
Mundo, 3 Oct. (ANF).- "La palabra que me viene es vergüenza: es una vergüenza", exclamó el Papa Francisco al concluir el discurso a los participantes al simposio sobre la “encícilica Pacem in terris” de Juan XXIII, al referirse al naufragio ocurrido este jueves frente a las costas de la isla de Lampedusa (Italia) en donde al menos fallecieron 93 personas, entre ella mujeres y niños.
"Hablando de paz, hablando de la inhumana crisis económica mundial, que es un síntoma de la gran falta de respeto por el hombre, debo recordar con gran dolor a las numerosas víctimas del enésimo trágico naufragio ocurrido hoy cerca de Lampedusa", subrayó.
"Oremos juntos a Dios por quienes perdieron la vida hombres, mujeres, niños, por los familiares, por todos los refugiados. Unamos nuestros esfuerzos para que no se repitan tragedias similares. Sólo una decidida colaboración de todos puede ayudar a prevenirlas".
En tanto, en la red social Twitter, el Santo Padre escribió: "Rezamos a Dios por las víctimas del trágico naufragio".
El Papa Francisco visitó la isla siciliana, la más cercana al continente africano, el pasado 8 de julio, para denunciar la "globalización de la indiferencia" de la cual son víctimas en primer lugar los inmigrantes ilegales que buscan una nueva vida en los países desarrollados.
NO HUBO SOCORRO: Varios testimonios de algunos de los supervivientes del naufragio de Lampedusa aportan nuevos detalles sobre lo ocurrido cerca de la isla italiana. "Salimos hace dos días del puerto libio de Misrata. En el barco íbamos unos 500. No podíamos ni movernos. Durante la travesía, tres barcos pesqueros nos vieron pero ninguno nos socorrió", relata un superviviente en al 'Corriere della Sera'.
Más de un centenar de inmigrantes han muerto y centenares permanecen desaparecidos tras el naufragio de la barcaza, que se produjo muy cerca de la costa de la isla tras declararse un incendio. Según la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, los supervivientes "han explicado que encendieron un fuego a bordo porque no tenían cobertura y los móviles no funcionaban".
Nicolini ha incluido en sus declaraciones la versión de los inmigrantes asegurando que después de terminar todos en el agua por el fuego "al parecer algunos pesqueros han pasado y han seguido su camino sin ayudarles". La alcaldesa ha subrayado que "si esto es cierto, habrá que aclararlo". Asimismo, en declaraciones a Rainews 24, ha manifestado su pesar y su impotencia por esta "tragedia terrible".
Sin embargo, el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, ha negado que eso fuera posible. "No lo han visto, porque de otro modo habrían intervenido. Los italianos tenemos un gran corazón y hemos socorrido a 16.000 náufragos". "Por desgracia ninguno tenía un móvil a bordo del barco hundido", ha dicho Alfano al 'Corriere della Sera', "y ninguno había avisado, como se hace habitualmente en estos viajes, a los teléfonos de emergencias y de socorro. Si hubieran tenido la posibilidad de llamar por teléfono se habrían salvado".
//JLZ//