
El Gobernador de La Paz, Santos Quispe, a pocas semanas de haber sido posesionado como autoridad, está causando polémica mediática, debido a sus declaraciones y acciones como el alejamiento de Jallalla, agrupación política que lo llevó a la silla de la primera autoridad departamental. La verdad no se sabe si empezó con el pie derecho o izquierdo, al respecto ya se hicieron algunas apreciaciones, como el artículo “En un mes, el gobernador Quispe estuvo envuelto en 7 polémicas” de Erika Segales, publicado por el periódico Página Siete en fecha 27 de mayo de 2021. Pero muchos analistas han olvidado la relación de Santos Quispe con el indianismo radical y con el pensamiento de su padre “El Mallku”. Pues quien está en el poder departamental no es cualquiera persona, es nada menos que el hijo del reconocido político, ideólogo y escritor Felipe Quispe.
Desde hace décadas, Felipe Quispe luchó por una sociedad justa para que los aymaras y quechuas tengan mejores condiciones de vida al igual que los denominados mestizos y q'aras; asimismo denunció y batalló al discurso y práctica colonial imperante de siglos atrás en el Qullasuyu. Él vio que la única manera de cambiar la situación de los indios era llegando al poder estatal. Durante su trayectoria política apostó por varios indios políticos, pero ninguno pudo adquirir un verdadero poder, así que el propio Felipe Quispe buscó medios y alternativas para ese fin.
En la década de 1970 apoyó al surgimiento de líderes aymaras, como a Luciano Tapia y Constantino Lima y fue militante activo del Movimiento Indio Tupaj Katari (MITKA). Los primeros indianistas no lograron llegar a la silla presidencial, aunque obtuvieron un par de curules, pero para Felipe Quispe esto no era suficiente. Los problemas económicos y las pugnas internas entre caudillos debilitaron al movimiento hasta hacerlo desaparecer, esta situación obligó a Felipe Quispe a dejar el movimiento, más no el indianismo y tomar nuevos rumbos para llegar al poder. A mediados de la década de 1980 funda el Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK), un nuevo movimiento que busca cambiar la realidad del país y llegar al poder estatal mediante las armas. No obstante, esta vía tampoco resultó porque no había las condiciones ni convicción política entre sus militantes, incluso fue traicionado por los hermanos García, hasta por el propio indio.
A finales de la década de 1990, “El Mallku” incursiona en la vida sindical y logra ocupar el primer cargo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). En la organización sindical operó de manera orgánica con los sindicatos campesinos, aquí es donde ejerció el poder al máximo, un poder sindical pero no un poder estatal. Desde el sindicalismo cuestionó al Estado colonial y al gobierno de ese entonces. En el año 2000 cerca la ciudad de La Paz y es la primera vez que se escucha el nombre de “El Mallku” y desde ese momento creció aún más su imagen con distintos matices de aceptación o rechazo.
Es desde el año 2000 cuando funda su propio partido político Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) que se dan las condiciones políticas para incursionar en el sistema de partidos políticos. No logró el objetivo de ganar la presidencia, pero obtuvo algunos escaños, entre ellos figuraba su presencia. Años después cuando el MIP participó nuevamente en las elecciones perdió su personería jurídica. En esta situación continuó formando líderes y participando como candidato invitado en algunas elecciones nacionales y sub nacionales. Felipe Quispe aspiraba a cargos nacionales y departamentales y no así a cargos locales.
Cuando parecía que por fin ganaría las elecciones subnacionales de este año, según las encuestas, la muerte golpea a su puerta y se lo lleva, dejando muchas interrogantes, como: ¿Qué hubiese hecho “El Mallku” en la Gobernación?, ¿Hubiese exterminado a los q'aras?, ¿Hubiese instaurado el Qullasuyu? Después del deceso en plena campaña, nadie tenía la talla para reemplazar al Mallku, entonces se supuso que el único que podría asemejarse a él era su hijo, Santos Quispe. Se apostó a la frase: “de tal palo tal astilla”, de ahí nace el denominativo “Wayna Mallku”.
¿Cómo se entiende que Santos Quispe reemplace a su padre y que esté en el poder departamental?
Significa dar continuidad y aplicar el pensamiento de “El Mallku” y por ende poner en mejor estatus al indianismo radical. Quizás Santos Quispe nunca pensó ni soñó ser gobernador, pero al final cosechó el trabajo que sembró su padre, pero ahora tendría que actuar con mucha responsabilidad. Es la primera vez que un indianista llega al poder departamental, hubo algunos, pero no fueron autoridades electas. Considero que es el momento propicio para aplicar el discurso de los 500 años de opresión, veremos cómo entiende este término.
Se supone que Santos Quispe es indianista al igual que su padre, entonces el reto del llamado “Wayna Mallku” es articular la ideología indianista con la gestión pública; de esa manera se pondrá en manifiesto la capacidad de materializar la ideología en proyectos de inversión por las que su afamado padre luchó incansablemente hasta el día de su muerte. En caso de que no logre aplicar el poder indio iniciará el fracaso del indianismo como proyecto de sociedad y de él. Como consecuencia esta ideología podría no ser más referente para las nuevas generaciones y quedar para la posteridad como la triste utopía del indio libertario. Hasta el momento no se escuchó hablar del poder indio o del indianismo, solo se notó un fanatismo cuando hace semanas dijo que pondrá retratos de su padre en todas las oficinas. No creo que “El Mallku” esté feliz si solo levantan e instrumentalizan su nombre, tal como hicieron los indigenistas con los líderes aymaras del pasado.
Saúl Flores Calderón es sociólogo