Trinidad, 26 DIC. (ANF).- Este viernes pasadas las 13:00 horas, Carlos Rivero Smith (El Cali), acusado de asesinar a tiros en su despacho al abogado y ex prefecto del Beni, Máximo Pessoa Yeske, el 27 de octubre, se entregó a la Policía en la plaza principal de esta capital.
Horas antes su abogado defensor, Juan Carlos Saldaña, había coordinado su entrega con las autoridades de la Policía y del Ministerio Público, quienes no se pronunciaron al respecto, según afirmó.
Saldaña, informó que en base al artículo 223 del Código de Procedimiento Penal, planteó una presentación espontánea al Ministerio Público, pero pasadas las 48 horas no tuvo una respuesta oficial.
Después habló con el director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc), teniente coronel Marcelino Mérida, sobre el mismo tema, éste le propuso por razones operativas que la entrega se produzca a las 14:30, pero con su cliente (El Cali), decidieron hacerlo antes.
Sólo un policía estuvo presente cuando Carlos Rivero, que se presentó acompañado por su madre y otros familiares llegó al lugar donde luego fue aprehendido.
Ahí lo esperaba su abogado, la representante del Defensor del Pueblo y el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en el Beni.
Una vez en la Felcc se elaboró un acta de entrega voluntaria que será entregada al Ministerio para que el fiscal asignado al caso proceda a imputar o no al ahora detenido.
En el mismo acto, el abogado Saldaña, pidió a quienes corresponda retirar las fotografías de su defendido que se colocaron en lugares públicos, al considerar que dañan su imagen porque ya no es una persona buscada.
Asimismo, pidió a los representantes de Derechos Humanos y del Defensor del Pueblo estar presentes en los actos procesales que se desarrollaran para determinar si su defendido tuvo algo que ver en el asesinato de Máximo Pessoa Yeske.
El 27 de octubre pasado cerca de las 10 de la mañana el abogado y ex prefecto del Beni, Máximo Pessoa Yeske, recibió cuatro disparos de arma de fuego (revolver), lo que le ocasionó la muerte, pese a que fue atendido en el Hospital Germán Busch donde llegó todavía con vida.
Días antes Carlos Rivero lo acusó de haberle disparado en la cabeza, supuestamente porque mató a su sobrino Darwin Pessoa.
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