Ir al contenido principal
 

Opinión

Representación social y política de la ‘oposición’

27 de Mayo, 2024
VASILEIV SEOANE GARCÍA
Compartir en:

¿Cuál la representación social y política de la ‘oposición’? es la pregunta de investigación; recurriendo al método clásico de las Ciencias Sociales o Humanas como le dicen en Francia, esto es, la Historia, Antropología, Demografía, Estadística, Filosofía, Geografía, Etnología, Economía, Sociología, Política, etc. hay que empezar constatando que estas disciplinas científicas ni siquiera existen en lo que hace a Santa Cruz (una que otra existe formalmente en una sola universidad, la pública), esto a pesar de que un abogado dirá que Bolivia existe jurídicamente hace casi 200 años, y Santa Cruz de la Sierra 463 años, ya que fue fundada el 26 de febrero de 1561. El hecho crudo y pragmático es que Santa Cruz, el departamento más rico, la ‘locomotora de Bolivia’, no parece necesitarlas, parafraseando a un slogan ocurrente de campaña ‘463 años no son suficientes’, o por lo menos eso se cree, y lo determinante – como enseña precisamente la Ciencia Social - es que los agentes crean en algo (como en Irán, Venezuela o Cuba, la gente creyó y todavía cree).

Pero vamos al tema principal, está clarísimo que la ausencia o desconocimiento de la Ciencia Social en esta parte de la ‘oposición’ incide directa y letalmente en su calidad de representación social y política, que es objeto de este minúsculo artículo.

Es harto conocido que las categorías representación social y política tienen varias acepciones, nos referimos a dos: a) se entiende por representación social una idea, concepción o forma de ver, entender y vivir el mundo social, esto es, cómo se vive y cómo se quiere e imagina que sea el mundo social en el futuro, en el mediano y largo plazo; b) Los distintos grupos humanos, la sociedad entera necesitan para funcionar, delegar su voluntad, su voz, sus intereses, a individuos que son sus ‘representantes’, se eligen dirigentes o representantes de una junta vecinal, de un sindicato, municipio, departamento e incluso del Estado. Así, los individuos electos democráticamente son los representantes de una parte de la sociedad -la ‘representación social’ por delegación es la base de la democracia representativa- , de un barrio, de un sindicato, municipio, departamento, del Estado o la Sociedad en su conjunto. Se supone, o mejor, se da por hecho que dichos representantes, representan genuinamente los intereses de sus representados, cuando eso no ocurre y hay disfuncionalidad (Weber) puede haber serios problemas, ya que esta condición, la disfuncionalidad o no representatividad, no puede ser permanente.

De estas breves definiciones se infiere fácilmente si alguna agrupación política o ‘partido’ de oposición (dijimos en un anterior artículo que para nosotros stricto sensu no hay partido de oposición en Bolivia), tiene o no una representación social de la Sociedad boliviana. Es un hecho político desde el año 2002, incluso mucho antes, que la oposición al régimen del MAS no tiene una representación social del conjunto de la Sociedad, esto es, que implique, comprenda e integre a los nueve Departamentos y a la totalidad de la población, incluyendo indígenas y mestizos. 

En La Paz, lo que denominan el ‘centro político’, la oposición no ha logrado superar el ascenso de ‘los indios al poder’, de hecho, nunca lo intentó, y nadie ha producido una Visión Nacional omnicomprensiva de la sociedad boliviana. Quien habló abiertamente de integrar a los indios a la sociedad paceña y nacional fue Conciencia de Patria (CONDEPA) con su concepción social popular o ‘Modelo Endógeno’, y todos sabemos la fuerza que tuvo, pero circunscrita al territorio de La Paz: este partido se diluyó y muchos de sus cuadros terminaron en el MAS o la ‘agregación’ Comunidad Ciudadana que son ideológicamente afines. 

Quizá el único intento serio de integrar a los indios fue el del MNR, y el primer Goni, con dos hechos simbólicos, la declaración de Bolivia como un país pluricultural y multilingüe y la designación de Victor Hugo Cárdenas como su Vicepresidente, acción con la cual dividió al Katarismo-Indianismo y sus distintas corrientes; sin embargo, sólo retrasó pocos años las movilizaciones o ‘insurrecciones’ de 2000 y 2002-2003. Y es bien sabido en sentido histórico o por lo menos cronológico que el MAS se apropió del Indianismo Katarismo, por lo menos de una parte, y lo integró a su ideología. 

Después de eso no se tiene conocimiento de algún partido tradicional, de orden liberal, o de cualquier corriente ideológica, que haya producido una representación social holística de la sociedad boliviana, que integre y represente las Identidades regionales, étnicas y grupos sociales en una sola concepción del mundo. 

En Santa Cruz ni se han enterado, o peor aún, fingen no enterarse del Indianismo Katarismo que no es otra cosa que el Nacionalismo aymara (‘ideología interior del Estado’, Gramsci), exhibido como ideología o relato plurinacional, y tampoco nadie ha producido, presentado o publicado alguna otra representación social distinta a la del MAS; se circunscriben al relato de ‘defender la región’ o un regionalismo anacrónico o desfasado con relación al tiempo y la nueva composición social cruceña. Si sólo se quiere defender la región está muy bien, eso significa a la vez que no tienen otra representación social de la sociedad boliviana y en verdad no les interesa tenerla, por lo tanto, no les interesa el Estado y le dejan el libre albedrío al régimen del MAS, para que haga arbitrariamente lo que se le antoje con el Estado y la Sociedad, incluyendo esta parte, la ciudad y departamento de Santa Cruz.

Vistas así las cosas, se distingue claramente la ventaja del régimen que tiene, guste o no, una representación social referida al mundo social boliviano, centrada en el Indianismo Katarismo pero que se refiere parcial e instrumentalmente a las regiones, de hecho incluyó la demanda autonómica en su programa o visión ideológica y la ‘indigenizó’, si vale el término. En cambio, las ‘oposiciones’ no se refieren de ninguna forma a la sociedad boliviana como unidad o totalidad, dicho sea de paso, por tanto, no habrá lo que está de moda cada cinco años, ‘unidad de la oposición’, porque simplemente carecen de la base intelectual e ideológica para producirla, una concepción o representación social de Bolivia.

El autor es cientista social