EVELYN CALLAPINO GUARACHI
Para muchos quedarse en casa durante la cuarentena puede ser un lugar seguro, donde puedes tener un espacio para leer, trabajar online, hacer ejercicio, ver series o vídeos, escuchar música, cocinar, limpiar, pasar tiempo en familia, etcétera. Lamentablemente, no es la suerte de todos, hay sectores poblacionales que dentro de casa llegan a vivir momentos catastróficos, que dejan secuelas irreparables en la vida de personas quienes están dentro de un círculo de violencia, y en la mayoría ésta es cometida por personas allegadas. Hay muchas mujeres, niñas, niños, que dentro de sus casas están más inseguros que fuera de ella.
“Cuatro niños fueron asesinados por su padre”; “bebé Yamiel murió tras golpiza de su padre”; “mueren dos niños ahogados en un turril”; “una madre comete doble infanticidio”; “hallan el cuerpo de una niña en una bolsa”, son algunos titulares que parecen de otra realidad, pero lastimosamente este tipo de noticias son frecuentes en nuestro país.
El año pasado 66 niñas y niños fueron asesinados, en 2020, entre enero y febrero, son 12 los infanticidios que salieron a la luz y hace menos de una semana una niña fue encontrada en una bolsa. La mayoría, casi la totalidad, han sido crímenes cometidos por parientes próximos, es decir, dentro de sus hogares.
En Bolivia hay una violación cada cuatro horas. En los primeros 63 días del año, según la Felcv, se registró 361 casos de violación, de los cuales 148 fueron contra niños, niñas o adolescentes.
A esta catástrofe sumamos que 2019 terminó con 117 feminicidios a nivel nacional. Según la Fiscalía General del Estado Plurinacional; 107 de ellas trataron de separarse de sus parejas antes de ser asesinadas, según los reportes de Página Siete.
El fin de semana, un hombre asfixió a su esposa y después se quitó la vida colgándose a la parrilla de un minibús, dejando a sus tres hijos en la orfandad. Con este caso los feminicidios suben a 31 en 2020. La mayoría también fue en manos de parejas o exparejas, es decir, muchas de ellas vivían bajo el mismo techo con sus agresores.
Esta gestión el gobierno declaró el Año de lucha contra el feminicidio e infanticidio, haciendo hincapié en la mejora del sistema de justicia. Sin embargo, es sumamente necesario poder plasmar medidas más concretas y no sólo poner soluciones momentáneas y superficiales. La vulnerabilidad dentro de los hogares es muy grande, al parecer estas cifras sólo significan números para muchos, pero detrás de cada una hay sueños frustrados, vidas destrozadas, familias deshechas, una sociedad irresponsable, y un gobierno todavía incapaz.
Se necesita consolidar la seguridad de las niñas, niños, adolescentes y mujeres; necesitamos que los derechos y una vida libre de violencia se hagan realidad. Exigimos más que promesas acciones que se note en los resultados.
Como sociedad nos queda recuperar la sensibilidad, debemos ser más humanos con estas problemáticas que cada día son más terribles. Si todos nos espantaríamos por estos índices, así como nos asusta el coronavirus, seguramente éstos no serían los mismos.
El coronavirus es algo que se está tratando de controlar en Bolivia, es una situación que preocupa a toda la población, no estamos preparados para una pandemia y, sin duda, esto podría rebasar el sistema de salud. Estas medidas son necesarias, se moviliza recursos, una mayoría muestra su indignación cuando hay personas que no quieren cumplir lo acordado por el bien común.
Esta unión también se necesita para disminuir los índices de violencia, pues ésta es parecida a una pandemia, que también debe ser combatida por el Estado en todas sus esferas; si quizás fuera altamente contagiosa, toda la población estaría más comprometida a erradicarla, pero como es algo que no perjudica de manera directa a cada uno, no se le da la merecida importancia. Necesitamos repensarnos y reconstruirnos como país, hay cosas que estamos naturalizando y eso no puede seguir así.
Evelyn Callapino Guarachi es politóloga, docente universitaria ycoordinadora de Mujer de Plata.