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Opinión

Resignificando el 10 de noviembre potosino

4 de Noviembre, 2021
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EVELYN CALLAPINO GUARACHI

Nos encontramos a una semana del inicio de los saludos y felicitaciones de las autoridades nacionales al departamento de Potosí por sus 211 años de gesta libertaria. Cada año estas autoridades felicitan a Potosí por tener un pueblo valiente, ser uno de los motores de la economía boliviana y tener una cultura diversa. Me pregunto si acaso cada autoridad que envía saludos y felicitaciones está consciente de que Potosí es uno de los departamentos con un desarrollo muy desigual. Me pregunto también si conocen que Potosí es uno de los departamentos con más altos índices de pobreza a nivel nacional.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) realizó en el 2017 un estudio sobre la pobreza multidimensional en todo el país. El departamento de Potosí arrojó unos números negativos en términos de desarrollo humano. Así, el departamento tiene como indicadores negativos bajos niveles de ingresos individuales, carencias de bienes duraderos en el hogar, baja formación educativa de su población joven y adulta, y una oferta de empleos con poca calificación profesional. Todo ello a pesar de ser uno de los departamentos que más ha contribuido económicamente a Bolivia a lo largo de su historia. Si relacionamos la cantidad de recursos que ha sido explotada en este departamento con el desarrollo del que goza, existe un evidente desbalance y una situación de retraso y postergación.  Y esto último es lo que no cuestionan las autoridades nacionales, concentrándose solamente en el saludo protocolar.

Anualmente, las autoridades departamentales y municipales se esmeran en celebraciones fastuosas y en el anuncio de grandes proyectos de infraestructura cada 10 de Noviembre. Varias gestiones pasadas han propuesto numerosos proyectos de desarrollo y han señalado la importancia de la diversificación económica. Así, han prometido dejar la minería como única fuente de ingresos departamental y procurar otras permanentes como el turismo, el comercio, la agroindustria y la innovación del conocimiento. Todo lo cual no se ha concretado aún.

En estos últimos meses se ha posicionado en la agenda potosina la preservación del Cerro Rico. Las autoridades del Concejo Municipal de Potosí han realizado una huelga de hambre para exigir información oficial a la Empresa Minera Manquiri sobre sus actividades de explotación en la Montaña Roja. Como sabemos el Cerro Rico ha sido el gran venero potosino en la época colonial y nacional. Se encuentra representado en nuestro escudo nacional y es parte de nuestra identidad boliviana. Con todos esos elementos, las autoridades nacionales nunca se han manifestado sobre su preservación, ni actual explotación irracional.

Es fundamental que las autoridades potosinas y nacionales cuestionen la situación actual de Potosí y se comprometan en desarrollar proyectos realistas que promuevan el desarrollo humano. Las instituciones públicas deben responder a los intereses departamentales. Los potosinos merecemos políticas públicas coherentes que tomen en cuenta nuestras realidades locales.  Merecemos que la diversificación económica óptima se haga realidad y no se restrinja a un mero discurso. En resumen, merecemos instituciones sólidas y proyectos de desarrollo humano. También esta efemérides debe ser resignificada.  El 10 de noviembre debe servir para reafirmar el compromiso de toda/os la/os potosina/os para construir una región próspera e igualitaria.

Evelyn Callapino Guarachi es politóloga, docente universitaria y fundadora de Mujer de Plata

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