
La presunción de inocencia es posiblemente uno de los pilares más importantes de un sistema de justicia moderno. La humanidad ha tenido que pasar por muchas experiencias traumáticas, muchos seres humanos han perdido la vida, o valiosos años de sus vidas, por la falta de respeto a esa premisa, que hoy en día ya tiene carácter universal.
Una de las injusticias más grandes de las que hemos sido testigos es la que se cometió contra el Dr Jiehry Fernandez, acusado de un crimen que no solamente él no cometió sino que no tuvo lugar, estuvo cuatro años detenido en la Cárcel antes de ser injustamente condenado, y casi un año más antes de que se pusiera en evidencia, gracias a las confesiones de una jueza que solo pudo ser honesta estando borracha.
Hay casos peores que el del Dr. Fernandez, personas que acusadas de un crimen que no cometieron, han sido asesinadas por otros reos, el día en que entraron en el penal.
No señores, la detención preventiva, la privación de libertad de un ciudadano es una violencia demasiado grande, y debería escandalizar a todas las personas de bien. Simplemente no se debe detener a nadie “preventivamente”, a menos que se encuentre a la persona cometiendo un crimen, y aún así, solo si se todas las pruebas de ese extremo son contundentes.
La declaración del viceministro Cox, son, como lo dijo el diputado Ormachea, una estupidez, y eso es casi una apreciación amable, porque en realidad son declaraciones que pueden implicar mas que desconocimiento, un desacato a la constitución, y eventualmente un delito por incumplimiento de deberes. El segundo o tercer hombre del ministerio de gobierno, no puede hacer declaraciones tan inapropiadas de una manera tan liviana.
Preocupa en sobremanera, que esa misma persona haya sido antes un funcionario importante de la Defensoría del Pueblo, más allá que sabemos que en realidad el Mas quiso desde un inicio desmantelar esa instancia diseñada para defender al ciudadano de los abusos del Estado y del Gobierno.
El encarcelamiento de la señora Añez es no solo parte de ese abuso que significa la prisión preventiva, sino de algo mucho peor, porque también se ha inventado un crimen que no tuvo lugar, la justicia boliviana, ha caído posiblemente en uno de los más bajos niveles de su historia, y este hecho está socavando profundamente la democracia y el estado de derecho.
El encarcelamiento del ex viceministro Schlink es también una aberración jurídica, precisamente porque tampoco tuvo lugar el delito del que se le acusa.
El señor Arce y el señor Choquehuanca están mancillando tremendamente su gestión al promover, o apoyar, o al hacerse de la vista gorda de estos atropellos. Estos tienen terribles consecuencias, en primer lugar relacionadas a la injusticia misma que viven las personas privadas de libertad, y en segundo lugar porque ese es el camino menos adecuado para encontrar una reconciliación entre los bolivianos.
Lo del 2019 no ha sido una guerra civil, como lo proponían a gritos algunos violentos seguidores del MAS, pero se han dado situaciones duras, enfrentamientos en las calles, incendio de bienes públicos y de bienes privados, abusos a personas, y muertes, ( que por supuesto deben ser investigadas), la sociedad boliviana está polarizada, más que nunca, y no se trata de una lucha de ricos contra pobres, (ya quisiéramos tener un 45 % de ricos), la tarea más importante que tiene este gobierno en el largo plazo, es precisamente lograr un entendimiento entre todos los bolivianos, los que aman al MAS, y los que no, y eso no es tan difícil de lograr, el primer paso, es tener una justicia confiable, generosa y respetuosa. Ese es el gran desafío.
Agustín Echalar es operador de turismo