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Nacional Sociedad

de la dictadura de García Meza

AL3035 r ccc abonado YYYY LP 14- La prensa, principal víctima de la dictadura de García Meza La Paz, 14 MAR (ANF).- La prensa fue la principal víctima del régimen militar de Luis García Meza y se ve enfrentada 15 años después a la paradoja histórica de darle gran cobertura a la llegada del dictador. La represión para los medios alcanzó a periodistas nacionales y extranjeros. Las primeras acciones de la dictadura instaurada el 17 de Julio de 1980 estuvieron orientadas a acallar a los medios de comunicación. Comandos paramilitares intervienen con lujo de violencia Radio Fides, Radio Panamericana y Radio Cristal de La Paz. También los medios impresos son víctimas de la represión: patrullas militares impiden la circulación del vespertino "Ultima Hora", se allanan las instalaciones del matutino "Presencia". El personal es obligado a esconderse dado que incluso sus domicilios son allanados por los organismos represivos. Son detenidos también locutores del Canal estatal y confinados a campos de concentración. La acción militar es aún más drástica en los distritos mineros donde se ametralla la "Radio Vanguardia" de Colquiri y se destruyen los equipos de "Radio Nacional" de Huanuni y de "Radio Animas" de Potosí. Se incautan los equipos de "La voz del Minero" y "21 de Diciembre". Las demás radios mineras entran a la resistencia y establecen la "cadena de la democracia", pero poco a poco caen ante las arremetidas militares. Sólo era válido un punto de vista, el de los golpistas. Por esto se implanta a nivel nacional la "cadena nacionalista" que abarca emisoras de radio y TV y está comandada por Radio Illimani y emisoras militares a nivel nacional. Para un mayor control se suspenden los servicios a exterior de ENTEL (telefonía y telex), sobre todo durante el horario del toque de queda. Pese a eso, los medios oficialistas anunciaba a los cuatro vientos que "el Gobierno respetada la libertad de prensa". Los primeros días son particularmente importantes no sólo por la sañuda persecusión desatada contra la gente de la prensa. Se detiene a un fotógrafo argentino que tomaba placas en el stadium Bolívar donde se había trasladado a detenidos. En el aeropuerto de La Paz se incautan películas y videos de cadenas internacionales bajo el argumento de que no podía salir material que no haya sido sometido a revisión por el Ministerio del Interior. Son apresados y posteriomente expulsados periodistas españoles de "Diario 16" y "Televisión española". Son contínuas las advertencias del entonces Ministro del Interio, Luis Arce Gómez, también hoy en prisión por delitos de narcotráfico, respecto a que no toleraría el libertinaje de los periodistas". En Santa Cruz, el II Cuerpo del Ejército advierte que "los señores periodistas de la prensa oral y escrita que publiquen informaciones falsas serán sometidos inmediatamente a los tribunales militares y serán procesados de acuerdo al Código Militar". La iglesia informa sobre el allanamiento de varios de los medios de comunicación vinculados a ella: las radios Fides, Cruz del Sur, Yungas (Chulumani), San Gabriel, Pío XII, Loyola (Sucre), San Miguel (Riberalta), San Rafael (Cochabamba); el diario Presencia y la imprenta Don Bosco. Se expulsa a los corresponsales de AP (Harold Olmos), France Press (Albert Brun) y se ordena el arresto de los corresponsales de la Agencia Reuter, René Villegas y Gerardo Irusta y se detiene a periodistas del "Financial Times", "The Economist", "La Voz de América" y la cadena NBC. Los organismos de represión buscan al corresponsal de Newsweek y de la cadena CBS por "propalar noticias falsas y calumniosas". Se dispuso la clausura definitiva de Radio Fides "por difundir programas inspirados en doctrinas foráneas y que incitaban a perturbar la paz interna". Los corifeos de la dictadura sacaban el exterior la cara por el régimen militar señalando que los "expulsaos" habían salido del país "por propia voluntad" y que la situación "tendía a normalizarse". Paralalamente, medios de comunicación nada sospechosos de "comunismo" como el Washington Post afirmaba que "Bolivia se estaba convirtiendo en un país de pesadilla donde los bajos fondos se apoderaron del Gobierno". También la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) decía que "desde el Golpe de Estado del 17 de Julio que llevó al poder del Gral. García Meza, los periodistas se han encontrado con esfuerzos sistemáticos del Gobirno para impedirles su trabajo. Las actividades de las agencias internacionales de noticias también fueron afectadas, reporteros fueron arrestados, maltratados, expulsados del país y obligados a esconderse o asilarse en embajadas". Con la prepotencia característica de quienes gobiernan por la fuerza y no por la razón, el Ministro Arce Gómez anuncia acciones judiciales contra 5 publicaciones extranjeras que acusaron al Gobierno de complicidad con el narcotráfico: Newsweek (USA), Der Spiegel (Alemania), Financial Times y The Economist (Gran Bretaña) y Veja (Brasil). Se chantajea a la prensa organizando actividades con "periodistas anticomunistas" y se anuncia que la cadena radial podría dejarse sin efecto "siempre y cuando los periodistas firmen un compromiso donde se responsabilicen por trabajar en favor del país". Sin embargo, pese a la persecusión, a las trabas que se ponían al servicio informativo, a las amenzas, a las sanciones que se aplicaban contra los medios de comunicación, éstos se dieron modos para cumplir con su labor informativa y lograron informar sobre la masacre de la calle Harrington, sobre la resistencia popular y militar al golpe y sobre los escandalosos negociados de la Junta de comandantes. GBH 15-03-95 00:29 XXXX
