
La Paz, 2 de mayo (ANF).- Tras año y medio, el periodista Juan Pablo Guzmán dejó esta semana la conducción del programa Hora 23 de la red televisiva Bolivisión y denunció presiones del Gobierno en el ejercicio periodístico.
Guzmán denunció que en la actualidad la consigna en las entrevistas es “dejar hablar” a las autoridades del oficialismo, no incomodarlos y ni pensar en cuestionarlos.
“¿Opositores o analistas independientes? Nunca o de vez en cuando para salvar las formas”, señaló el periodista en su cuenta de Facebook.
El comunicador recordó que en los 16 años, entre 1985 y 2001, que hizo periodismo en radio y televisión “jamás” el dueño de alguno de esos medios o los directores, gerentes o jefes le dijeron a quién no entrevistar ni qué preguntar.
“Hoy muchos entrevistados del oficialismo van a una entrevista con las preguntas que quieren que se les haga, acordadas previamente con el medio”, afirmó.
Indicó que hoy la agenda informativa es definida por el Ministerio de Comunicación que organiza de forma “hábil” todos los días los temas que se posicionarán en algunos medios, los entrevistados, la “ayuda memoria” para los mismos e incluso las preguntas para los entrevistadores.
“Hoy, no hay nada que aterrorice más a muchos medios que la queja de alguna autoridad o un oficialista por haber sido ‘incomodado’ en una entrevista. Estas fuentes se han mal acostumbrado, con la venia de los medios dóciles, a que no se las cuestioné y que se ‘les dejé hablar’”, aseveró el periodista.
Sostuvo que a diferencia de las personas inteligentes que hay en el oficialismo que responden en las entrevistas con habilidad y conocimiento, los malacostumbrados a la “lisonja periodística”, que son los más, salen de la entrevista y llaman al encargado del medio para quejarse que fueron “maltratados” y se les preguntó algo que no estaba acordado.
Guzmán rememoró que antes era un “pecado fatal” presentar solo a una parte involucrada en un tema pues el buen periodismo define tener una contraparte y distintas visiones de un temática. En cambio, ahora el monólogo del oficialismo es “costumbre”, lo cual ni siquiera provoca vergüenza.
El comunicador calificó de “ingenua y absurda” la idea de que se hace un favor al Gobierno al evitar tocar ciertos temas o ignorándolos pues actualmente existen decenas de medios y una “vigorosa” presencia informativa en las redes sociales que hace imposible que la población no se entere de una cuestión pública. “El silencio cómplice de un medio engaña a su público, no favorece a nadie y es un autogol de media cancha”, aseguró.
Explicó que “algunos” señalan que las “deplorables condiciones” para el ejercicio periodístico deben “sobrellevarse” porque las empresas viven de la publicidad del Ejecutivo, lo cual dijo que es una “hipoteca de la dignidad” que nunca se recupera; los “pragmáticos” indicarán que es un “sacrificio necesario”.
“En cualquier época el buen periodismo siempre incomodará al poder porque esa es la génesis de la relación entre ambos. Pero, a diferencia del presente, en tiempos pasados el recelo del poder generaba a lo máximo intimidación, más no, como hoy, una sistemática política de triturar, hasta extinguir, a todo medio o periodista crítico”, afirmó Guzmán.
Ante esto, el periodista expresó que todo periodista que “ame” su profesión y se respete así mismo e intuya que trabaja por el “bien social” dirá que no.
Manifestó que si bien a los profesionales ese “no al poder” les cueste su condena será la única garantía que le permitirá sobrevivir con la “conciencia” de que solo debe ser servil a la “verdad”.
Tras la publicación de su mensaje, decenas de periodistas le expresaron su apoyo y coincidieron en la existencia de presiones del Gobierno en el ejercicio del periodismo.
“¡Bienvenido al Club Juan Pa, sin claudicar… por la verdad!”, señaló el periodista John Arandia, quien retornó a los medios después de más de tres años tras su retiró de la televisora Cadena A.
Entonces, Arandia explicó que su salida se debió a razones económicas por presiones relacionadas con el retiro de publicidad a ese medio.
Para el periodista Tuffí Aré, Guzmán es de los buenos periodistas que ejercen el oficio como debe ser y con el costo del renunciamiento personal al confort.
El periodista Juan Carlos Salazar expresó que comparte plenamente sus palabras y lamentó su ausencia y la pérdida del espacio que tenía.
“Deberíamos difundir lo que cuentas en cada rincón y espacio posible, un abrazo y un brindis por tu integridad que es la de tu papá y tu hermano”, escribió el periodista Rafael Archondo.
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