
Fue autor de numerosos textos, que son estudiados en universidades de Bolivia y la región y conoció y trabajó, entre otros, con los afamados comunicólogos estadounidenses Wilbur Schramn, Everett Rogers, David Berlo, y el sociólogo argentino Daniel Lerner.
Beltrán, que nació en Oruro, falleció en la madrugada del sábado tras sufrir complicaciones por una neumonía que adquirió hace diez días, dijeron fuentes del Hospital Arcoíris, donde estuvo internado. El miércoles su situación había mejorado, pero empeoró el viernes, agregaron.
El comunicador, que tenía 85 años cuando falleció, era un apreciado periodista y teórico de la comunicación boliviana, no solo por sus grandes aportes a esta área de estudio, en la que fue cofundador de la Escuela Crítica Latinoamericana, sino por su generosidad y la amistad que le prodigó a colegas y estudiantes (conozca aquí un poco más de su trayectoria). Tenía un extraordinario sentido del humor y era un gran anfitrión, dijeron quienes lo conocían.
Sandra Aliaga, comunicadora y amiga de Beltrán y de su esposa Nohora Olaya, dijo a ANF que “le debemos mucho a este maestro que nos enseñó no solo sobre comunicación, sino también de cómo hacer política de manera ‘genuinamente honesta’”. Agregó que “Luis Ramiro deja un vacío en todos nosotros, quienes lo admirábamos y lo queríamos”.
Beltrán estaba casado desde hace con Olaya, a quien conoció en Colombia, pero no tenían hijos.
Decenas de sus colegas y amigos usaron el Facebook para expresar sus sentimientos.
La periodista y docente Amparo Canedo opinó que siente “un gran dolor por la muerte de un gran maestro: Luis Ramiro Beltrán. Su cuerpo se ha marchado; pero nos ha dejado el camino de comunicación horizontal e inclusiva por el que varios comenzamos a transitar y ese es el mejor legado de un gran hombre o mujer: vivir en los demás. Tuve el honor de que hiciera el prólogo de mi segundo libro”.
De la misma manera, Andrés Gómez, exdirector de radio Erbol, recordó que Beltrán recibió en 1983 el Premio McLuhan-Teleglobe, una especie de Nobel de la comunicación, “por su notable trayectoria en la investigación y su aporte desde la corriente crítica en la democratización de la comunicación”.
Otra comunicadora, Karina Herrera, expresó también su pesar: “nos deja desolados, huérfanos. Querido Doc., luz, padre, amigo, Luis Ramiro Beltrán vivirás eternamente por la grandeza de tu obra y tu gran calidad de ser humano”.
Incursionó en el periodismo desde los 12 años en el diario
La Patria, de su natal Oruro, posteriormente trabajó en La Razón, y en dos
medios fundados por él, el semanario humorístico Momento y la estación de radio
El Cóndor.
Posteriormente siguió una carrera como especialista en comunicación para el
desarrollo, y en se sentido trabajó en organizaciones internacionales como
CIESPAL, en Ecuador; ILET, en México; IPAL, en Perú; OPS, en Estados Unidos y
Colombia; UNICEF, en México y Colombia y UNESCO, en Francia, Túnez, Perú,
Panamá, Colombia y Guatemala.
Sin embargo es reconocido principalmente por su aporte a la teoría de la
comunicación, razón que lo ha llevado a ser distinguido por la comunidad
internacional. Es uno de los fundadores de la Escuela Crítica Latinoamericana y
por haber propuesto la “democratización de la comunicación” como una nueva
corriente. Su más conocido libro es también uno de los más breves: “Adiós a
Aristóteles”, en el que propugna una comunicación horizontal.
En septiembre de 2014 la Ciespal le otorgó una alta
distinción por su trayectoria en la investigación de la comunicación. Y
recientemente, en enero pasado, la Cámara de Diputados le entregó la medalla
"Marcelo Quiroga Santa Cruz", por su trayectoria profesional.
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