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Opinión

Saqueados por propios y extraños

13 de Junio, 2019
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EVELYN CALLAPINO GUARACHI
Bolivia se caracteriza por tener un sistema económico extractivista, lo que va acompañado con la problemática de la imposibilidad de despegar como país industrializado. Actualmente el tema del litio muestra varios puntos de conflictividad, por lo que es imprescindible analizar desde varios enfoques el problema de desarrollo relacionado con este recurso. Comencemos con la gran paradoja que posiciona a Potosí como uno de los grandes  potenciales económicos a nivel nacional, además de ser uno de los lugares que abasteció a Bolivia económicamente desde la colonia. Sin embargo, este departamento presenta altos índices de pobreza, 52,1% (INE, 2017), y tiene un nivel de desarrollo económico demasiado lento. Con los recursos extraídos desde épocas pasadas, Potosí debería ser una metrópoli, pero continúa siendo una de las zonas más deprimentes a nivel regional. A pesar de todo esta región muestra una capacidad económica superior a otros departamentos. La pregunta es ¿Por qué? una de las respuestas apunta a la falta de capacidad del Estado para poder emplear políticas efectivas, pues las que se aplican carecen de resultados, en consecuencia el avance es lento. Las autoridades regionales no presentan propuestas y soluciones factibles. La escasa innovación productiva, además de la falta de diversificación económica limita a potenciar el desarrollo. 

El Estado implementó un proyecto de litio llevado a cabo desde 2008, a poco más de diez años muy poco se sabe sobre el avance de este proceso, los informes de YLB son bastante ambiguos. Lo que lleva a cuestionarnos ¿Qué está pasando con el litio? ¿Esta vez podrá cambiar la paradoja potosina? Pues la respuesta es una gran duda para toda la población. Existen varios puntos de tensión que agravan esta situación, por un lado está el nivel central, pues ahí está la normativa y las políticas acompañadas de la falta de consenso, sin mostrar verdaderos cambios que beneficien a Potosí. A nivel departamental podemos evidenciar la participación de varias esferas sociales, entre ellas COMCIPO, autoridades de oposición que exigen al Gobierno la redistribución de los beneficios de este recurso. Autoridades departamentales oficialistas que no proyectan propuestas en pro del desarrollo regional. Asimismo, Frutcas se manifiesta desde Uyuni, mostrando afinidad por el plan implementado a través del Estado. Todo esto evidencia una desarticulación social, resultado de ello es la gran debilidad para generar una propuesta única y factible en beneficio del desarrollo potosino. 

Según algunos expertos como Epifanio Mamani, también existe falta de información técnico- económico sobre el proyecto que garantice el funcionamiento exitoso de dicha planta. Por lo que es mucho más difícil consensuar puntos centrales. Esta debilidad evidencia la falta de capacidad de poner como eje central el desarrollo departamental sin que los tintes políticos partidarios sean un obstáculo. 

Es una necesidad la unificación social y proponer pensando en el desarrollo de nuestra región a pesar de las diferencias que existan. Lamentablemente ya es costumbre para los gobiernos extraer recursos sin dejar resultados positivos. Es momento de consolidar ideas y generar propuestas, tener una conciencia colectiva, construir una política que nos permita proyectar un futuro donde no exista pobreza, desigualdades, todo esto acompañado de una visión ambientalista pensando en futuras generaciones, y exigir los beneficios que nos merecemos los potosinos y potosinas. 

Evelyn Callapino Guarachi es politóloga, docente universitaria y coordinadora de Mujer de Plata

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