La Paz, 21 de julio de 2023 (ANF).- La Compañía de Jesús en Bolivia rechazó este viernes la injusta y temeraria acusación que la califica como una “organización criminal”, que hizo sin sustento el abogado de un grupo de exalumnos del antiguo colegio internado Juan XXIII.
“La Compañía de Jesús en Bolivia rechaza con firmeza la injusta y temeraria acusación que la califica, sin sustento alguno, como una ‘organización criminal’”, se pronunció la orden religiosa a través de una nota de prensa.
“Asimismo, niega categóricamente tener una responsabilidad institucional en los casos de abusos que alguno o algunos de sus miembros hayan cometido o supuestamente encubierto. Se trata de responsabilidades personales que cada quien deberá asumir ante la justicia”.
El abogado José Luis Gareca apareció esta semana exhibiendo de manera pública las fotografías y nombres de los jesuitas que son investigados por el Ministerio Público, a quienes sindicó sin pruebas de ser parte de una “organización criminal”, justificó la no presentación de pruebas bajo el argumento que serán “judicializadas”.
Los exprovinciales se han presentado al llamado de las autoridades competentes para prestar sus declaraciones informativas; asimismo, han presentado los documentos necesarios para contribuir con las investigaciones.
“Sobre la suma de presuntos casos de ‘abusos sexuales, abusos de poder y todo tipo de violencia’ que -según el abogado José Luis Gareca- habrían sido perpetrados en el colegio Juan XXIII por varios jesuitas, a quienes se señala exhibiendo públicamente sus nombres y fotografías, la Compañía de Jesús en Bolivia hace un nuevo y vehemente llamado a que se presenten las denuncias y pruebas correspondientes ante el Ministerio Público. Sólo de esta manera se podrá coadyuvar real y efectivamente a la investigación de los casos que existan, pues la prioridad es la justicia integral para las víctimas”, se lee en el comunicado.
Por otra parte, la orden religiosa manifestó que la comunidad boliviana conoce del trabajo que realizan a través de sus numerosas obras sociales, educativas, parroquiales, comunicacionales y pastorales de distinta naturaleza; “en las que numerosos jesuitas, con amplio reconocimiento público o de manera silenciosa, han entregado sus vidas en beneficio de cientos de miles de personas a lo largo de la fecunda historia de la orden en el país”.
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