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Opinión

La Wiphala como símbolo para entender las dos Bolivias

3 de Diciembre, 2019
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SAÚL FLORES CALDERÓN

Nunca en mi vida había visto flamear tantas Wiphalas en casas, negocios, movilidades, instituciones públicas y privadas. La ciudad de El Alto, las laderas de la ciudad de La Paz y las provincias se vistieron de los colores del arco iris. Junto al símbolo andino también acompañaron consignas como: “la Wiphala se respeta carajo”, “la Wiphala no es de ningún partido ni tampoco del M.A.S. ni de Evo”. Son hechos que quedarán marcados en la historia. En este contexto nos preguntamos: ¿Qué rol habrá jugado este símbolo en las semanas conflictivas? ¿Solo será la expresión de respeto e identidad o será el significado del miedo y terror?.

En los días conflicto, la Wiphala reveló la existencia aún de las “dos Bolivias”. Considero que hay una Bolivia que detesta la Wiphala por ignorancia o por conocimiento, y la otra Bolivia que defiende a rajatabla. Este símbolo hizo revivir los sentimientos más profundos del racismo y discriminación hacia al mundo indígena y al mismo tiempo reivindicó y fortaleció la identidad de los andinos. Ahora nuevamente florece la dicotomía entre cambas y collas, indios y q'aras, occidente y oriente, indígenas y no indígenas.

La Wiphala nos hace entender que el indigenismo de izquierda en los 14 años de gobierno no unificó a los indígenas y no indígenas, tampoco eliminó la diferencia entre occidente y oriente y definidamente no empoderó a los indígenas, el discurso de “gobierno indígena” fue solo un espejismo para legitimarse en el poder. Aunque el M.A.S. haya impuesto la Wiphala como símbolo patrio en la Constitución Política del Estado, pero asimismo fue quien permitió la quema, la pisoteada, la manoseada y la tergiversación en su significado. El gobierno nunca entendió ni hizo entender el valor y el significado del símbolo andino (para mayor información y detalle recomiendo leer el texto La Wiphala Guerrera del Inka Waskar Chukiwanka).

Los días 11, 12 y 13 de noviembre el indigenismo de izquierda no hizo nada, sin embargo, los únicos que salieron a la defensa fueron los propios aymaras y quechuas que estuvieron excluidos del gobierno. De esta manera, posicionaron su símbolo a las malas o las buenas lo que el M.A.S. no pudo hacer en los 14 años, aunque haya puesto en el parlamento y en las insignias de los policías, pero solo fue de manera simbólica, y si lo intentó imponer generó rechazo y repudio.

El indigenismo de izquierda no fue el único que instrumentalizó y desprestigió la Wiphala, también fueron los de la oposición que no se identifican con los indígenas ni con sus símbolos. Pues el desprecio a la Wiphala no solo fue cuando la bajaron del parlamento sino también en los días de las movilizaciones “pacificas” con pititas. Desde el 20 de octubre ya se visibilizaba la lucha de dos mundos. En primera instancia se movilizaron todos los que estaban en contra del masismo. En estas movilizaciones estuvo presente la bandera tricolor, una bandera que desde hechos históricos representaría solamente a los que se identifican como mestizos o blancos. Curiosamente se movilizaron los que viven en zonas residenciales y posteriormente se fueron sumando más zonas a la causa, mientras que en El Alto y las provincias reinaba la paz y la tranquilidad.

En las marchas “pacíficas” con pititas se expresaron frases despectivas y racistas hacia Evo Morales, e indirectamente hacia el mundo indígena, como: “nunca más indios”, “Evo de nuevo, huevo carajo”. Incluso una amiga comenta que las movilizaciones pacíficas anti masistas terminaban golpeando a los indígenas vendedores que hallaban en el camino. Por otro lado, cuando los aymaras se movilizaron en El Alto en defensa de su símbolo, los anti masistas crearon frases como: “la Wiphala no es de Bolivia”, “la Wiphala es de los masistas”, “la Wiphala es de los indígenas”, “la Wiphala es de los saqueadores y vándalos”.

¿Por qué la otra Bolivia desprecia a la Wiphala? Porque es vista como el símbolo de los indígenas o indios, es la cara morena del indígena y por ende esto representaría lo inferior, lo rural, lo incivilizado, lo atrasado, etc. y el cómplice de estos significados fue el indigenismo de izquierda, pues construyó una imagen distorsionada del sujeto indígena, asimismo la Wiphala fue relacionada con el M.A.S. y por ende esto representaría el fracaso, la corrupción y sobre todo el vandalismo.

Para terminar, la Wiphala en estas semanas reveló la situación colonial en que vive el indígena, pero al mismo tiempo parece que descubrió la impostura racista del oficialismo y la oposición. Pero al margen de ello, los aymaras impusieron la Wiphala a las malas o buenas. Sea visto como símbolo de lucha o de saqueo la cosa es que ahora todos conocen la existencia de este símbolo. Queda recomendar a las autoridades con identidad aymara declarar el 11 de noviembre como el día la Wiphala, tal como plantearon los jóvenes indianistas de la nueva generación.

Saúl Flores es sociólogo aymara

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