15 de Marzo, 1995
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La prensa, principal víctima de la dictadura de García Meza La Paz, 14 MAR (ANF).- La prensa fue la principal víctima del régimen militar de Luis García Meza y se ve enfrentada 15 años después a la paradoja histórica de darle gran cobertura a la llegada del dictador. La represión para los medios alcanzó aperiodistas nacionales y extranjeros. Las primeras acciones de la dictadura instaurada el 17 de Julio de 1980 estuvieron orientadas a acallar a los medios de comunicación. Comandos paramilitares intervienen con lujo de violencia Radio Fides, Radio Panamericana y Radio Cristal de LaPaz. También los medios impresos son víctimas de la represión: patrullas militares impiden la circulación del vespertino "Ultima Hora", se allanan las instalaciones del matutino "Presencia". El personal es obligado a esconderse dado que incluso sus domicilios son allanados por los organismos represivos. Son detenidos también locutores del Canal estatal yconfinados a campos de concentración. La acción militar es aún más drástica en los distritos mineros donde se ametralla la "Radio Vanguardia" de Colquiri y se destruyen los equipos de "Radio Nacional" de Huanuni y de "Radio Animas" de Potosí. Se incautan los equipos de "La voz del Minero" y "21 de Diciembre". Las demás radios mineras entran a la resistencia y establecen la "cadena de la democracia", pero poco a poco caen ante las arremetidas militares. Sólo era válido un punto de vista, el de los golpistas. Poresto se implanta a nivel nacional la "cadena nacionalista" que abarca emisoras de radio y TV y está comandada por Radio Illimani y emisoras militares a nivel nacional. Para un mayor control se suspenden los servicios a exterior de ENTEL (telefonía y telex), sobre todo durante el horario del toque dequeda. Pese a eso, los medios oficialistas anunciaba a los cuatro vientos que "el Gobierno respetada la libertad de prensa". Los primeros días son particularmente importantes no sólo por la sañuda persecusión desatada contra la gente de la prensa. Se detiene a un fotógrafo argentino que tomaba placas en el stadium Bolívar donde se había trasladado a detenidos. Enel aeropuerto de La Paz se incautan películas y videos de cadenas internacionales bajo el argumento de que no podía salirmaterial que no haya sido sometido a revisión por el Ministeriodel Interior. Son apresados y posteriomente expulsados periodistas españoles de "Diario 16" y "Televisión española". Son contínuas las advertencias del entonces Ministro del Interio, Luis Arce Gómez, también hoy en prisión por delitos denarcotráfico, respecto a que no toleraría el libertinaje de losperiodistas". En Santa Cruz, el II Cuerpo del Ejército advierteque "los señores periodistas de la prensa oral y escrita que publiquen informaciones falsas serán sometidos inmediatamente alos tribunales militares y serán procesados de acuerdo al Código Militar". La iglesia informa sobre el allanamiento de varios de los medios de comunicación vinculados a ella: las radios Fides, Cruz del Sur, Yungas (Chulumani), San Gabriel, Pío XII, Loyola (Sucre), San Miguel (Riberalta), San Rafael (Cochabamba); el diario Presencia y la imprenta Don Bosco. Se expulsa a los corresponsales de AP (Harold Olmos), France Press (Albert Brun) y se ordena el arresto de los corresponsales de la Agencia Reuter, René Villegas y Gerardo Irusta y se detiene a periodistas del "Financial Times", "The Economist", "La Voz de América" y la cadena NBC. Los organismosde represión buscan al corresponsal de Newsweek y de la cadena CBS por "propalar noticias falsas y calumniosas". Se dispuso la clausura definitiva de Radio Fides "por difundir programas inspirados en doctrinas foráneas y que incitaban a perturbar la paz interna". Los corifeos de la dictadura sacaban el exterior la cara por el régimen militar señalando que los "expulsaos" habían salido del país "por propia voluntad" y que la situación "tendía a normalizarse". Paralalamente, medios de comunicación nada sospechosos de "comunismo" como el Washington Post afirmaba que "Bolivia se estaba convirtiendo en un país de pesadilla donde los bajos fondos se apoderaron del Gobierno". También la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) decíaque "desde el Golpe de Estado del 17 de Julio que llevó al poder del Gral. García Meza, los periodistas se han encontrado con esfuerzos sistemáticos del Gobirno para impedirles su trabajo. Las actividades de las agencias internacionales de noticias también fueron afectadas, reporteros fueron arrestados, maltratados, expulsados del país y obligados a esconderse o asilarse en embajadas". Con la prepotencia característica de quienes gobiernan por la fuerza y no por la razón, el Ministro Arce Gómez anuncia acciones judiciales contra 5 publicaciones extranjeras que acusaron al Gobierno de complicidad con el narcotráfico: Newsweek (USA), Der Spiegel (Alemania), Financial Times y The Economist (Gran Bretaña) y Veja (Brasil). Se chantajea a la prensa organizando actividades con "periodistas anticomunistas" y se anuncia que la cadena radial podría dejarse sin efecto "siempre y cuando los periodistas firmen un compromiso donde se responsabilicen por trabajar en favor del país". Sin embargo, pese a la persecusión, a las trabas que se ponían al servicio informativo, a las amenzas, a las sanciones que se aplicaban contra los medios de comunicación, éstos se dieron modos para cumplir con su labor informativa y lograron informar sobre la masacre de la calle Harrington, sobre la resistencia popular y militar al golpe y sobre los escandalososnegociados de la Junta de comandantes. GBH 15-03-95 00:29XXXX

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