ANF O2512 16:06:11 20-08-2000VAR PAPA JOVENESEs urgente cambiar de rumbo y dirigirse a Cristo.- 2.000.000 de jóvenes participaron en la jornada mundial realizada en Roma.La Paz, 20 ago (VIS-ANF).- "Es urgente cambiar de rumbo y dirigirse a Cristo, que es también el camino de la justicia, de la solidaridad, del compromiso por una sociedad y un futuro dignos del hombre", exclamó este domingo el Papa Juan Pablo II en la homilía de la celebración eucarística de clausura de la XV Jornada Mundial de la Juventud.El testimonio de la lógica de la cruz y del servicio es necesario en el mundo, de esa confirmación "necesitan más que nunca los jóvenes, tentados a menudo por los espejismos de una vida fácil y cómoda, por la droga y el hedonismo, que llevan después a la espiral de la desesperación, del sin sentido, de la violencia", remarcó el Santo Padre. A las 8,30 de este domingo, en Roma, Juan Pablo II volvió al campus universitario de Tor Vergata, donde presidió la celebración eucarística de clausura de la XV Jornada Mundial de la Juventud ante los 2.000.000 de jóvenes que el sábado por la noche participaron en la vigilia de oración en el mismo lugar.A QUIEN ACUDIR:En la homilía, el Papa comentó la pregunta del apóstol Pedro dirigida al Señor: "¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna". Y añadió: "La pregunta de Cristo sobrepasa los siglos y llega hasta nosotros, nos interpela personalmente y nos pide una decisión. ¿Cuál es nuestra respuesta? Queridos jóvenes, si estamos aquí hoy es porque nos vemos reflejados en la afirmación del apóstol Pedro".Muchas frases resuenan, pero "sólo Cristo tiene palabras que resisten al paso del tiempo y permanecen para la eternidad", puntualizó al recordar a los jóvenes que este momento de su vida les impone algunas opciones decisivas como ser la especialización en el estudio, la orientación en el trabajo, el compromiso que deberán asumir en la sociedad y en la Iglesia. "Es importante darse cuenta de que, entre todas las preguntas que surgen en vuestro interior, las decisivas no se refieren al qué. La pregunta de fondo es quién: hacia quién ir, a quién seguir, a quién confiar la propia vida".El Santo Padre subrayó que "sólo Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y de María, la Palabra eterna del Padre, que nació hace dos mil años en Belén de Judá, puede satisfacer las aspiraciones más profundas del corazón humano".En la pregunta de Pedro: ¿A quién vamos a acudir? Está ya la respuesta sobre el camino que se debe recorrer. Es el camino que lleva a Cristo. Y el divino Maestro es accesible personalmente, en efecto, está presente sobre el altar en la realidad de su cuerpo y de su sangre. En el sacrificio eucarístico podemos entrar un contacto, de un modo misterioso pero real, con su persona, acudiendo a la fuente inagotable de su vida de Resucitado".EL AMOR A PESAR DE:"La Eucaristía es el sacramento de la presencia de Cristo que se nos da porque nos ama. L nos ama a cada uno de nosotros de un modo personal y único en la vida concreta de cada día: en la familia, entre los amigos, en el estudio y en el trabajo, en el descanso y en la diversión", puntualizó el Papa."Nos ama cuando llena de frescura los días de nuestra existencia y también cuando, en el momento del dolor, permite que la prueba se cierna sobre nosotros; también a través de las pruebas más duras, l nos hace escuchar su voz"."Sí, queridos amigos, ¡Cristo nos ama y nos ama siempre! Nos ama incluso cuando lo decepcionamos, cuando no correspondemos a lo que espera de nosotros", agregó el Santo Padre al asegurar "¿cómo no estar agradecidos a este Dios que nos ha redimido llegando incluso a la locura de la Cruz? ¿A este Dios que se ha puesto de nuestra parte y está ahí hasta al final?".TRASCENDENCIA:El Santo Padre pidió a los jóvenes que al volver a sus tierras de origen se conviertan en difusores de la fe, poniendo la Eucaristía en el centro de su vida personal y comunitaria, también les exhorto amarla, adorarla y celebrarla, sobre todo el domingo, día del Señor.Vivan la Eucaristía dando testimonio del amor de Dios a los hombres, les dijo al pedir el brote de numerosas y santas vocaciones al sacerdocio. La Iglesia tiene necesidad de alguien que celebre también hoy, con corazón puro, el sacrificio eucarístico, puntualizó.Juan Pablo II también pide a los jóvenes ser "testigos fervorosos de la presencia de Cristo en nuestros altares", que la Eucaristía modele su vida y la de las familias que formarán; que oriente todas sus opciones de vida. El Papa afirmó que si alguno de los jóvenes presentes sintiera la llamada del Señor se dé "totalmente a L para amarlo 'con corazón indiviso', que no se deje paralizar por la duda o el miedo. Que pronuncie con valentía su propio 'SV' sin reservas, fiándose de El que es fiel en todas sus promesas".Antes de que el Papa diera la bendición final, se leyó el mensaje del VII Foro Internacional de la Juventud, que se celebró en Roma del 12 al 15 de agosto. (JTI)