Sucre, 11 FEB (ANF).- La desaparición de algunas de las huellas paleontológicas de la reserva de Calorko está generando una polémica entre especialistas y la Fábrica Nacional de Cemento “Sucre” (Fancesa), en cuyas instalaciones se encuentran localizados esos yacimientos que datan del período cretácico.
En declaraciones a medios locales, el geólogo Hugo Heymann dijo que la explotación de las reservas de caliza por parte de la cementera tuvo mucho que ver en el deslizamiento que, el pasado 2 de febrero, destruyó restos de pisadas de dinosaurios que se encontraban en la superficie de un farellón de cerca de varios metros de altitud, y que se habían convertido en un importante atractivo turístico para Sucre.
Según Heymann, la permanente actividad industrial y las constantes detonaciones de masa de dinamita que se producen en el lugar habrían influido para que se produzca el deslizamiento de tierra que borró huellas de animales antidiluvianos, las cuales que aflorado a la superficie también debido a la explotación de caliza.
Heymann considera que la cementera debe paralizar sus actividades en el lugar para así permitir la preservación de ese yacimiento, que, según el paleontólogo suizo Cristian Meyer, se constituye en una de las pistas más extensas encontradas en el mundo.
El especialista también advierte sobre la responsabilidad de las instituciones y políticos locales que “no hicieron nada” por aplicar sistemas de preservación del sitio, pese a las recomendaciones hechas por entendidos en la materia.
Al respecto, autoridades de Fancesa emitieron recientemente un informe técnico que establece que el derrumbe de uno de los muros se debió a factores físicos y climáticos, como la presencia de humedad en las capas de piedra caliza y también a la acción de otros factores como la erosión del suelo.
Según dicha explicación, el farellón sobre el que se encuentran los restos paleontológicos “presenta una formación sui generis” respecto de otras canteras, debido a que está compuesto por placas “intercaladas de arcilla y caliza” que provocaría la inestabilidad del terreno.
El técnico de Fancesa, Roger Salgueiro, explicó que el deslizamiento pudo deberse a otros factores distintos como la pendiente del muro, que alcanza casi los 74 grados, lo que habría facilitado la filtración de agua y producido varias líneas de “fracturación” que acabaron finalmente en un deslizamiento tipo “dominó”.
Otros especialistas consideran que el problema de fondo radica en cuestiones económicas, puesto que –según explican- el rédito que deja el parque cretácico es mucho menor al el que produce la explotación de las reservas de piedra caliza por parte de Fancesa, una de las principales cementeras del país, la cual es propietaria de esos predios desde hace más de cincuenta años.
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