La Paz, 1 de diciembre de 2022 (ANF).– Hace más de un año, el Hospital del Niño de la ciudad de La Paz recibía con mucha esperanza e ilusión cinco ventiladores mecánicos para la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Los equipos que demandaron una inversión de 1,2 millones de bolivianos a la Gobernación paceña tenían el objetivo de cubrir las necesidades de los pacientes graves que llegan a diario a ese nosocomio, pero antes de cumplir un mes empezaron a fallar.
Las carencias en cuanto a equipamiento e infraestructura en ese nosocomio infantil son muchas, pero lo que más preocupa es la situación de terapia intensiva que a la fecha solo tiene nueve camas, de las cuales cuatro funcionan con ventiladores portátiles donados por Usaid; esos equipos cumplieron 10 años cuando su “vida útil” es de cuatro a cinco. Sin embargo, especialistas los adaptaron para alargar su funcionamiento por la falta de equipos en el centro.
Además, el único tomógrafo del nosocomio tiene entre 10 a 12 años y se encuentra en mantenimiento continuo. Los médicos piden que se mejore el equipamiento, aunque consideran que lo ideal es tener una nueva infraestructura hospitalaria.
Esa situación llevó a los especialistas del hospital a solicitar al entonces gobernador Félix Patzi y al Servicio Departamental de Salud (Sedes) equipos de terapia intensiva; a fines de febrero de 2021 se hizo entrega de cinco ventiladores que ahora no funcionan y están almacenados.
El acuerdo de compra fue firmado por Félix Patzi en calidad de gobernador de La Paz y contratante con la empresa unipersonal Importadora Tamiva, representada por Miguel A. Terrazas, ambos suscribieron el contrato de adquisición de bienes. “Ventilador mecánico, monitor multiparamétrico y bombas de infusión”. El monto total aceptado por ambas partes es 1.269.950 bolivianos.
El director del Hospital del Niño, Miguel Quispe, en entrevista con la Agencia de Noticias Fides (ANF) explicó que la unidad de terapia intensiva siempre ha tenido carencias y por eso solicitaron cinco ventiladores, bombas de infusión y monitores para reforzar terapia intensiva. Sin embargo, después de la entrega al mes comenzaron a fallar y pese a sus reclamos no tienen respuesta de las autoridades.
“Los ventiladores nos entregaron en febrero de 2021, en modo fábrica funcionan y así fueron recepcionados porque al momento de la entrega no es posible probar en pacientes. Tocó usarlos y comenzaron a fallar prácticamente al mes”, reveló el médico que en esa gestión era el encargado de la UTI del nosocomio infantil.
El director del Hospital del Niño. Foto: ANF
Tras ese incidente se realizaron los reclamos a la empresa y respondieron con una serie de capacitaciones, calibraciones de los equipos y volvieron a funcionar por poco tiempo. Llegaron técnicos de Cochabamba para evaluar los ventiladores, pero sin dar una solución. Entre mayo y junio de esa gestión se hacen dos notas de reclamaciones a la compañía y deciden que se debe desarmar los equipos para repararlos, pero al poco tiempo de su funcionamiento las fallas continuaron y en agosto se pide que los equipos sean remplazados, pero sin respuesta.
Quispe señaló que se hizo conocer al Sedes sobre las deficiencias, pero hasta el momento no dan las soluciones al nosocomio y analizan iniciar un proceso judicial contra la empresa.
“Tenemos un boleta de garantía que vence el febrero del próximo año. Lo más extraño es que cada ventilador falla de la misma forma, para nosotros es un defecto de fábrica y con base a eso estamos contemplando iniciar un proceso judicial”, agregó.
Denuncia
El médico del Hospital del Niño y vicepresidente del Colegio Medico Departamental de La Paz, Christian Fuentes realizó una denuncia pública sobre la adquisición de los ventiladores. El galeno acusó al actual director del nosocomio infantil y al exgobernador Félix Patzi, ya que señala que ambos fueron los que impulsaron e hicieron todo el proceso para comprar los equipos.
“A fines de 2019, en la gestión del anterior gobernador, Felix Patzi, se hizo una licitación de equipos de ventiladores mecánicos, monitores y bombas de infusión debido a la solicitud que hizo el servicio de Terapia Intensiva a cargo del entonces jefe de la UTI y actual director, Miguel Ángel Quispe (...) Se hizo todo el proceso de compra, los equipos llegaron en 2021 y hasta la fecha no funcionan porque presentan fallas”, aseguró.
Fuentes remarcó que el perjuicio supera una gestión y no se da ninguna solución a la falla de los equipos que es necesario para la atención de los pacientes graves que llegan a ese hospital de referencia nacional.
"Mandamos innumerables cartas a los exdirectores técnicos del Sedes, Mayber Aparicio y Adelaida Quispe, quienes no supieron brindar respuestas a estas acciones (...) Esperamos no tener que llegar a otro tipo de instancias y determinaciones", advirtió.
Por su parte, Quispe niega que haya sido para del proceso de selección de los equipos. “No he participado de la selección ni montos porque no es mi tuición, la tuición financiera lo tenía la Gobernación en la gestión de Patzi, yo solicité los equipos, pero ellos (la Gobernación) son los que garantizan que los procesos sean adecuados, yo no he seleccionado ha sido todo un comité”, afirmó.
El director remarcó que las denuncias en su contra son represalias de un grupo de médicos que busca perjudicarlo en su gestión.
“Desde el momento en que asumí la dirección he encontrado un hospital caótico en el tema administrativo, económico y médico. Hemos encontrado grupo de colegas que durante años han acumulado privilegios, las gestiones anteriores han tolerado todo eso y como es mi obligación he corregido porque no es posible que esos privilegios de horarios y cargos sigan, pero en respuesta he recibido agresiones del Colegio Médico y denuncias ante varias unidades de transparencia”, dijo.
Remarcó que hace 24 años trabaja en el hospital y que el requerimiento de los ventiladores se hizo cuatro años antes de la pandemia del coronavirus. Reveló que en la licitación, sólo dos empresas se presentaron debido a que esa convocatoria salió en plena emergencia sanitaria y ese tipo de equipos eran muy escasos.
El secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes), Fernando Romero, lamentó la indiferencia de la Gobernación paceña y el Sedes ante las necesidades que tienen los hospitales públicos. Agregó que el 80 % de los equipos del complejo hospitalario de Miraflores se encuentran obsoletos.
“Las condiciones de los hospitales, la mayoría está en mal estado, no tiene equipos ni tecnología y peor especialistas para abastecer en las consultas y la atención de los enfermos”, añadió.
Los médicos coinciden que el Gobierno dejó en el olvidó al sistema de salud público, sobre todo en cuanto a infraestructura y equipamiento. Piden mayores recursos para fortalecer la atención médica.
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