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Opinión

Fumata bianca. Fumata nera.

3 de Mayo, 2025
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«Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombre». [Juan 5:10]

Fumata bianca. El humo blanco que escapará de la chimenea de la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano después del 7 de mayo anunciará cuando los cardenales electores hayan seleccionado un nuevo Pontífice Romano.

Entre los frescos de Michelangelo di Lodovico Buonarroti que, a pedido de Julio II (1503-1513), entre 1508 y 1512 recrearon pictóricamente la creación del mundo —continuando la obra, mucho menos ambiciosa, iniciada años atrás bajo Sixto IV (1471-1484), quien en 1482 la inauguró— y que después continuaría entre 1536 y 1541 en la misma Capilla con la creación en el altar de El Juicio Final a pedido de Clemente VII (1523-1534) y Paulo III (1534-1549), los 135 cardenales electores escogerán (encomendados al Espíritu Santo, aunque algunos se deben haber encomendado personal y privadamente a la Divina Providencia), en las vueltas de votaciones que sean necesarias, como nuevo Sumo Pontífice a quien obtenga dos tercios de los votos: 90 (si faltaran algunos de los 135 electores por la razón justificada que fuera, el cociente de 2/3 se aplicaría a la suma de los presentes).

Aunque poco conocido al respecto, el Codex Iuris Canonici (Código de Derecho Canónigo) vigente establece que todo varón mayor de 18 años, profesante de fe, religioso —conventual o diocesano— o laico puede ser elegido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Los 252 cardenales vivos que han estado en Roma (por ejemplo, Cardenal Ticona no pudo asistir a Roma por su salud y edad) para las exequias de Su Santidad Francisco y para el Cónclave, los 135 que son electores —aunque se anuncia la ausencia justificada de dos—, pudieron reunirse en cinco Congregaciones Generales entre el lunes 28 de abril y ayer viernes 2 de mayo, con el objetivo de debatir el perfil del próximo Papa, discutir cuestiones procedimentales y establecer alianzas antes del Cónclave que iniciará el próximo miércoles 7. (Giovanni Angelo Cardenal Becciu está excluido desde que tuvo que presentar su renuncia en 2020 por denuncias de corrupción en su contra, perdiendo todos los derechos y prerrogativas, aunque inicialmente amenazó con participar en la electio).

Para entender el Cónclave es positivo que revisemos algunos números: De los 164 cardenales creados por Francisco, 149 están vivos pero son electores sólo 108. De los 90 creados por Benedicto XVI, votan 22 de los 62 vivos. Y de los 41 vivos de los 231 creado por San Juan Pablo II, podrán votar 5. Una primera aproximación, desde las posiciones teopolíticas de los Pontífices que los crearon, podría creerse que 27 (de los 321 creados cardenales designados por San Juan Pablo II y Benedicto XVI) serían conservadores, pero el mismo Cardenal Bergoglio lo rebatiría: fue creado por San Juan Pablo II en 2001; una segunda aproximación desde el concepto de posiciones teopolíticas sería que los 108 cardenales creados por Francisco serían reformistas (o, incluso, próximos a la corriente woke cuasi cismática dentro de la Iglesia Católica alemana en temas como la sexualidad, el celibato, el papel de las mujeres y la homosexualidad en desacuerdo con la doctrina de la Santa Sede) pero nada más distante de la realidad cuando algunos de los cardenales más conservadores —de la Iglesia Católica en África y en otros lugares— se opusieron a posiciones defendidas por el Papa Francisco, a pesar de haber sido investidos por él. 

Otra posible aproximación cabalística podría ser por el origen: de los 29 cardenales de África, 18 votarán; de los 28 de América del Norte, 16 son electores y 12 ya no; de Nuestra América debajo del Río Grande, 21 sí votarán y 19 ya superaron la edad; de los 37 prelados asiáticos, 23 ejercerán su voto. Europeos son 113 pero sólo menos de la mitad (53) están habilitados; por último, podrán votar los cuatro cardenales de Oceanía (el cardenal por Australia Mykola Bychok, obispo de Melbourne para los católicos ucranianos de Australia, Nueva Zelanda y Oceanía, es nacido en Ucrania y con 45 años es el miembro más joven del Sagrado Colegio Cardenalicio; fue investido de esa dignidad el 7 de diciembre de 2024 en el último consistorio del Papa Francisco). 

Aunque la Iglesia Católica se opone por convicción a las apuestas, en estos días las cábalas se han centrado en los nombres de los cardenales Parolin (italiano) y Tagle (filipino), seguidos a distancia por Tukson (ghanés), Zuppi (italiano) y Erdo (húngaro).

Como nadie me obliga a no hacer cábala, no apuesto pero predigo algunos no: no será latinoamericano ni norteamericano; la probabilidad que sea un europeo la veo menguada después que se rompió la costumbre por cuatro siglos y medio de elegir italianos; no creo que sea de los mayores y sí posiblemente menor de 70 (San Juan Pablo II tenía 58 años cuando subió al Pontificado). Por último, un pequeño análisis:

Igual que se dice que «quien entra Papa al Cónclave, sale cardenal» (una invocación a la humildad), también se ha dicho que “casi siempre” detrás de cada Papa fuerte vino uno débil o menos visible —ejemplificado esto por San Juan XXIII (Pontificado fuerte) detrás de Pío XII (Papa invisible); San Pablo VI (muy trabajador pero menos visible que su antecesor) detrás de San Juan XXIII; sin contar el Beato Juan Pablo I, detrás de San Pablo VI vino San Juan Pablo II (fortísimo su Papado); detrás de San Juan Pablo II vino Benedicto XVI (opaco), y detrás de Benedicto XVI vino Francisco (un terremoto reformista para la Iglesia, aunque menos que lo que quería el wokismo)… Elucubre usted.

Me queda la Fumata nera, y tan sombría y tenebrosa como el cielo que veo desde mi ventana anunciando tormenta es la perspectiva para las próximas elecciones; y singularizo la perspectiva porque, a hoy, sociatas 21 (o lo más parecido a ellos) no pueden unirse, ni pueden hacerlo —ni quieren— socialdemócratas, liberales, centristas, nacionalistas, conservadores. Hasta el 19 de mayo habrá espacio para más peleas e insultos (y hasta para un Morales que quiere saltarse la legalidad nuevamente, nuestro Becciu chapareño).

Pidamos al Espíritu Santo que el 18 de agosto —o el 20 de octubre, tras una muy probable segunda vuelta a vistas hoy— nos encuentre confesados de pecados… Sobre todo del cometido el día anterior.

El autor es analista y consultor político