Ir al contenido principal
 

Nacional Sociedad

El Sacramento de la Penitencia repone la comunión con Dios

La Paz, 15 feb (ANF).- La culpa, el mal espiritual y moral nos separan de Dios, afirmó este domingo el Papa Benedicto XVI en el Ángelus, rezado en la plaza de San Pedro. El Sumo Pontífice recordó que el Sacramento de la Penitencia repone la comunión con Dios y el prójimo.
15 de Febrero, 2009
Compartir en:
La Paz, 15 feb (ANF).- La culpa, el mal espiritual y moral nos separan de Dios, afirmó este domingo el Papa Benedicto XVI en el Ángelus, rezado en la plaza de San Pedro. El Sumo Pontífice recordó que el Sacramento de la Penitencia repone la comunión con Dios y el prójimo.
El pecado puede causar “la muerte del alma”, puntualizó el Papa al explicar que “en el Sacramento de la Penitencia, Cristo nos purifica con su misericordia infinita, nos restituye a la comunión con el Padre celeste y con los hermanos, nos dona su amor, su alegría y su paz”.
“Los pecados que cometemos nos alejan de Dios y si no son confesados humildemente, confiando en la misericordia divina, pueden llegar a provocar la muerte del alma”, puntualizó el Pontífice, señala el informe divulgado por ACI Prensa.

“Jesús como profetizó Isaías, es el Siervo del Señor que ‘ha cargado nuestros sufrimientos, ha llevado nuestros dolores’. En su pasión, será como un leproso, hecho impuro a causa de nuestros pecados, separado de Dios: hará todo esto por amor, por obtenernos la
reconciliación, el perdón y la salvación”.

En el Ángelus, el Papa explicó la lectura de la Misa de este domigo, explicando
la curación del leproso, haciendo notar que "la
lepra no
era solamente una
enfermedad, sino también la más grave forma de "impureza". Por ello era una suerte de muerte religiosa y cibil, y su curación una suerte de "resurrección".

“En la lepra es posible encontrar un símbolo del pecado, que es la verdadera impureza del corazón, capaz de alejarnos de Dios”. Sin embargo, “no es la enfermedad física, como afirmaban las viejas usanzas, la que nos separa de Él, sino la culpa, el mal espiritual y moral”, explicó el Sumo Pontífice.
“Invoquemos a la Virgen María, que Dios preservó de toda mancha de pecado, para que nos ayude a evitar el pecado y haga en nosotros frecuente el recurso al Sacramento de la Confesión, el Sacramento del Perdón, que hoy debe ser redescubierto en su auténtico valor y en su importancia para nuestra vida cristiana”, concluyó el Pontífice.
//JTI//

Etiquetas