La Paz, 12 de octubre de 2023 (ANF).- ICCO Conexión América Latina con apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), mediante el proyecto Puentes, promovió el empoderamiento socioeconómico de 4.800 jóvenes del área rural y periurbanos en Bolivia, Colombia y Honduras, con la creación de emprendimientos dignos y sostenibles en gastronomía, alimentación y turismo comunitario a través de la revalorización de platos tradicionales y productos propios de las diferentes regiones de cada país.
“Un sueño que se concretó, en los resultados y los aprendizajes de este proyecto, Puentes resume todo lo que buscamos hacer y desde donde creemos que podemos aportar en la región…Crear caminos dignos de vida para jóvenes rurales y periurbanos, en y con los territorios rurales de América Latina…”, dijo Conny Toornstra, directora Regional de ICCO Conexión América Latina, en la presentación de buenas prácticas y resultados de proyecto, que se realizó hoy en la ciudad de La Paz.
Señaló que América Latina enfrenta desafíos de desigualdad en cada país y están seguros que acciones con impactos como el de Puentes, crean movimientos de jóvenes y de sus familias que trascienden más allá de los proyectos.
Por su parte, Daniel Anavitarte, director para Bolivia a.i. del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) indicó que desde 1979 este organismo apoya al gobierno de Bolivia y a las organizaciones civiles, con un solo objetivo, el de promover el desarrollo rural en las diferentes regiones.
“Todos los proyectos que apoyamos están relacionados con cuatro temáticas, la adaptación y cambio climático, el enfoque de género, la promoción de la nutrición y beneficiar a jóvenes rurales, Desde la región de América Latina queríamos agregar una más, que es la de aprovechar la rica biodiversidad que tiene nuestra región y en base a esta rica diversidad atarla a oportunidades de empleo para jóvenes, de nutrición para la población rural,…el rol de la mujer liderando estas temáticas y por supuesto el rol de las comunidades, manteniendo técnicas de producción ancestrales y con mucho cuidado del medio ambiente y cambio climático”, agregó.
Una de las beneficiarias colombianas del proyecto afirmó que con la implementación de sus emprendimientos gastronómicos demostraron a su comunidad que “si se puede salir adelante con todos los recursos naturales de las regiones y se puede demostrar a los jóvenes que hay otras formas de generar empleo, con la transformación y rescate de los alimentos tradicionales”.
Asimismo, la ganadora de “Así sabe mi Tierra”, Fabiana Mostacedo afirmó que “cuando uno viene de abajo sueña en grande, quiere mejorar… Para mi ganar ha sido un sueño, me inspire en lo que yo era, mi cultura, quechua y yuracaré, a las que represento, me ayudaron a apreciar la vida…mi plato se llamaba Eñe yapitay, significa sábalo, pescado con paiche en salsa de tamarindo, con plátano dulce, ese era mi plato…”.
Finalmente, Ariel Tito representante de Manq'a dijo que las buenas prácticas y aprendizaje del proyecto son la generación de puentes. “Nosotros generamos puentes, pero no se podría hacer nada de esto sino fuera con toda la cantidad de alianzas de este modelo de puentes…estamos hablando de más de cien alianzas que tenemos con instituciones públicas, privadas, empresas, restaurantes, organizaciones de base comunitaria y demás que hacen posible que podamos tener el impacto que estamos buscando con puentes”
A través de la iniciativa, que invirtió 2,5 millones de dólares, se apoyó el modelo implementado por las escuelas “Manq'a” en Bolivia, “Miska” en Honduras y “Anfitriones para la paz” en Colombia, que se basa en la gastronomía como herramienta para el desarrollo rural, desde donde se aporta a la valorización de las áreas rurales, a la revalorización del patrimonio alimentario y desde donde se visibiliza el importante rol de los pequeños productores, generando orgullo por la identidad cultural y promoviendo nuevos hábitos de producción y consumo, contribuyendo a la seguridad alimentaria y nutricional.
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