La Paz, 18 de diciembre de 2022 (ANF). - A una semana de
celebrar la Navidad, la Iglesia católica exhortó este domingo a los feligreses
a ser testigos de la esperanza, reconciliación y la paz en una sociedad que está dividida y con conflictos, con la certeza de contar con la presencia del Niño
Dios.
“A este compromiso nos llama, de manera especial, el Niño Dios, humilde y pobre envuelto en pañales en el umbral de Belén. Seamos testigos de la esperanza, la reconciliación y la paz en nuestra sociedad tan dividida y conflictuada, con la certeza que contamos con su presencia y su ayuda”, dijo en la homilía el arzobispo emérito de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti.
Desde octubre, se registraron conflictos en el país por el tema del censo. Santa cruz sostuvo un paro de 36 días exigiendo que la encuesta se desarrolle en 2023, durante la movilización se registraron enfrentamientos entre quienes apoyaban y rechazaban la medida de presión.
Los avasallamientos a predios privados se incrementaron en las últimas semanas en el departamento de Santa Cruz, este hecho dejó varios heridos, detenidos y amenazas contra los propietarios de las tierras afectadas.
Con relación a la fecha, Gualberti indicó que la fe obediente de José y de María, encabezan el desfile de personas justas y humildes, que han precedido en la fe y que han acogido y cumplido la palabra del Señor y que ahora gozan de su gloria.
“Ellos nos han testimoniado que la fe es el don de Dios, un don que involucra nuestra manera de ser, de pensar y de actuar. Que sus ejemplos, nos animen a dar los mismos pasos, a creer, a confiar en Dios y a cumplir su voluntad en nuestra vida de cada día”, afirmó.
Manifestó que José es justo delante de los hombres porque no expuso a María denunciándola en público, es un sencillo aldeano, un carpintero que sustenta a su familia con el fruto de su trabajo honesto. Es un dedicado padre de familia que, ante la amenaza de muerte al niño Jesús de parte de Herodes, no duda en dejar su tierra y llevarlo hasta Egipto, junto a María, cruzando los peligros del desierto.
Finalmente, aseguró que Dios le confió la tarea de ser padre terrenal de su hijo y le pidió que le ponga al recién nacido el nombre de Jesús y de esta manera, se volvió el padre legal de Jesús delante de la sociedad judía.
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