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Opinión

Construir paz para Bolivia

19 de Junio, 2020
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EVELYN CALLAPINO GUARACHI
La absoluta polarización política es evidente en la sociedad boliviana. Los tintes de intolerancia se encuentran en todos los espacios políticos y se ha convertido en una herramienta que muchos fanáticos no dudan en usar, pues les permite manchar a su oponente para ganar un poco de legitimidad y lógicamente esto tiene una repercusión en la ciudadanía. 

Esta intolerancia está marcada en todos los escenarios, parecería haberse convertido en la política de nuestros días. Hemos olvidado que en un proceso democrático la pluralidad de pensamiento es legítima, hemos olvidado el verdadero significado de la política.

No estamos en cualquier momento de construcción histórica, nos encontramos justo en el proceso electoral más complicado de toda la historia de Bolivia. Pues la crisis política, la crisis sanitaria y ahora la inestabilidad económica nos posicionan en un momento conflictivo que nos muestra un horizonte poco alentador, principalmente por cómo se están manejando las cosas. 

Toda persona que se manifieste y dé a conocer su pensamiento, automáticamente es encasillada dentro de algún color político partidario. Esto también es fomentado por los discursos políticos que son de constante ataque, lejos de una propuesta de conciliación, en  consecuencia, se tiene mayor disgregación e intolerancia. 

Esta polarización desata terribles actos por parte de grupos sociales, tales son los casos de los últimos disturbios que tuvo como resultado la quema de las antenas en Santa Cruz y la casa de la asambleísta de Potosí. Ante esto, la reacción social, a través de diferentes posturas, sólo pretende encontrar culpables mas no soluciones y esto fomenta la disgregación.

En este panorama lleno de situaciones conflictivas es necesario plantear alternativas de construcción de paz. Para ello, J. Galtung, uno de los grandes referentes de la teoría de conflictos muestra oportunidades de medios pacíficos, lo que implica afrontar al conflicto con mucha racionalidad y respeto.

La construcción de paz por medios pacíficos podría mejorar nuestra situación. Para lograrlo tendríamos que poner al boliviano y boliviana como punto de partida, sin priorizar ideologías, partidos políticos o meramente intereses sectoriales. Esto nos llama a ver alternativas racionales ligadas al respeto del ser humano y sus necesidades primordiales. 

Estamos en una situación difícil y para poder superar es necesario reconstruirnos como sociedad; lo que significaría salir de los estrechos límites del conflicto, los que son manejados principalmente por la clase política, esto hace que los problemas estructurales sean dejados de lado. Los ciudadanos y ciudadanas debemos preguntarnos ¿qué Bolivia queremos? y para encontrar respuestas es crucial una reconciliación entre todos los sectores. 

Hemos convertido a la confrontación como parte de nuestra cultura, seguimos optando por la violencia y esto ha limitado la capacidad de diálogo en la sociedad. Una reconciliación sería un primer paso decisivo que dé respuestas a los permanentes conflictos que tenemos, caso contrario difícilmente se podrá realizar un proyecto común que beneficie a Bolivia. Solo así podremos atacar al verdadero problema de estructura, pues la solución no está en las cabezas de las fuerzas políticas en carrera electoral; la solución está en la reconciliación entre bolivianos y bolivianas de las diferentes regiones para direccionar a nuestro país. 

Evelyn Callapino Guarachi es politóloga, docente universitaria y coordinadora de Mujer de Plata.
Twitter: @EvelynCallapino

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