La Paz, 20 de agosto (ANF). – El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) realizó un trabajo de investigación sobre empresas estatales creadas, impulsadas o consolidadas en el gobierno de Evo Morales y estableció que 11 de ellas registraron una pérdida económica de casi 2.000 millones de bolivianos.
“Si se suman las ganancias y pérdidas de todos los años de gestión de estas once empresas, entre 2007 y 2016, la pérdida llega a casi 2 mil millones de bolivianos. Lo que permite concluir que fue dinero mal utilizado y que hubiera servido para muchas de las necesidades en el ámbito social de nuestro país”, cita el documento.
Los emprendimientos analizados son: Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa); Empresa Estatal de Transporte por Cable (Mi Teleférico); Empresa Pública Quipus; Empresa Pública Nacional Estratégica Lácteos de Bolivia; Agencia Boliviana Espacial (ABE); Empresa Azucarera San Buenaventura (Easba); Empresa Estatal Boliviana de Turismo (Boltur); Empresa Pública Nacional Textil (Enatex); Empresa de Construcciones del Ejército; Empresa Nacional Estratégica Cartones de Bolivia (Cartonbol); y Empresa Siderúrgica del Mutún.
“Los resultados que nos muestran las empresas analizadas dan la razón a los prejuicios sobre la existencia de las empresas públicas, pues muestran constantes y repetidos fracasos. Esto se debe a que las recetas de antes son las mismas de ahora. Se insiste con las frustraciones del pasado esperando conseguir resultados distintos al crear tercamente empresas productivas sin ninguna sostenibilidad”, asegura el estudio.
CEDLA considera que se repiten los “errores”, comenzando por la falta de transparencia, porque al margen de estas 11 empresas, otras cinco ni siquiera contarían con datos financieros en las bases de información oficial.
Por eso, “es notable el período de oscurantismo de la gestión pública al cual nos somete el actual de gobierno”, asevera el Centro de Estudios. “Tampoco puede obtenerse los sendos estudios de factibilidad que, supuestamente, existen para crear las empresas. Esto crea bastante susceptibilidad sobre la existencia de respaldos técnicos que sustenten la implementación de los emprendimientos empresariales de los últimos años”, acota.
En resumen –según el estudio denominado “Más ruido que nueces. Análisis de los emprendimientos empresariales del Proceso de Cambio”– la creación, impulso y consolidación de las empresas estatales en Bolivia, como parte del proceso integral de cambio de la estructura económica del país, ha logrado sus principales aciertos financieros solo en las empresas que poseen características monopólicas y/o que explotan recursos naturales, situación muy similar a los años previos a la nueva era democrática (1982), en los que la apuesta también se dirigía a la estatización de las empresas.
“Por todo ello, la pregunta que debemos hacernos es si la decisión de crear empresas estatales, que resulta bastante costoso para el Estado y la ciudadanía, sería la más coherente, tomando en cuenta que los recursos usados en estos emprendimientos podrían invertirse en áreas tan necesarias como salud o educación”, apunta CEDLA.
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