las redes sociales sobre estos escándalos constaté una coincidencia: la mayoría de los internautas cree que la autonomía es la causa de la corrupción.
¿Cuándo nació la autonomía universitaria?
Nació allá por el año 900 después de Cristo. “el islam sembró las semillas de organizaciones no gubernamentales que administraban sus propios asuntos por separado de las instituciones religiosas y el poder gubernamental. Un ejemplo sobresaliente es la ‘madrasa’. Esas escuelas de estudios teológicos sirvieron como modelo para las primeras universidades europeas nacidas en regiones como el sur de Italia”, escribe John Keane, en su libro “Vida y muerte de la democracia”. El profesor australiano agrega que uno de los aspectos definitorios de las nuevas universidades fue su compromiso explícito de ejercer el autogobierno autónomo.
Esta semilla dio frutos en la Europa Medieval. Las universidades de Bolonia (1088) y París (1150) surgieron como corporaciones autónomas de estudiantes o maestros que buscaban proteger sus intereses frente al poder eclesiástico o real. En ese sentido, obtuvieron cartas fundacionales que les daban, por ejemplo, el derecho a juzgar a sus miembros (fuero universitario) o a autogobernarse.
¿Qué significa autonomía?
Durante los siglos XII y XIII, el Papado y algunos reyes otorgaron a las universidades ciertos grados de autonomía, especialmente en lo académico (currículum, grados) y lo jurídico. De este modo, se consolidó el principio de libertad académica, comprendido como el derecho de los maestros a enseñar sin interferencias y de los estudiantes a aprender en un entorno libre de coacción externa. He aquí la esencia de la autonomía.
Para reforzar la idea de libertad de pensamiento, el humanismo renacentista y la Reforma protestante promovieron la crítica al control religioso y político sobre el saber. La historia demuestra que la autonomía nació para proteger la libertad de enseñanza y la organización interna de las universidades frente a la Iglesia y al Estado.
De Europa saltó a América. Comenzó con la reforma universitaria en Córdoba en 1918. Hasta ese momento, la Universidad Nacional de Córdoba estaba dominada por estructuras elitistas y clericales que limitaban la participación de estudiantes y profesores. Para cambiar esta situación los estudiantes exigieron:
Autonomía Universitaria
Cogobierno (participación de estudiantes, docentes y graduados)
Libertad de cátedra.
Extensión Universitaria.
Acceso más democrático y renovación pedagógica.
El Manifiesto Liminar de 1918 selló estas demandas y se convirtió en el documento base de la lucha universitaria latinoamericana. De Argentina llegó a Bolivia en 1930.
El artículo 5 del Estatuto Orgánico de la UMSA (31/10/1988) establece que la autonomía se basa en: a) La independencia ideológica de la UMSA respecto a cualquier gobierno. b) La libre administración de sus recursos; c) El nombramiento de sus autoridades, personal docente y administrativo; d) La elaboración y aprobación de su Estatuto Orgánico, planes, presupuestos y reglamentos. No dice: robar o encubrir a los corruptos.
En suma, la autonomía vela por el conocimiento científico, al que es difícil llegar desde el adoctrinamiento, la ideologización o el dogmatismo de grupos fácticos o gobiernos totalitarios. Su sentido: aprender y debatir libre de injerencias externas y aportar conocimientos para resolver temas nacionales. Algunas autoridades universidades han cedido parte de su autonomía al gobierno central a cambio de presupuesto. He ahí la explicación de por qué las “U” guardan silencio ante problemas del país.
La autonomía no es la causa de la corrupción, sino la falta de transparencia. El artículo 7.b. del Estatuto de la UMSA señala que la democracia universitaria consiste en el carácter público de los actos del gobierno universitario y su sometimiento a la fiscalización de la Comunidad Universitaria por la forma y mecanismos señalados en este Estatuto. La UMSA cree que es transparente con su unidad de Transparencia. NO.
La transparencia significa cumplir el artículo señalado permitiendo la vigilancia pública en línea. Por ejemplo, el egresado que se acogió al plan PETAENG de Comunicación Social debería saber en línea la administración del dinero que pagó. Los docentes y estudiantes de Ciencias Políticas en general deberían acceder en línea al informe que presentaron los organizadores del seminario organizado en un hotel de cinco estrellas.
Transparencia quiere decir que los ciudadanos que aportan a las universidades públicas tienen derecho a saber en línea sobre las planillas de sueldos, sobre el flujo de adjudicaciones, sobre ingresos denominados propios, sobre las evaluaciones para ser docente. Las universidades públicas deberían ser un ejemplo de gobierno electrónico.
La autonomía no se defiende con un certificado de no tener antecedentes antiautonomistas, cuyo costo es de Bs48, sino con una gestión transparente. De otro modo, la sociedad se cansará y pedirá anular la autonomía porque percibe que sólo sirve para enriquecer a las camarillas que gobiernan la UMSA. Los corruptos huyen de la mirada pública como los vampiros del sol. Por eso, quieren arreglar la corrupción entre “camaradas” al interior de la UMSA.
El autor es periodista y abogado