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Nacional Sociedad

Covid-19: Agricultores campesinos sufren en la emergencia e intermediarios aprovechan para comprarles a bajo precio

El investigador Wilfredo Plata detalla que se han dado otros fenómenos en el marco de estas medidas frente al Covid-19, como el acaparamiento de parte de mayoristas, rescatistas “y demás gente que se han avivado para sacar tajada de esta situación”. Así lo detalla el productor campesino Yohony Mamani. “Muchas familias que no pueden vender sus quesos, ahora han optado a vender a los rescatistas a precios ínfimos. Un queso que antes vendía según el tamaño a 10, 15, 20 bolivianos ahora han tenido que vender a 3 o 5 Bs".
2 de Abril, 2020
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Agricultora del sector del altiplano. Foto. F. Tierra

La Paz, 2 de abril (ANF).- A nivel mundial, cerca del 70% de la producción de alimentos proviene de la agricultura familiar, y frente a la pandemia del coronavirus y las medidas desde los Estados para su contención, los productores campesinos han sido afectados de manera directa en la región y Bolivia. El medio de esto, el oportunismo de personas “rescatistas” de productos se hace más visible.

“Los pequeños agricultores familiares se han visto afectados directamente por esta pandemia, en las comunidades del altiplano y valles de nuestro país, porque no pueden comercializar sus productos”, detalla el investigador de la Fundación Tierra, Wilfredo Plata.

Hoy Bolivia, al igual que otros países de la región y el mundo ha tomado medidas frente a la expansión del coronavirus (Covid-19), que ya ha alcanzado cifras inimaginables incluso por los mismos organismos internacionales de salud. Entre estas medidas dispuestas están el confinamiento y la cuarentena obligatoria y total, en todo el territorio nacional, con disposiciones y horarios puntuales relacionados al abastecimiento de alimentos.

Para Plata esta emergencia y sus medidas han golpeado de forma directa a regiones de producción agricultura tradicional.  Uno de esos casos es de la comunidad de Igachi del municipio de Batallas provincia Los Andes (La Paz). Yohony Mamani un productor local cuenta que “muchas familias de Igachi viven al día. Ellos diariamente comercializaban diversos productos en ferias locales como en Batallas y en la ciudad de El Alto. No venden en grandes cantidades, como lo hacen los empresarios, sino en pequeñas cantidades”.

Por ejemplo, una persona de esta región vende de 2, 5, 7 a 10 quesos, una arroba de papa, algunos conejos y corderos faenados para su subsistencia. Ahora, esta práctica cotidiana se ha visto abruptamente cortada por el decreto de la cuarentena establecida por el gobierno.

“En río revuelto, ganancia de pescadores”

Plata, en entrevista con ANF, detalla que también se han dado otros fenómenos en el marco de estas medidas de prevención frente al Covid-19, como el acaparamiento de parte de mayoristas, rescatistas “y demás gente que se han avivado para sacar tajada de esta situación”.

Así lo detalla el productor campesino Yohony Mamani. “Muchas familias que no pueden vender sus quesos, ahora han optado a vender a los rescatistas a precios ínfimos. Un ejemplo, un queso que antes vendía según el tamaño a 10, 15, 20 bolivianos , ahora han tenido que vender a 3 o 5, es decir, a precio regalado”.  

Desinformación sobre la circulación de movilidades para transportar alimentos

El investigador de la Fundación Tierra explica que a pesar de que corre mucha información principalmente en las redes sociales sobre estas medidas gubernamentales, en las comunidades del municipio de Batallas, existe confusión respecto de las restricciones y los pases libres para los proveedores de alimentos.

“Según el Decreto de la cuarentena, los proveedores de alimentos deberían tener libre circulación para transportar alimentos. Pero eso no siempre ocurre así. Pues, los que tienen movilidades pueden circular, pero la gran mayoría de la gente no puede circular”.

El otro efecto del decreto de la cuarentena es que en las comunidades del altiplano como Igachi en Batallas, escasean los productos agrícolas de los valles, como las hortalizas y verduras, asegura Plata. “Normalmente, los comerciantes de estos productos comercializaban en las ferias locales, ahora por la prohibición de circulación de movilidades dichos artículos de primera necesidad no pueden llegar hasta las comunidades”.

Agricultores plantean el intercambio entre productores

Ante esta emergencia y efectos directos en la economía campesina familiar del país, muchos agricultores plantean diferentes mecanismos de contingencia. Es el caso de Juan Tomás Huanca de la comunidad de Achica Arriba del municipio de Viacha, que relata que “desde antes las comunidades aymaras, practican la producción diversificada, y realizaban intercambios entre diversos pisos ecológicos, valles, altiplano, yungas, trópico. En esta coyuntura eso se ha cortado”.

Por esto, sugiere que mediante una planificada acción se puede gestionar hasta su región la llegada de verduras, hortalizas y frutas desde las comunidades de los valles y Yungas. “Esta tarea bien puede ser realizada por los gobiernos municipales, el gobierno departamental y nacional”.

Existe una situación también grave en las comunidades indígenas en la Amazonía, “están afrontando el problema de escasez de alimentos principalmente por la prohibición de movilizarse. En diferentes sectores de esta región se siente  la escasez de alimentos. Por ejemplo, en las comunidades de El Tigre, Toromona, Mercedes, y Puerto Pérez del municipio de Ixiamas de la provincia Abel Iturralde del norte de La Paz, debido a la restricción de movilización de motorizados tanto automóviles y lanchas fuera de borda que transportan carga por vía fluvial, han dejado de transportar los alimentos de abarrote para ser comercializados en estas comunidades”, manifiesta Plata.

A este panorama se agrega otro problema, la baja en el precio de la castaña. Ahora es la época de la zafra de recolección de este producto. Por ello, muchas comunidades que se encuentran en el departamento de Pando, se encuentran en una situación crítica por la baja del precio de la castaña y que coincidió con la cuarentena por la pandemia del coronavirus.

Mario Paniagua, técnico de Fundación TIERRA, señala que “la época de zafra de la gestión 2020 fue muy negativa para las comunidades tacanas del distrito 5 del municipio de Ixiamas en el norte del departamento de La Paz. La razón es que el costo de la castaña, que normalmente suele costar entre 600 a 700 bolivianos la bolsa, hoy vale 120 bolivianos. Este precio no cubre de ninguna manera el costo de producción de la castaña, puesto que las familias han tenido que endeudarse con préstamos para el trabajo de la zafra”.

La base de la economía de cientos de familias de la región de la Amazonía boliviana es la castaña, por lo que hoy su situación muestra un panorama crítico frente a la pandemia.

//CSC

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