
Comienza el nuevo año, la pandemia sigue, y para colmo también el trajín electoral, vamos preparándonos para las elecciones de gobernadores y alcaldes, en un clima que para quienes no simpatizan con el MAS, no es nada ideal. En efecto, la paliza que esa tienda política dio a sus opositores en las justas de octubre, aún duele.
Es muy posible que haya sido ante todo la pandemia, la que determinó al final el éxito del partido azul, peor no quepa la menor duda, de que precisamente en esta parte del país, ellos tienen gran aceptación. Aunque la alcaldía de La Paz no ha sido jamás masista, la posibilidad de que esto cambie con las nuevas elecciones es muy grande. No es una casualidad que su candidato sea el personaje más ligado al proyecto más vistoso que se hizo en la ciudad, y que fue ideado precisamente para eso, para tratar de quitarle la alcaldía a Revilla. Me refiero al carísimo teleférico, al Mercedes Bens, como lo describió el actual candidato; adquirido cuando literalmente no se tenía la salud cumplida.
El teleférico es un buen ejemplo de una obra populista, que encanta a todos, porque le da un halo de modernidad a la ciudad, y porque sin lugar a dudas tiene algunas características positivas, pero que está concebido sin considerar las verdaderas necesidades de la ciudad, ni siquiera en el transporte. De paso, vale la pena mencionar, que una de las cosas positivas que pasó luego de la fuga de Morales, fue que del teleférico fueran retiradas las miles de imágenes con el rostro del entonces presidente. Un detalle que mostraba la intencionalidad del proyecto, y el llunkerio de los responsables del mismo.
Y sin embargo, creo que es genuina la postulación del señor Dockweiler, y de todos los demás candidatos, y creo que tal vez ahora, podría jugarse una interesante oportunidad para votar por visiones de ciudad concretos, por ofertas que sean bien hechas, por propuestas que el vecino pueda entender, pueda sopesar, y de las que se pueda enamorar.
A mi por ejemplo me interesaría enormemente un proyecto de forestación masivo, en calles , plazas, y laderas de la ciudad, creo que a esta ciudad le falta verde en demasía, y creo que los brutales mochamientos que se hacen anualmente en los arboles de las calles, perjudican enormemente.
Me interesa también una revitalización del casco viejo de la ciudad, verdaderas políticas que ayuden a preservar y restaurar ese casco viejo, los masistas tienen una deuda impagable en ese sentido con la ciudad, la construcción de los edificios del congreso y de la presidencia son una aberración, el daño ya está hecho, pero por lo menos deberían comprometerse a no seguir destruyendo. El alcalde Revilla, cuyos méritos no niego, se va también con una enorme deuda a La Paz en lo que respecta a la plaza Murillo, única plaza principal de una ciudad del país, y posiblemente del mundo, que se permite una casa derruida, y dejada así, por tantos años.
Por supuesto que la administración de una ciudad tiene muchos más rubros, y mucho más importantes, algunos de ellos son obvios, pero son a veces los detalles laterales en un programa de gobierno los que pueden enamorar.
Creo que una ciudad que tome conciencia de la importancia de tener más árboles no solo será una ciudad más saludable, sino una ciudad más bella, o por lo menos más vivible. Y el esfuerzo no es enorme ni de mucho costo, si cada vecino pone su granito, no de arena, sino de abono, y de dedicación.
En resumen mi voto será para quien haga la más ingeniosa propuesta de dar más verde a esta ciudad colgada de las montañas, creo que no me importaría ni siquiera si es que hay un tono azulado detrás de esa propuesta verde.
Agustín Echalar es operador de turismo